12-Vuelve el padre de Sarada

1.2K 90 3
                                    

Me desperté y me hallaba en otro sitio, no estaba en mi habitación,¿donde estoy? Esa era mi pregunta, el sitio donde me encuentro parece un laberinto, de hecho estoy yendo hacia un lugar porque mi mente ha dicho que vaya por ahí, recorro un montón de pasillos y después del undécimo pasillo recorrido me encuentro en una habitación amplia, pero en la cual no había nada, solo al final unos barrotes. Me acerqué a los barrotes y de repente unos ojos plateados aparecieron de la oscuridad.
—Chaval, libérame, hace tiempo que no soy libre.—dijo una voz proveniente de detrás de los barrotes.
Desperté con una respiración agitada y el sudor recorría mi cuerpo. Había tenido una pesadilla.
Eché una vista al despertador y vi que eran las 4:00 a.m. Intenté volver a dormirme pero no lo conseguí, así que a las 4:30 a.m decidí levantarme y hacer todo lo que hacía por la mañana. Cuando terminé eran las 5:00 a.m y cómo hacía tiempo que no recogía la casa me puse a limpiar. A las 6:30 sonó el despertador indicando que me levantara, pero como ya estaba despierto fui hasta ahí y lo apagué. Después salí de casa y esperé en el puente rojo de Konoha. Cuando se estaba alzando el sol por fin llegó alguien.
—___,¿cómo es que has llegado tan pronto?—preguntó Sarada.
—Me apetecía madrugar.¿Tú? Se te ve cansada.
—Bueno, es que no podía dormir—contestó con un sonrojo en su cara— estaba nerviosa porque hoy viene mi padre.
—Ah si, es verdad, yo hoy solo tengo que entrenar pero si quieres dejo el entrenamiento para acompañarte y que no te pongas tan nerviosa.
—No hace falta.
—¡Chicos! ¿Qué tal?—intervino Boruto.
—Bien, oye,¿tu padre? No le veo por ningún lado.—respondí.
—Si bueno, está enfermo.—contestó él.
—Vaya... habrá que ir a visitarle.—dijo Sarada.
—No creo, acabo de estar con él y quiere descansar.—respondió Boruto.
—Vale, pues cuando vuelvas dile que se recupere pronto.—repuse yo.—¿Entonces ahora que hacemos?
—Ni idea, yo iré entonces a mi casa, que mi padre llegará en dos horas.—dijo Sarada.
—Sería de tontos esperar dos horas, yo voto por ir a comer Ramen y luego ya ir a tu casa.—propuse.
—Por mí bien.—aceptó Boruto.
Sarada suspiró, sonrió y contestó con un vale.
Fuimos hasta el Ichiraku y al llegar se encontraban tanto el jefe como Ayame.
—Buenos días jefe y Ayame.—dije al llegar.
—Buenas ___,traes compañía,¿qué son tus amigos?—contestó Ayame.—Y dime ___,¿la chica es tu novia?
Me sorprendí al oír eso y me sonroje un poco, al fijarme en Sarada ella también se había sonrojado y Boruto se estaba riendo de la situación.
—No.—respondí sonrojado.
—Pues parece que...—empezó Ayame.
—Ayame, ¿por qué no dejas de hablar de eso y le dices que quieren comer?—intervino el jefe.
—Si claro,¿qué queréis comer?—preguntó Ayame.
—Lo de siempre.—respondí.
—Yo como ___.—contestó Boruto.
—Yo también.—propuso Sarada.
—Oye ___, mas vale que esté bueno lo que hayas pedido.—dijo Boruto.
—Claro que si, ya lo verás.—respondí con una sonrisa.
Esperamos a que nos trajese el Ramen y lo empezamos a comer con un "Qué aproveche".
Al mirar hacia Boruto vi que lo había devorado y se estaba pidiendo otro, en cambio, Sarada no lo había tocado, estaba mirando al tazón pero no había comido nada.
—Oye venga Sarada, no te pongas tan nerviosa, come un poco...—dije.
—No tengo hambre.—respondió.
—¿Cómo te llamas novia de ___?—intervino Ayame.
Sarada se enrojeció y respondió con un murmullo.
—Sarada, y no soy su novia.
—Mira Sarada, será mejor que te comas el Ramen porque así tendrás más fuerzas para superar lo que te esté poniendo nerviosa—dijo Ayame
—Vale, tienes razón.—respondió Sarada y empezó a comer.
Cuando acabaron Boruto, que se había comido tres razones de Ramen y Sarada, pagué y nos fuimos hasta casa de Sarada. Al llegar Sarada abrió la puerta y pasamos a su casa.
—Ya estoy.—dijo Sarada cuando entró.
—Hola Sakura.—saludamos Boruto y yo.
—Buenas,¿qué hacéis aquí?—preguntó Sakura.
—Nos mandaron deberes y los vamos a hacer juntos.—mintió Sarada.
—Vale,¿queréis tomar algo?—propuso Sakura.
—No gracias, acabo de comer.—respondí yo.
—Subamos a mi habitación.—dijo Sarada.
—Vale.—respondimos Boruto y yo.
Subimos hasta su habitación, la cual no había cambiado nada, seguía recogida y muy bien distribuida.
—Sentaros donde queráis.—propuso Sarada cuando entramos, y cerró la puerta.—Bueno, quedan 30 minutos para que venga mi padre.
¿Qué queréis hacer?
—Nada.—contesté mientras me sentaba en su cama.—¿Sabes que tu cama es muy cómoda?
—Si.—respondió ella.
—A ver, podemos hablar sin más, pero igual los 30 minutos que nos quedan se nos pasan despacio.—dijo Boruto.
—Antes que nada.—dije.—¿Por qué mentiste a tu madre Sarada?
—Bueno, no quiero que lo sepa.—contestó.
—Vale, no me parece un movimiento inteligente de tu parte pero cómo quieras.—repuse.
Ella se sonrojó y miró al suelo.
Estuvimos hablando durante esa media hora, hasta que, de repente sonó el timbre.
Salimos de la habitación y Sarada bajó al piso de abajo mientras que Boruto y yo nos quedamos arriba. Cuando Sakura abrió la puerta apareció un tío alto con una capa alrededor de su cuerpo y un pelo negro largo cubriéndole parte del rostro.
—¡Sasuke!¡Cuánto tiempo!—dijo Sakura.
—Hola Sakura.—saludó él.
—¿Papá?—preguntó Sarada, la cual se la veía nerviosa.
—Sarada, cuánto has crecido.—contestó y le dedicó una sonrisa.
Sarada se alegró por eso y se dio media vuelta mirándonos y sonriendo, Sasuke dirigió su mirada hacia nosotros y su rostro antes con una sonrisa se volvió totalmente serio.
—Son amigos de Sarada, el de la izquierda es ___, y el de la derecha es Boruto, no sé si te acuerdas de él, el hijo de Naruto y Hinata.—dijo Sakura.
—Me acuerdo de él.—contestó Sasuke con una voz grave.—¿Pero el otro? Su cara me resulta familiar...
—Papá, es ____.—respondió Sarada mirándome con una sonrisa.—Voy a decirles que ya seguimos haciendo los deberes otra tarde.
Sarada vino hacia nosotros , nos dio las gracias y nos dijo que ya podíamos irnos a casa, y así fue como lo hicimos, pero yo en vez de irme a casa me quedé en la montaña pensando lo que acaba de ocurrir. ¿Cómo era posible que a el padre de Sarada le resultase familiar? A mí no me suena haberle visto nunca. Mientras veía el cielo me llegó un sonido de pasos pero lo ignoré y seguí mirando al cielo.
—Sabía que estarías aquí.—dijo una voz femenina, y de repente vi una cara la cual me tapaba un cuarto del cielo, era la cara de Sarada.
—Hola Sarada,¿qué tal con tu padre?
—Bien, le echaba de menos.
Suspiré y me levanté del suelo.
—¿Qué quieres? Pensé que te quedarías en tu casa el resto del día.—dije.
—Nada, solo agradecerte lo que hiciste por mí.
—No hice nada, yo solo te acompañé.
—___, nunca cambiarás, ahora dirás que no te preocupas por mí.
—No, sí que me preocupo por ti y por Boruto.
—Pues al final si que has cambiado un poco...—estaba diciendo ella pero se calló cuando me acerqué a ella, y me acerqué más a ella hasta quedar a pocos centímetros, esta vez no acerqué mi cuerpo sino mi cara...
—Hola chicos—dijo Kakashi cuando iba a juntar sus labios con los míos.—¿Interrumpo algo?
Me separé de ella rápidamente y miré a Kakashi con una mirada asesina.
—¿Qué quieres Kakashi?—pregunté.
—¿No te acordabas de que hoy entrenábamos—contestó él con un gesto de disculpa por lo anterior.
—Bueno yo me iré.—dijo Sarada.—Adiós.
—Adiós Sarada.—se despidió Kakashi.
En cambio yo no me despedí, me quedé pensando en él por qué iba a darla un beso si no me gustaba.
—¿Qué vamos a hacer hoy?—pregunté.
—Pues... te vas a reír... no sé qué hacer cómo entrenamiento.
—¿¡Me estás diciendo en serio que me has molestado para nada!?
—No del todo, pelea contra mí.
—De acuerdo, pero no leas, te arrepentirás.
—Es que está muy interesante la historia, además no creo que puedas vencerme si me pongo a pelear en serio.
—Lo más seguro es que no pero no leas.
Empezamos la batalla y hasta que no se fue el sol no paramos.
—Esto es todo por hoy.—dijo Kakashi.
—Vale—respondí.—Me voy entonces.
—Adiós.
Me fui hasta mi casa y sin hacerme la cena me metí en la cama me dormí rápidamente por el cansancio.

¿Cómo ha sido esto posible?{Sarada y Tú}(Libro 1) FINALIZADOWhere stories live. Discover now