IX

2.6K 74 6
                                    

Me despierto rodeada por sus brazos.

A noche volvió a suceder. Nos besamos en casa de Gérard. Acabamos yendo hacia su casa y si, nos acostamos. De vuelta al bucle.

Y ese bucle es el que me aterroriza. Que esto fuera momentáneo. Que dentro de unos días me vuelva a decir que no. Que lo de anoche solo fuera un impulso y realmente él no sienta nada.

Me separo de él intentando no despertarle y me siento en el borde de su cama. Llevo puesta su sudadera larga amarilla.
Vuelven los pensamientos de si esto hay ha sido un error. De si me he dejado llevar demasiado. No quiero volver a pasarlo como lo pase, no estoy psicológicamente preparada.

-Samantha.- dice desperezándose. -¿Que hora es?-

- Las ocho y media.-

-Ey, ¿que pasa?- dice levantándose para sentarse al lado mia.

-Nada Flavio.- me mira con cara de desconfianza. -No se, tengo miedo a que volvamos a lo de siempre ¿sabes? Lo pasé muy mal. No estoy lista para que en tres días me vuelvas a decir que no.-

-Samantha, fui un gilipollas. Tenía tantas inseguridades que no me podía decidir... y no sabes lo que siento habértelo hecho pasar tan mal. Pero, no sé si tú lo estás notando, estás últimas semanas es como que hemos vuelto a re conectar, a entendernos. No sé Samantha, igual es cosa mia. Y creo que este tiempo me ha servido para darme cuenta de que lo peor que pude hacer fue perderte.- Me acercó a él para minetizarnos en un abrazo. -¿Confías en mi?-

-Mucho. ¿Tu en mi?-

-Mucho también.- le acercó y le doy un beso.

-¿Y en ti confías?-

-A veces. Pero prefiero que tú confíes en mi.- Terminamos fundiéndonos en un beso.

Me siento orgullosa. De mi, de nosotros. De haber encontrado ese punto en el que ambos nos entendemos. Le quiero tanto. No puedo mentir, la espinita clavada con el miedo de que todo se vaya a la mierda la sigo teniendo. Pero no pasará. Confío.


Me visto y desayuno en su casa. Han pasado tres meses desde la última vez, pero sigue teniendo mis cereales favoritos.

-Dí la verdad, los compras por mi.-

-Claro, voy al Mercadona y digo anda, los cereales de Samantha voy a cómpralos.- nos reímos. -Oye, ¿sabe tu padre que dormías en mi casa?-

-Le dije que dormía en casa de Anaju. El problema es Eva... no se si contarle la verdad, o no.-

-A mi, no me importa.-

-Casi que mejor ir despacio ¿no?- el asiente. -Por que a ver, solo nos hemos acostado no es que llevemos 50 años de casados.- el se ríe de la manera en la que lo digo.

-Oye, no te rías de mi. ¡Ahora no estoy poniendo esa cara!- se vuelve a reír.

-No me rio de ti Samantha, me rio contigo.-

-Que fuerte me parece.-

-Ves, ahora sí que parece que llevemos 50 años de casados.-









A las 9:30 de la mañana llegue a mi casa. Por suerte, nadie parecía estar despierto. Aprovecho para ducharme rápidamente, intentando hacer el menor ruido posible. Cuando he terminado, voy hacia mi habitación y escucho música proveniente del cuarto de Eva.

-Buenos días. Uy , ¿que tal con tu ukelele nuevo? Que sepas que la idea del regalo fue mia.-

-Genial. Estoy sacando ya los primeros acordes de algunas canciones.-

sin más - flamantha ✨Where stories live. Discover now