Parte Final

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Al concluirse el plazo comenzaron a arrancarse los cabellos y a dar tales muestras de aflicción por su partida, que les prometió quedarse otros
ocho días. Sin embargo, Jimin se
reprochaba el pesar que así causaba a su pobre monstruo, a quien amaba de todo corazón, y se entristecía de no verlo.

La décima noche que estuvo en casa de su padre, soñó que se hallaba en el jardín del castillo, y que veía cómo su Bestia Jungkook, inerte sobre la hierba, a punto de morir, lo reconvenía por sus ingratitudes.
Despertó sobresaltado, con los ojos
llenos de lágrimas.

«¿No soy yo bien perverso», se dijo, «pues le causo tanto pesar cuando de tal modo me quiere? ¿Tiene acaso la culpa de su fealdad y su falta de inteligencia? Su buen corazón importa más que todo lo otro. ¿Por qué no he de casarme con él? Seré mucho más feliz que mis hermanas con sus maridos. Ni la belleza
ni la inteligencia hacen que un persona viva contenta con su esposo, sino la bondad de carácter, la virtud y el deseo de agradar; y Jungkook posee todas estas cualidades. Aunque no amor, sí le tengo estimación y amistad. ¿Por qué he de ser la causa de su desdicha, si luego me reprocharía mi ingratitud toda la vida?».

Con estas palabras el Bello Jimin se levantó, puso su sortija sobre la mesa y volvió a acostarse. Apenas se tendió sobre la cama se quedó dormido, y al despertarse a la mañana siguiente vio con alegría que se hallaba en el castillo de la Bestia Jungkook. Se
vistió con todo esplendor por darle
gusto, y creyó morir de impaciencia en espera de que fuesen las nueve de la noche; pero el monstruo no apareció al dar el reloj la hora. Creyó entonces que le habría causado la muerte, y exhalando profundos suspiros, a punto de desesperarse, recorrió Jimin el Bello el castillo entero, buscando inútilmente por
todas partes. Recordó entonces su sueño y corrió por el jardín hacia el estanque junto al cual lo viera en sueños.

Allí encontró a la pobre Bestia sobre la hierba, perdiendo el conocimiento, y pensó que había muerto. Sin el menor asomo de horror se dejó caer a su lado, y al sentir que aún le latía el corazón, tomó un poco de agua del estanque y le roció la cabeza. Abrió la Jungkook los ojos y dijo a Jimin:

—Olvidaste tu promesa, y el dolor
de haberte perdido me llevó a dejarme morir de hambre. Pero ahora moriré contento, pues tuve la dicha de verte una vez más.

—No, mi Bestia querida, no vas a
morirte —le dijo el Bello Jimin—, sino que vivirás para ser mi Jungkook, mi esposo. Desde este momento te prometo mi mano, y juro que no perteneceré a nadie sino a ti. ¡Ah, yo
creía que sólo te tenía amistad, pero el dolor que he sentido me ha hecho ver que no podría vivir sin verte!

Apenas había pronunciado estas
palabras Jimin el Bello vio que todo el palacio se iluminaba con luces
resplandecientes: los fuegos artificiales, la música, todo era anuncio de una gran fiesta; pero ninguna de estas bellezas logró distraerlo, y se volvió hacia su
querido monstruo, cuyo peligro lo hacía estremecerse. ¡Cuál no sería su
sorpresa! La Bestia Jungkook había desaparecido y en su lugar había un príncipe más hermoso que el Amor, que le daba las gracias por haber puesto fin a su encantamiento.

Aunque este príncipe mereciese toda su atención, no pudo dejar de preguntarle dónde estaba Jungkook, la Bestia.

—Aquí, a tus pies —le dijo el
príncipe—. Cierta maligna hada me
ordenó permanecer bajo esa figura,
privándome a la vez del uso de mi
inteligencia, hasta que algún bello o bella joven consintiera en casarse conmigo. En todo el mundo tú solo has sido capaz de conmoverte con la bondad de mi corazón; ni aun ofreciéndote mi corona podría demostrarte la gratitud que te guardo y nunca podré pagar la deuda que
he contraído contigo.

Jimin el Bello, agradablemente
sorprendido, tendió su mano al hermoso príncipe para que se levantase. Se encaminaron después al castillo, y el joven creyó morir de dicha cuando encontró en el gran salón a su padre y a toda la familia, a quienes la hermosa dama que viera en sueños había traído hasta allí.

—Jimin —le dijo esta dama, que era
un hada poderosa—, ven a recibir el
premio de tu buena elección: has
preferido la virtud a la belleza y a la
inteligencia, y por tanto mereces hallar todas estas cualidades reunidas en una sola persona. Vas a ser un gran rey: yo espero que tus virtudes no se desvanezcan en el trono. Y en cuanto a ustedes, señoras —agregó el hada,
dirigiéndose a sus hermanas—, conozco sus corazones y toda la malicia que encierran. Conviértanse en estatuas, pero conserven la razón adentro de la piedra que va a envolverlas. Estarán a la puerta del palacio de Jimin el Bello, junto a Jungkook el príncipe, y no les pongo otra pena que la de ser testigos de su felicidad. No podrán volver a su primer estado hasta que reconozcan sus faltas; pero me temo mucho que no dejarán jamás de ser estatuas. Pues uno puede recobrarse del orgullo, la cólera, la gula y la pereza; pero es una especie de milagro que se corrija un corazón maligno y envidioso.

En este punto dio el hada un golpe en el suelo con una varita y transportó a
cuantos estaban en la sala al reino del príncipe Jungkook. Sus súbditos lo recibieron con júbilo, y a poco se celebraron sus bodas con su Bello Jimin,quien vivió junto a él muy
largos años en una felicidad perfecta, pues estaba fundada en la virtud.

— ¡Oh mi querido Jungkook, mi príncipe, estaré contigo hasta el día en que yo muera — Dijo Jimin el Bello a su príncipe Jungkook— te amaré hasta mi último aliento, devolviendo toda la bondad y amor que me has demostrado!

— ¡Mi Bello Jimin, el día en que mueras yo me iré contigo, pues no podría soportar tu perdida, ámame tanto como yo lo hago contigo, este príncipe quien alguna vez fue una gran bestia no hace más que vivir por ti! — Dijo el príncipe Jungkook, para después sellar sus promesas con un dulce y apenas roce de labios.








La historia terminó, quiero decir que los últimos dos párrafos fueron escritos por mí, ya que no quería dejar el final sin que ellos hayan profesado su amor ahora que ambos estaban casados, espero les haya gustado.

Tuve que cambiar varias veces cosas de la historia original, esto para que sea más adaptada al shipp principal, Kookmin, espero les haya gustado.

The beautiful and the beast [Kookmin Adaptación]Where stories live. Discover now