Capitulo 23

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Narrador Omnisciente

Era una noche fría y tranquila en aquella ciudad, se escuchaban los grillos y el pasar de los autos a toda velocidad en aquel parque, en el cual se encontraba una mujer sentada en una banca junto a su hijo, el cual se encontraba jugando en los solitarios columpios que ahí se encontraban.

La mujer tenía un rostro pensativo, mirando hacia el suelo, pareciera estar completamente inerte en su propio mundo. Lo que preocupó al niño que la observaba desde los columpio, haciendo que este se bajara de los columpios y caminara hasta su madre

Oliver: ¿mamá? —llamo el niño a su madre, pero la mujer no reacciono al instante, lo que preocupó más al niño, en un segundo intento de llamarla— ¿mamá? —preguntó otra vez a la mujer

T/n: ¿qué pasa, Oliver? —respondió la mujer a los pocos segundos de haberla llamado por segunda vez

Oliver: ¿estás bien? —preguntó el niño mirando a la mujer en busca de una respuesta

T/n: ah si Oliver, solo... estaba pensando —contesto la mujer que se encontraba pensando en lo que acababa de pasar con la hija del jefe Yagami

Sayu fue rescatada de los secuestradores y seguramente ahora mismo se encontraba a salvo con su padre, sin embargo eso no era lo que le preocupaba a la mujer sino que el joven castaño estuvo actuando de forma extraña durante todo el rescate.

La mujer pensaría que el Yagami más joven estaría feliz por el rescate de su hermana, sin embargo su actitud fue la contraria se veía frustrado e inquieto durante todo ese tiempo, incluso atreviéndose a gritarle a la mujer asustándola a ella y al pequeño niño, pero disculpándose al instante por tal imprudencia excusándose que se encontraba muy nervioso por qué el rescate saliera bien.

Oliver: ¿Light es malo? —preguntó el niño después de unos largos minutos de silencio con una mirada triste recostado su cabeza en las piernas de su madre

T/n: no, es solo que... —no terminó de contestar ya que soltó un suspiro de decepción— está pasando por un mal momento, pero no por lo que sucedió allá tienes qué pensar eso. Ven, vamos a comer algo, ya no hay que pensar en eso —dijo la mujer estirando sus brazos hacia su hijo para poder cargarlo y llevarlo hacia una pastelería

La mujer escuchaba con atención a su hijo hablar sobre programas de televisión y como juega con sus amigos del edificio. Antes de llegar a una pastelería local se detienen en un semáforo que se encontraba en rojo, teniendo que esperar unos minutos para poder cruzar.

Sin embargo algo completamente diferente sucedió, todo fue tan rápido que ni siquiera le dio tiempo de pensar a la mujer, más que abrazar a su hijo contra su pecho.

Una furgoneta de color blanco se estacionó enfrente suyo de forma brusca, saliendo de ella cuatro sujetos que cubrían sus rostros con pasamontañas. Los hombres intentaron meter a la mujer a la furgoneta a la fuerza, separándola de su hijo el cual pataleó e intentó soltarse del agarre de los tipos

Oliver: ¡Mamá!

T/n: ¡Oliver! —gritó la mujer forcejeando con los hombres, logrando dar un buen golpe en el rostro a uno de ellos y a otro rasguñar en una de sus mejillas

Haciendo enfurecer a los hombres que la lograron controlar entre los cuatro para lazarla dentro de la furgoneta y cerrándola al instante, dejando a una mujer con el corazón acelerado y la respiración agitada

Oliver: ¡mamá! —logró escuchar a su hijo en la oscuridad de aquella furgoneta, alertándola de inmediato y buscando a su hijo con la mirada quien se acercó rápidamente a los brazos de su madre— mamá ¡¿que esta pasando?! —dijo entre llanto el niño

La Esposa De L (L y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora