17

578 42 29
                                    

Quizás además de ser el asistente de Liam, Josh debía ingeniárselas para convertirse en otras dos personas; el mejor amigo y el amante de ese hombre. Suspiró al ver lo entretenido que se veía el castaño por una serie infantil. Lo más seguro es que se había acostumbrado a verlas gracias a su hijo, porque hasta los jodidos guiones se sabía el director. Payne besó el vientre del chico donde se encontraba acostado y cerró los ojos un momento aprovechando que estaban dando los comerciales. Amaba cuando Josh le acariciaba el cabello, era algo que hacía desde jóvenes cuando se conocieron.

—Eres como un niño. —se quejó de forma divertida Devine.

—Eso nunca ha parecido importarte. —se encogió de hombros, colocándose de pie para estirar su cuerpo desnudo. El pelinegro lo observaba con atención, se conocía ese cuerpo de memoria, cada parte la había explorado. Sabía cuáles eran los puntos débiles de Liam para llevarlo a la locura. —Ese día...

—¿Cuándo casi nos descubren? —concordó el asistente.

—¿Logré hacerle el hermano a Bear? —preguntó con una sonrisa burlona dibujada sobre sus labios, Josh le lanzó una de las almohadas.

—Reverendo...

—No te había visto tan excitado en mucho tiempo.

—¿A qué te refieres?

—Que siempre le andas dando vueltas a cosas sin sentido. —se rascó el vientre con pereza. Josh frunció el ceño. —Y ese día estabas concentrado en siendo nosotros.

—A como siempre andas pensando con el pene en vez de la cabeza. —gruñó el asistente. Payne lo miró con una ceja alzada. ¿A qué se debía ese cambio de humor?

—No sé cómo deba tomarme eso...

—Para ti este asunto es muy fácil. —dijo con su tono de voz más pesado. —Yo no ando pensando en cosas sin sentido, Payne. Pienso en el jodido mal tercio que soy aquí cuando tienes una familia a la que cuidas.

—Josh, no es eso...

—Nunca en la puta vida te pusiste en mi lugar. —continuó. —Desde que éramos jóvenes, siempre te importo lo que sintieras. No lo que ambos quisiéramos. ¿Qué hiciste conmigo cuando Cheryl apareció, eh? Ni siquiera te importó que estuviera enamorado de ti. ¡Ni siquiera te importa que siga enamorado de ti!

—Te estás pasando.

—Te aprovechas del hecho que no puedo superarte, que a pesar de que me apartarse, humillaste y traicionaste seguí ahí y sigo abriéndote las piernas cuando quieras. —el enojo del chico comenzó a mostrarse como lágrimas en sus ojos, sin embargo no dejó que Liam lo notara.

—Hablamos muchas veces de eso. —gruñó. Odiaba que Josh continuara recriminándole todo lo que hizo en el pasado, más cuando se había arrepentido de muchas cosas.

—Siempre dijiste la misma excusa. —se encogió de hombros. —Creo que tenías razón cuando me dijiste que no había espacio para alguien que no fuera tu esposa y tu hijo.

La habitación quedó en silencio desde el momento en el que el sonido de una cachetada retumbó en las paredes. Josh se tomaba la mejilla con los ojos como platos, viendo como Payne respiraba agitadamente. No se veía molesto, sino furioso. Pocas veces lo había visto en ese estado y lamentaba a las personas que llegaron a topárselo de esa manera, pero ahora era él quien estaba recibiendo esa furia. Su mejilla picaba, no iba a mentir al decir que el golpe no fue suave. Ni siquiera sabía qué hacer, era la primera vez que le alzaba la mano, estaba indignado, en shock, asustado. Tenía ganas de salir corriendo de ahí pero no tenía donde ir.

RIVALS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora