27

241 32 26
                                    

Completamente relajada después de una excelente noche de sueño, Serena salió del baño para disponerse a iniciar el día.  La gira se habia prolongado por más tiempo y las fechas estaban volviendo loca a Amy, ella era la más estresada con la carrera de su jefa, pero estaba feliz, muy feliz de haber ayudado a arribar ese muy redituable talento que tenía su protegida.

—— Lo bueno es que pronto estaremos de vuelta en casa.

Serena hablaba con Amy en su acostumbrada llamada matutina, ya esperando los boletos para volver y la confirmación de su empleada, le felicitó por su profesionalismo.

—— Sí, así podemos organizar tu agenda, tenemos mucho por hacer. — Serena sonrió después de colgar con su mánager, contenta y agotada la rubia se dispuso a despertar a su amado marido.

Pensando en lo extraño que llevaba comportándose, se dijo a sí misma que seguramente estaba tan cansado como ella, después de todo él era un ex militar que nada tenía que ver en el mundo del espectáculo.

Sonriendo enamorada al verle dormir la rubia reflexionó en las cosas anteriores y de cómo había girado su vida. Sintió el corazón gozoso de estar con el hombre correcto.

Se acercó al lecho y se sentó junto a su marido quien yacía boca abajo.

—— Tenemos una hora, mi amor —— Habló en suave voz. Mirando la anatomía de su hombre, deslizó un dedo sobre su espalda.

—— Estás excitándome ——  Objetó él aún con la cara abajo, levantó un poco la cabeza y la miró ——. Si continúas perderemos el compromiso. ¡Es más!, ya no tienes escapatoria. —— Diamante dio un salto de la cama y se lanzó sobre ella. Besándola del rostro a los pechos él hacía felíz a su rubia.

Estuvieron así un largo tiempo hasta que él la llevó en brazos hasta la ducha.

—— Pero tenemos que estar temprano para los ensayos. —— Serena vio como su excitado marido quitaba el nudo de la bata, sonrió y echó los brazos a su cuello —— Oh mi amor, el compromiso puede esperar.

.

Haruka se removió entre las sábanas, se levantó de una y miró a su lado. Darien dormía en placer después de haber tenido una alocada noche de desenfreno, estaban triunfando con el plan y cada que estaban más cerca, la excitación crecía.

Haruka tomó un cigarro y lo puso en sus labios después de ponerse de pie. Sin ningún tapujo, la rubia se lució en su desnudez por todo el lugar. Asió el encendedor y pronto estuvo deleitando el paladar con la nicotina.

-- Despierta, hoy es el día.

Darien no se movió, pareciendo no escucharle, el hombre sólo se giró a un lado quedando completamente perdido por el sueño. Haruka avanzó hasta él y puso el cigarro en su hombro.

-- ¡Qué te pasa! -- Dio un salto, asustado por la agresión, se revisó la quemada que había dejado el cigarro -- ¡Maldición Haruka! ¡Qué carajo te pasa!

Haruka permaneció inmutable, ella sólo entrecerró los ojos y lanzó el cigarrillo al cenicero.

-- Ya sabes lo que tienes qué hacer, las cuentas están bajando.

—— Pero todo está calculado, ¡Todo va según lo acordado!

—— … No quiero esperar ya, hoy es el día ¿Ok? Después de esto., tú y yo nos largaremos lejos. Claro, cada quién por su lado.

—— ¿Qué? Eso no fue lo que acordamos —— Y no es que Darien la amara mucho, sólo no deseaba estar solo en caso de ser atrapado. Si él caía, ella también debía.

El BenefactorWhere stories live. Discover now