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—¡¿Pero por qué lo mataste tú?!— Gulf le grita a MiewMao con miedo.

—¡Iba a violarte!

—Y yo lo iba a matar.

—¡¿Y ahora acabaste de decir que ibas a ser padre?!

—¡SÍ! Ah. Espera. ¿Lo confesé?

—¡No intentes cambiar el tema, ahora me dices!

—Estamos hablando frente un cadáver.

Gulf lo señala.

—Lo que me recuerda a que debemos escapar.

MiewMao lo toma de la muñeca para nadarlos a la una de las ventanas de la habitación que da al "exterior" del mar profundo. Ella trata de alzar la ventana con sus dedos pero no puede.

Gulf nada hacia dónde está Kast para tomar la lanza de MiewMao y tirarla a la ventana rompiendo esta. MiewMao le asiente la cabeza en forma de decir: «Podemos irnos.»

Gulf toma su boomerang para irse junto a ella. Pero justo frente a ellos vuelve a aparecer la caballo de mar gigante. Ellos se detienen mirándola con miedo.

Era Ticky.

Ella vio el miedo en ambos.

—¿Qué han hecho ahora, mis niños?

Ella pregunta.

—Ticky, por favor...

Gulf suplica. Ticky asoma su cabeza por la ventana de la habitación de Gulf viendo el cuerpo de Kast. Ella suspira.

—Era un idiota de todos modos. No puedo creer que tu padre te casaría con ese monstruo.

Ticky dijo. Ella siempre se enteraba de todo. Ella adentra una de sus garras en la habitación para empujar el pequeño cuerpo de la criatura marina para comérsela.

—No hay rastro de él, mis niños.— Ella voltea hacia ellos. —Pero no pueden irse. Pondrían a la humanidad en peligro.

—Pero Gulf va a tener un bebé de...

—Eso es su problema.— Ticky interrumpe a MiewMao fríamente.

—Me había dicho que no era sólo para tener bebés...— Gulf gruñe con un puchero cruzándose de brazos.

—Escuchen, el Rey ha perdido la razón. Pero si se quedan podría haber esperanzas para el reino.

—¡No quiero ver pescado!— Chilló Mew en el supermercado escondiendo su rostro en el hombro de Beam quién paseaba el carrito de compras como si nada.

—Mew, deja de ser tan llorón.

—Soy serio.

—No veo tu seriedad en estos momentos.

—Tú también debes estar herido, idiota.

—Lo estoy pero por suerte tú interrumpes mi dolido vacío. Toma, una paleta de mantecado.

Mew abre su boquita para que Beam se la de. En vez de dársela con calma, Beam se la mete bruscamente molestando al sentimental Mew que lo mira con odio sin dejar caer la paleta de su boquita.

—No soy tu mamá.— Beam le espeta.

—¿Esposa?

—¡Tu esposa es Gulf!

Beam no midió sus palabras y Mew volvió a deprimirse. Él salió de la tienda antes que Beam, caminando como un muerto viviente. Beam suspiró, también estaba dolido sólo que no quería expresarlo.

Al menos, Mew le permitía estar en su casa con su Rufus. Beam le cocinaba a Mew o Mew le permitía usar su ropa para su comodidad. Ambos jugaban en sus móviles aunque claramente Beam no era muy bueno.

Entre ellos trataban de distraerse del dolor en sus corazones.

En la comisaría, los dos policías corruptos fueron despedidos. Mew se aseguró de ello. De hecho el jefe de Mew se enorgulleció por el caso de mutantes que Mew logró resolver. Y, también, por finalmente llamar "ex-novia" a lo que alguna vez había sido su peor pesadilla.

Incluso, Mew le llegó a contar de su pasado como "esclavo sexual" de una novia arrogante y psicópata a Beam. Beam no lo juzgó como muchos hacían. Beam sólo le dijo que todos tenemos etapas oscuras que nos llevan a las mejores etapas que podamos tener.

Así, pasaron los días.

Se cumplieron nuevos meses.

Mew nunca se alejó de Beam. Ya eran casi hermanos. Juntos veían todas las estaciones del año en diferentes lugares: A veces parques, campos, puentes, etc.

Llego cierto día en el que Mew estaba dispuesto a surfear por más que no supiese. Beam no quería ir pero Mew se lo llevo consigo sacándolo de la bañera y montándolo al auto aunque sólo vista una toalla alrededor de su cuerpo y una toalla en su cabeza. Mew al menos vestía una camisa playera con unos cortos.

—Realmente no entiendo cómo no tienes cuernos.— Beam le dijo.

—Nadie dijo que el diablo debía tener cuernos. Y eres el padre. Diosito, estamos perdidos.

Mew le sonrió. Beam lo miró mal para entonces reírse.

—Lo que sea. Cállate.

—¡Lo que diga el padre!

—Sigues sin callarte.

—Porque no está escrito en la biblia.

—Eres...

—Atrevete a decir una palabra vulgar. Vamos. Dila.

Beam le saca la lengua matando a Mew de la risa.

Se aventuraron a la playa y allí, Beam se sentó en una de las sillas playeras que Mew se llevó. Las personas lo miraban raro por su toalla pero Beam sólo las saludaba desde lejos.

Mew se metió al agua a surfear pues no era surfear lo que realmente quería. Él quería ver si Gulf aparecía. Sólo por una vez. Sabía lo peligroso que era al no tener experiencia, y aún así estaba decidido.

Se montó por completo en su tabla de surf y miraba las olas con completa determinación.

*N/A: ¡Mew se va a arriesgar! Y Beam... Anda en toalla por la playa jajajaja. Ya creo que este es el penúltimo cap pero no lo puedo asegurar pq lo escribo todo de la nada :D

La Sirenita Tiene Un Amigo • MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora