~CAPÍTULO 6~

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Alana

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Alana

Me encontraba en la Universidad con mi grupo de amigos que constaban de Kate, Tamara, Elizabeth, Ian y Samuel.

Somos muy unidos, hacemos todo juntos, por ellos; es por quien empecé a salir a diferentes fiestas pero tomando mis precauciones a la hora de tomar un trago. Me sentía que me estaba convirtiendo en una persona más sociable de lo que eran con anterioridad.

Aunque me sienta dentro del grupo al que pertenezco, no me sentía del todo parte de él ya que al principio me costó mucho trabajo adaptarme ya que dure un meses en hacerme amiga de ellos cuando entre en primer semestre de la carrera.

Ya que con diferentes maestros de la carrera nos ponían a trabajar en equipo y era en donde nos reunimos, en diferentes departamentos de mis compañeros o en el mio y es ahí en donde se empezó a reforzar nuestros lazos de amistad.

Pero como era de costumbre en cada uno de los grupos de la escuela había un grupo que se encargaba de hacer la vida imposible a uno o varios de nosotros que se encontraba en el aula del salón. ¿Por qué lo digo? es simple y muy sencillo de entender.

Yo era una de sus burlas constantes y en el fondo ya me estaba cansando de ser el puerquito de sus burlas y de sus travesuras, si gracias a ellos más de una vez fui llamada a la dirección y me llamaban la atención y era sancionada con suspensión de clases o trabajos extras en mis trabajos.

Pero a mi defensa decía; que todo lo que pasaba no era yo quien lo provocaba si no, el grupo de amigos de Uriel quien se encargaba de hacer y decirme cosas que me afectaba y de las cuales se salía con la suya de hacerme sentir mal.

Por qué si tengo que aceptar mi autoestima estaba por los suelos cuando empezaba a estudiar la carrera y con Uriel detrás de mí, era peor; esa poca autoestima que me quedaba me la terminaba por pisotear.

Pero gracias a mis amigos un dia me arme de valor y le puse un alto, el cual se merecía y por lo que estuvieron todos suspendidos por dos semanas.

Flashback

Era a mediados del segundo semestre cuando me decidí a decirles sus verdades aunque me moría del miedo, porque no sabía cómo iba a reaccionar, porque Uriel; ya me estaba colmando la paciencia, la cual un poco más de su veneno iba a explotar, por lo tanto desearía mil veces que fuera antes de que pasara algo de lo que sabía que iba a tener sus consecuencias.

Me encaminó a las canchas de fútbol y me pongo detrás de él y habló fuerte y claro

—¡Hola! ¿Quiero hablar contigo pero a solas?—dije algo nerviosa

Uriel estaba de espaldas a su grupo, sus amigos se quedan callados cuando me ven llegar.

Se da la vuelta y se me queda viendo. Como si fuera un bicho raro.

—¿Qué quieres? pingüina— dijo arrogante y prepotente

—¿No escuchaste? o te lo tengo que repetir—dije calmada

— Si escuche, pero quiero que me lo vuelvas a decir.

Ahi me colmó la paciencia y me tuve que calmar un poco para responderle de mala forma y ser castigada, por algo que no hice.

—No te lo voy a decir de nuevo y si no quieres que te diga lo que tengo que decirte está bien pero eso si —deja de chingarme a mi y busca algo más interesante en tu puta vida.—dije lo más enojada que pude.

Me iba a retirar de donde estaba parada, ya me estaba dando la vuelta cuando siento su mano en mi brazo haciendo un poco de presión en el.

Me voltee de nuevo hacia él para encararlo.

—Me puedes soltar, me estás lastimando.

—Te voy a soltar pero me vas a escuchar todo lo que tengo para decirte, mi querida pingüina.—dijo con arrogancia y enojado.

—Si te escucharé, pero al igual que tu yo tengo una sola condición que dejes de decirme pingüina y me llames por mi nombre Uriel—dije lo más calmada posible.

—Esta bien Alana.—dijo soltando su agarre de mi brazo y un poco más calmado

—Vez Uriel que te cuenta decirme por mi nombre.

—Nada. —dijo con una sonrisa a medias

Me invitó a que nos sentáramos en las gradas de las canchas de fútbol para empezar aclarar todo esto pero alejados de su grupo de amigos.

Nos encontrábamos en un silencio incómodo, por lo que yo intervengo, quería terminar con esto de inmediato.

—¿Uriel para esto me dijiste que querías que habláramos? ¿Para no decir una sola palabra? —pregunté

—No Alana, pero me cuesta trabajo encontrar la forma de entablar una conversación contigo ya que lo único que he hecho es intentar hacerte daño y que te sientas mal por mis palabras que se que te hieren—dijo con la mirada en el suelo.

—Uriel mirame—levanta la cabeza y su mirada se cruza con la mía, me pongo nerviosa pero digo lo que me sale—olvida todo lo que me dices y ya no me llames como me llamas y todo estará bien.

—Pero Alana, es algo que no puedo dejar de hacer.—dijo con tristeza en sus ojos

—Lo sé Uriel, pero si me permites ayudarte a cambiar y enseñarte que hay formas mejores de hablar y de ver la vida vas a ver que conseguiremos ver la vida desde otra perspectiva. —dije lo mas pasiva que pude y viéndolo a los ojos.

—Estoy dispuesto a que me enseñes a cambiar y ser mejor persona cada día— dijo con una sonrisa en sus labios y con los ojos cristalinos.

—Pero este cambio no tiene que se por mi, no por tus amigos y mucho menos por tu familia, tiene que ser por ti y por nadie más.—dije

—Si quiero cambiar por mi y dejar de ser la mierda que soy con las demás personas, que no tienen la culpa de mis temores y mis problemas, todos buscamos una solución fácil y a veces las pagamos con quien no se las merecen.

Me da mucha nostalgia tener una idea de todo lo que le sucede ya que todo este comportamiento lo hace por que tiene algo que esconder, cosa que me encargare de averiguar y haré todo lo que este en mis mano por ayudarlo y sacarlo de donde se encuentra.

Fin del Flashback

Desde ese momento me convertí en una especie amiga para él, si se puede decir de esa manera, al principio le costó mucho trabajo por que se fue alejando de a poco de sus amigos, me contó que ellos no aceptaban el cambio, pero él sabía que todo esto le iba a traer buenos resultados en un futuro.

Y más si estaba estudiando una carrera en donde se trata de irse descubriendo a uno mismo y de cambiar para no volver a cometer esos mismos errores.

Cosa que veía en este tiempo que estábamos compartiendo juntos dentro y fuera de la universidad.  

  

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Mi niña bonitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora