Capítulo 14

8.8K 435 93
                                    


A la mañana siguiente

Me desperté ya que noté como unos suaves besos ascendían por mi cuello hasta llegar a mis labios. Abrí los ojos y ahí me encontré con los preciosos ojos color avellana de Matías.

-¿Qué tal ha dormido mi princesa? -Ese comentario hizo que me sonrojase y me tapé con las mantas. -Camila no te tapes, que ya te conozco enterita. -Ahora los dos empezamos a reírnos, que malo es

-Matías quédate hoy conmigo. -Espero que se quede conmigo y no vaya a ver a esa arpía.

-Mi amor sabes que tengo que ir a trabajar, además hoy tengo una reunión. -Hice un puchero y el me dio un abrazo. Acto seguido me cogió en brazos y me llevo hasta la ducha.

-Matías ni se te ocurra. -Creo que por momentos se le va la pinza.

-Tarde. -Nada más decir eso, entró conmigo en la ducha y encendió el agua. Al principio me queje porque estaba helada pero luego poco a poco fue subiendo la temperatura en todos los sentidos.

Después de una hora

Los dos estábamos entrando en su empresa. Todos nos miraban atentamente, cosa que no me extraña después del show de ayer...

Nada más llegar a su piso nos encontramos con Kim. Nos saludó dulcemente, me encanta esta chica la verdad. Fuimos hasta su oficina.

-Camila yo ahora en diez minutos tengo una reunión y tu te quedarás aquí en mi oficina o en la cafetería. -Yo asentí iba a contestarle pero Cyntia me interrumpió con su entrada.

-Buenos días, señorito Matías ya han llegado todos, solo falta usted.

-Muchas gracias Cyntia ahora mismo voy.

-No se preocupe, si quiere yo me quedo con Camila para que no se sienta sola. -Matías iba a hablar pero yo enseguida la conteste.

-Cyntia no te necesitamos aquí, ya has oído que ahora va, ahora lárgate de aquí. -Iba a decir algo pero yo la arrastre hasta fuera y cerré la puerta.

-Amor, que es buena persona no la trates así. -Le lancé una mirada matadora y levantó las manos en son de paz. Me dio un corto beso y se fue a la reunión.

Yo decidí ir a la cafetería allí se me haría mas corto el tiempo.

-Kim, ¿Me acompañas a la cafetería? -Ella me sonrió y aceptó. Le pedí un café y para mi un cola cao. Fuimos a sentarnos a una mesa, Luis nos vigilaba desde la puerta.

-Señorita muchas gracias por ser tan amable conmigo.

-Kim gracias a ti por lo que hiciste ayer, te debo una. -Iba a decirme algo pero Cyntia nos interrumpió.

-Kymberly tienes que estar en tu puesto y no aquí. -Kim se iba a ir pero la detuve.

-Cyntia yo la dije que me acompañase asi que largo de aquí. -Me miro con cara de asco.

-Mira niñata consentida tu a mi no me mandas. – Pero esta de que va, muy cabreada me levante de mi sitio quedándome a escasos centímetros de su cara.

-Mira a ver bonita, tu vas a seguir mis ordenes como dijo Matías asi que lárgate por tu bien.

-Esto no va a quedar así. -Me echo una mirada amenazadora y se fue. Me volví a sentar en mi sitio y suspire, esta mujer agota mi paciencia.

-Señorita siento mucho lo ocurrido, no quería que pase esto. -No entiendo con Matías tiene a esa arpía como secretaria.

-No Kim, no te disculpes esa mujer es muy mala. -Dejamos este tema y empezamos a hablar animadamente sobre otros temas más triviales. Al rato Kim se fue y yo me fui a fuera con Luis.

-Señorita he visto lo ocurrido con la señorita Cyntia, no se lleve un mal rato, a mi también me cae mal. -No puedo adorar mas a mi guardaespaldas, le di un fuerte abrazo y alguna lágrima empezó a deslizarse por mis mejillas. Me separé de él y vi que por ahí venía Matías.

-Camila, ¿Por qué has insultado a Cyntia?, te dije que la dejases en paz. -Bueno pero esta mentirosa que ha hecho.

-Matías que yo...

-No, no quiero más escusas... -Le interrumpí tirándole mi bolso y me fui corriendo y llorando. ¿Por qué le cree todo a ella?. Con tantas lágrimas no podía ver por donde andaba. Llegué a un parque y me senté en un banco.

Odio a Matías aunque también le quiero mucho, pero si duda de mi no puedo estar con él.

Después de llevar un rato meditando noté como alguien me estaba abrazando. Al levantar la me encontré con Lulu. Cuanto la echaba de menos, se fue unos días de viaje con sus padres y casi no hemos vuelto a hablar.

-¿Cómo me has encontrado? -Ella me sonrio.

-Camila, Matías me llamo muy preocupado y yo me imaginé que estabas aquí por que se que te gusta mucho este parque. ¿Qué a pasado? -Le conté todo con pelos y señales, no quiero que se pierda ningún detalle.

-Y eso es todo... Me quiero ir de su casa Lulu, no quero verle más.

-Cami mi casa siempre va a estar disponible para ti, ahora ve y descansa mañana hablamos tranquilamente pero una cosa te digo, nadie se merece tus lágrimas. -Lulu me llevó a casa.

-Señorita, ¿Cómo se encuentra? -Ahí estaba el pobre Luis, seguro que estuvo preocupado por mi.

-Luis si te digo la verdad no lo se... -Me dio un abrazo y me abrió la puerta. Nada más entrar Matías se levanto de la silla que tenemos en el pasillo y corrió hacia mi.

-Camila ¿Dónde estabas? -Le mire fríamente y le di una bofetada.

-Matías yo no se si te has pensado que soy una niña estúpida y consentida, pero lo que si te digo es que conmigo no vas a jugar. Estoy harta de que en casa nos llevemos muy bien y luego en la empresa desconfíes de mi y solo creas a tu romance, Cyntia. Si la quieres a ella, vete con ella pero yo mañana mismo pienso irme de esta casa porque no te pienso pasar por alto ninguna cosa mas como esta. -Le esquivé y me fui directa a mi habitación, ahora mismo desearía que la tierra me tragase. 

Raptada y vendida al mayor mafiosoWhere stories live. Discover now