CAPITULO 2

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~Fuimos...

Todos fuimos a un destino en el que al parecer nos conectamos espiritualmente con Dios, una reflexión pequeña que sé que valió la pena, y estuvimos ahí, juntos hasta un rato, porque luego nos fuimos al fin del mundo, al menos eso creímos todos.

Cuando vi que todo era tan verde, libre y entero, todo fue tan bello, tan perfecto que de pronto tuve miedo, miedo porque jamás logré sentirme tan feliz, miedo porque cuando la oscuridad arropaba al mundo, mis pensamientos se sumergían en las opiniones de los demás.

Pero luego llegó...

Llegó ese momento tan inesperado y tan deseado a la vez por mis sueños, porque estuvieron ahí, pensamientos de validez para mi alma que lo valían todo, pero que para todos no valía nada, llegaron pensamientos y recuerdos que de ellos me tuve que alejar, me alejé de cada recuerdo doloroso, y ella dijo: si tuvieras que escribir un libro de tu vida, cómo se llamaría? lo debo admitir... la pregunta me erizó la piel, no fue sencillo responderla, tuve que mirar más allá de donde estaba y tan solo pensé...

                                                                           Yo estuve ahí.

El mar y sus olas, eran tan fuertes juntos que formaban entre sí un compás, y al hacerlo podía sentir que me llamaban, el aire allí arriba inspirando mi mente, me hizo bien, me hizo pensar que merecía más de lo que yo misma imaginaba, estar allí me hizo pensar en cuánto amaba mi vida y cuánto deseo tenía de luchar por ella, mi corazón sentía el llamado del mar, quizás era algo del más allá, era una tesalomanía, quise irme con ello y eso era literal, lo curioso es que el pánico que le tengo al mar no es un cuento de hadas ni mucho menos, es mas real que mental para mí.

Pero ellos estaban ahí, no solo porque necesitaban de algún que otro respiro, si no más bien, porque era algo que ya estaba destinado, y no sé si han oído alguna vez de un libro, donde todo ya estaba escrito antes, donde alguien predijo que todo esto pasaría, inclusive que ustedes estarían leyendo este libro, ellos cuyos personajes describo delicadamente, fueron destinados a estar en estas líneas y ser parte de lo que juntos creamos, una aventura divina.

No cuesta nada soñar o imaginar, lo que sí, es el acercarse peligrosamente al borde del colapso, y haber sido lo que fuimos es lo mismo, estar en peligro de extinción, darse cuenta no es tan costoso, así que el que entiende sabe lo que digo.

YO ESTUVE AHÍWhere stories live. Discover now