•Comprender• Rusvene

"14"

Sin realmente muchas ganas, se miró al espejo y paso su mano por una de las aberturas en su brazo, sentía un gran alivio al saber que las grietas que habían estado saliendo por todo su cuerpo, aun no alcanzaran en su totalidad su rostro. Suspiro pesadamente y se apoyó sobre el lavado frente a él, podían cada vez ser más grandes e ir abriéndose paso por sus extremidades, sin embargo, agradecía el poder sanar con rapidez, de no ser por eso, estaría cerca de ser un cráter o algo por el estilo.

Sacudió la cabeza y ahuyento esos pensamientos, a pesar del dolor de cada una, no iba a dejar de luchar, siempre traería esa sonrisa en su rostro y no importaba si se estuviera desmoronando, debía dar a entender que se podía ser un ejemplo viviente de que nada lo haría caer. Al menos era una motivación, no quería caer en el pesimismo... De nuevo.

Salió del baño envolviendo su muñeca en una blanca y pulcra venda, que tendría que cambiar de nuevo, odiaba ese proceso que tenía por obligación hacer, pero debía hacerlo. Últimamente no dejaba de pensar en su situación, y en la de prácticamente todos los que lo rodeaban, se comparaba con cada uno, estando el en peor estado, mas no se sentía envidioso o deprimido, bueno, quizá un poco, pero no al punto de ser toxico, simplemente quería volver a sus días de gloria y estabilidad, ¿era eso mucho pedir? Quizás para el sí, se convencía de que por algo estaba en esa estúpida situación, que era como atravesar el infierno y regresar, se suponía que habría algo bueno al final de todo, pero de vez en cuando comenzaba a pensar que ese algo no existía, o estaba sumamente lejos.

Salto sobre su cama y se pasó una mano por su despeinado cabello, se giró quedando con la cara sobre la almohada y bufo con hastió, odiaba tener que enfrascarse tanto en esos pensamientos, por lo general tendría algo más en lo que centrar su mente y distraerse, trabajo o las estupideces de sus amigos, de los cuales no sabía nada desde el día anterior, se le hizo extraño que no hayan escrito algún mensaje al grupo que compartía con ellos, pero seguro estarían haciendo algo más, lo cual justamente no era su caso.

Se le paso por la mente que podrían estar haciendo sus estados, de vez en cuando les escribía para saber de ellos y viceversa. Recordó que Argentina le había comentado que vio a Trujillo con Buenos Aires, aun no le entraba en la cabeza de donde había salido aquello, pero luego podría resolverlo todo.

 Se quedó ahí observando el techo como si este le fuese a dar las respuestas de todas sus preguntas y dudas, comenzó a cerrar los ojos poco a poco con la intención de quedarse dormido, pero el sonido de su celular lo impidió, parpadeo repetidas veces y tomo el aparato en sus manos, esperando que fuese un mensaje de México o Argentina, como pensó un rato atrás, pero no se trataba de ninguno de los dos latinos, si no de Rusia.

Se sentó de golpe y todo rastro de sueño y las ideas anteriores parecieron desaparecer, se había olvidado por completo del ruso, desde que puso un pie en su departamento lo único que hacía era pensar "mariqueras" según él.

-Hey, ¿cómo estás?

                                        -Aburrido, ¿y voz?

-Bien, Supongo que igual, no tengo nada que hacer.

                                          -A vaina...Y si hacemos algo?

-Cómo qué?

                                           -¿Una película? Puedes venir.

-Suena bien para mí, nos vemos allá en 1 hora?.

                                               -Sisa.