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Las parejas en Karmaland siempre se componían de opuestos, era una extraña obsesión en el pueblo. Aparte de la de Rubius y Vegetta, también estaban Luzu y Auron.

El mayor de ambos era un completo pacifista, siempre ponía la otra mejilla y tenía una sonrisa para todo el mundo (antes del incidente) mientras que el menor era impulsivo, amaba responder a los ataques con el doble de fuerza.

Eso se demostraba en como criaban a sus "hijos" (que en realidad eran sus mascotas: Manolo y Frederick).

"Escucha bien, Manolo." Había susurrado una vez Luzu, inclinado frente al cerdito. "Si alguien alguna vez te lastima, debes tener en cuenta que quizás no quiso hacerlo realmente, o que esa persona también tiene problemas y..."

Auron, quién caminaba tras él tranquilamente, hincando los dientes en una manzana, se apresuró y empujó a Luzu.

"¿Qué le enseñas al niño, gorrino?" Se quejó, y el mayor lo miró desde su nueva posición, más alejado del cerdito que antes. "Escucha, Manolo, si alguien te hace tú tienes que ir... y servirle una ensalada de puñetazos." Incitó, el cerdito lo miró con curiosidad y soltó un suave >oink<. "Tienes razón, no podrías hacerlo, pero puedes acercarte y... ¡bam! ¡Le muerdes la pierna al mamabichos que te esté molestando!"

"No, Auron, tío, ¿qué le enseñas?" Se queja Luzu, con tono suave, poniendo una mano sobre la de su novio.

"Luzu, cariño, Manolo tiene que aprender a defenderse de la mierda." Insiste, y el mayor no puede evitar sonreír por el apodo cariñoso que su novio está usando, porque sabe que cuando lo llama así es porque quiere salirse con la suya.

Pero ahí, entre su mini-discusión que seguramente vaya a terminar en un beso y una cena junto al lago, les gusta fingir que en realidad están discutiendo.

Different // RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora