¿Quien es el?

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-Ah desapareció-Dijo Kanabun al ver que el enano no se encontraba por ningún lado. La momia y el chico vieron para todos lados algo confundidos, mientras tanto la chica de vestido amarillo veía la rosa en sus manos. La acercaría un poco a su nariz para olerla, aquella rosa tenía un olor peculiar. Su aroma era fuerte como si fuera fragancia masculina.

Al final el trío decidió que ya era mejor regresar a la carpa del circo junto a los perritos. El sol ya casi se ponía, cuando por fin llegaron a la carpa el jefe estaba tomando aire sentado en el césped mientras se recargaba en una roca —Oh, no esperaba que regresaran tan temprano muchachos — exclamó relajado mientras se paraba — Ufff estos pequeños si que nos han ayudado a ganar más público — se agachó acariciar a uno de los perritos. Todo transcurría con normalidad, la cena era preparada, el gigante bromeaba con comerse uno de los perritos, Midori lo regañaba diciendo que ellos eran familia no comida y al final todos iban a sus respectivas "habitaciones" (que eran más bien pequeñas divisiones que hacían al colgar mantas)

Uchisute se movía como gusano mientras tenía de nuevo aquella pesadilla que llevaba atormentándolo hace años — ¡a-ayuda...! — gritó despertando de golpe estirando donde antes se encontraba su brazo izquierdo. Se calmó al darse cuenta que solo se trataba de una simple pesadilla. Soltó un suspiro de alivio, se iba a acomodar para volver a dormir hasta que vio la silueta de un extraño

—Al parecer no estabas soñando con los angelitos, mi estimado amigo vendado— diría aquella silueta observándolo fijamente mientras estaba recostado en el piso con una mano echa puño apoyando su mejilla

—¿eh?...— estaba algo cansado como para distinguir quien era, hasta que vio que se trataba de aquel enano que le andaba coqueteando a Midori —Tú...¿Que haces aquí? ¿Quien eres?— dijo murmurando para no despertar a los demás, sobre todo a Midori

—Oh tranquilo, no vine a aquí para causar caos, soy un ser pacifista— se levanto caminado por aquella parte del cuarto donde dormían los integrantes que son varones. Veía a todos como si fuera un depredador viendo a su presa

Uchisute notó su mirada perversa, aquel sujeto no de la daba buena espina —¿Que quieres?— pregunto a la defensiva alzando un poco la voz haciendo que Kanabun casi se despertara —Si quieres unirte al circo lo siento, pero no tenemos espacio para otro miembro más—

El enano solo se rio burlón haciendo su carcajada despertara a los demás miembros del circo —Hey ¿por que hacen tanto escándalo?— reclamó la mujer serpiente deslizando la manta que dividía la habitación

—Es Uchisute, es lunático comenzó a reírse de la nada— dijo el gigante mientras se tallaba los ojos. Kanabun solo frunciría el ceño para tomarse hasta la cabeza e irse de nuevo a dormir

—¡¿Yo?! ¡Pero...!— Al momento de voltear aquel enano había desaparecido como si se lo hubiera tragado la tierra. Al final le echaron la culpa al hombre momia por despertar a todos. Midori fue la única que no se despertó por aquel escándalo, mientras dormía tenía aquella rosa a su lado.

Todos finalmente fueron de juego a dormir, mañana tenían una larga jordana en el circo. Uchisute pensó que todo había sido producto de su imaginación y que por sus traumas ya estaba perdiendo la cabeza. Pero lo sintió tan real que podría jurar que aquel sujeto le traería problemas en un futuro

Cartas a la chica de las camelias (midori x uchisute) AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora