¿i hate you?

•29•

—Yo... mierda—dijo sintiendo el dolor en todo su cuerpo y más en su cabeza, se terminó de incorporar con ayuda de... —¿Mindy?

—¿Estás bien, Angie?—preguntó ayudándola a sentarse, y la ojicafe asintió, pero ese diminuto movimiento le mandó choques de dolor a su cabeza.

—Mierda—maldijo otra vez, cuando logró ver a una pequeña distancia a Julian abrazando a Brisa, quien se ocultaba en su pecho, la ojicafe se alegró por verla sana y salva, sintió desagrado al obsérvala con ese idiota.

—¿Domínguez?—la llamó, aun viendo todo borroso, pero no lo suficiente como para no ver a Brisa mirarla.

—¡Angie!—gritó con una voz ahogada mientras se soltaba de los brazos de su novio y se lanzaba al cuerpo de la peliazul.

Volvió a caer de espaldas, con el cuerpo de la castaña encima, mientras Brisa envolvía sus brazos alrededor de su cuello y la abrazaba fuertemente.
Ignoró completamente el dolor punzante de su cuerpo al sentir los sollozos de Brisa amortiguados en su cuello.
Intentó calmarla acariciándole la espalda, pero casi de inmediato Brisa se separó unos centímetros de ella, con sus narices rozándose.

—¡¿Qué te sucede?! ¿Estás loca? ¿Cómo pudiste hacer eso? ¿Será porque realmente no tienes cerebro, fenómeno? —dijo enojada y sus ojos marrones parecían brillar por las lágrimas que intentaba contener.
Angie parpadeó y abrió los ojos, intentando decir algo, pero nada salía—¡Vamos! ¡Di algo para excusar semejante ridiculez!

Sus narices estaban muy cerca y Angie, alzando el rostro, podría juntar sus labios.
Tan cerca, entrecerró los ojos, aun afectada por el dolor y habló con la voz ronca.

—No quería que te hicieras daño—dijo simplemente y el rostro de Brisa se deshizo, sus ojos se volvieron más dulces, mirándola con tanto amor que Angie tembló de pies a cabeza.

No dijeron nada, se perdieron en sus ojos y la ojicafe podía jurar que Brisa acercaba su rostro al de ella lentamente.
Los ojos de Brisa parecían chocolate derretido, cálidos y amorosos, mientras la miraban fijamente.
A Angie le estaba asustando, ya que la castaña no tendría por qué mirarla con amor ¿Verdad?, Sus latidos se hicieron más acelerados.
El ver como la castaña la miraba tímidamente y se sonrojaba fue el colmo de su autocontrol y estaba segura de que la besaría allí mismo, frente a todos.
Hasta que las alejaron.

—Cariño, dale espacio a la rarita—dijo Julián visiblemente irritado, sujetando a su novia por la cintura para separarla de la chica, quien seguía acostada.

Brisa asintió y al darse cuenta de que todos la miraban, bajó el rostro, avergonzada.
No aceptó el brazo protector de su novio y seguía mirando de reojo a la ojicafe, que se incorporaba.
Julian fulminaba a la ojicafe con la mirada como si quisiera que ese golpe la mandara al hospital, mientras apretaba los dientes.

—¿Qué... qué paso?—logró preguntar Angie a duras penas mientras volvía a sentarse.

A su lado aparecieron Sofía y Mindy, que la miraban preocupadas.

—¿No tienes nada?¿Te duele algo?¿Estás bien?—preguntaron las dos atropelladamente, mientras Angie negaba.

—Me duele un poco la cabeza, pero nada grave— dijo haciendo una mueca de dolor y aún sin apartar los ojos de la castaña. Brisa tampoco dejaba de mirarla.

-—Velasco, ¿se encuentra bien?—preguntó la entrenadora, inclinándose a su lado. Angie asintió—Bueno, como dijo la señorita Domínguez ¡No se le ocurra volver a hacer esa estupidez otra vez! ¿Entendido?

La retó y Angie asintió rápidamente, un poco intimidada.
Sus amigas la ayudaron a levantarse y todos estaban más relajados ya que al menos la ojicafe parecía estar bien. Barbara le sonrió e incluso Oriana se veía más tranquila.
Sus amigas se la llevaron a las gradas, sin darle tiempo para ver a Brisa una última vez.
Ella se conformó con lo que había sucedido hace rato, mientras iban por los pasillos ¿Había visto amor en los ojos marrones? Esperaba por todos los dioses que así fuera.

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(9/10