Mi cuerpo está caliente.
Mi cabeza da vueltas y tengo la respiración agitada, pero no me detengo, sigo moviéndome sobre el mientras siento como el sudor comienza a resbalarse por cada línea que los dedos de Miles me recorren.
Sus amplias manos me cubre todo y sus dedos se aprietan tanto en mi piel dejando marcas, pronto se deslizan hasta mi trasero y me lo levanto, provocando que su erección ingrese más hondo en mi interior.
—Uhmmm.—Disfruto de la sensación, separo los labios cuando siento un ligero dolor, pero termina por irse pronto cuando el comienza a repetir el movimiento.
Apretando mi trasero y frotándose dentro de mí.
—Mierda, Jules..
Escondo la cabeza en el hueco de su cuello y le sujeto los hombros, todo mi cabello va hacia adelante.
Miles sube el rostro y nuestro labios se encuentran, gimo sobre su boca cuando me mueve muy fuerte y me aprieta hasta no dejar un espacio entre nuestros cuerpo.
En esa posición y frotándonos sin parar, yo me corro.
Normalizo mi respiración poco a poco, me retiro el cabello y lo observo con una sonrisa, para entonces él ya me está sonriendo mientras retira mi cabello húmedo de mi rostro.
—Te quiero.
—Y yo a ti.
(*)
—¿Quieres que salamos a cenar hoy o prefieres comida en casa?.—Le pregunto a Miles, pero su expresión arruina mis planes.—¿Qué pasa?
—Ahora que Araceli ya puso de alta a su paciente y no me necesita.
Si, era obvio ahora que Bailee se fue.
—Tome el caso de otro paciente, es un niño y es en otro hospital fuera de la ciudad.—Me explica.—Su cita es para hoy y debo ir a verlo.
Oh, era eso.
—Lo lamento.
—No, está bien..
Ya tenía una idea de esto, son quizás los defectos de mantener una relación con alguien que tiene una profesión tan ocupada como la medicina.
—Desayunaremos juntos.
—Descansa, cuando despiertes te llevare el desayuno a la cama.—Dice acercándose a mí, me besa los labios.
Alzo los brazos y le rodeo el cuello con ellos.
—Ya hiciste una promesa, espero mi desayuno mañana temprano.
Miles se ríe.—Puedes confiar en mí.
Eso lo sé muy bien.
(*)
Todavía esta oscuro cuando siento los besos de Miles en mi cuello, pero debe ser ya temprano porque él me prometió que me traería el desayuno.
Abro los ojos y sonrio media dormida al verlo, todavía siento ganas de pegarme a las sabanas.
—¿Ya amaneció?.—Le pregunto.
—Aun no.
Abro los ojos y le acaricio el rostro.
—Viniste antes.
—Hice un esfuerzo.—Me responde y se echa a mi lado.
—¿Cómo estuvo?
Miles me examina, coloca un mechón detrás de mi oreja, disfruto de sus caricias en medio de la noche y siento que si sigue tocándome así, voy a quedarme dormida muy rápido y otra vez.
—Pude manejarlo, pero debo volver a ver cómo sigue.
¿Otro día más?
Solo espero que esto no termine separándonos.
—Tengo que hablar contigo.
Lo escucho, pero mis ojos se cierran y termino bostezando.
—Hagámoslo mañana.—Me acurruco a su lado y le pido que me abrace.—Mis ojos se cierran.
—Está bien, mañana será.
Y ahí en sus brazos me quedo dormida.

KAMU SEDANG MEMBACA
Latidos del Corazón
ChickLit"Tendrás dos hombres en tu vida: uno sera el amor de tu vida y el otro tu alma gemela" No le había tomado tanta importancia a esa frase hasta que el destino se encargo de ponerme en medio. Después de sufrir un accidente , el novio de Jules queda...