~Extra 2~

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Alana

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Alana

Nos encontrábamos en un lindo lago en las afueras de Madrid, era un paisaje muy bonito, tenía esa magia de transmitir tranquilidad y armonía, pero en mi situación era muy diferente tener este tipo de sensaciones, estaba llena de nervios y de incertidumbre de no saber qué es lo que realmente vaya a pasar en estos efímeros momentos.

Adair había rentado una furgoneta, en ella nos trasladamos hasta aquel lago.

En la parte de atrás no me dio ni la oportunidad de ver que era lo que contenía, ya que todo estaba oscuro.

Si tengo que aceptar este chico se ha encargado de hacer que mis días sean más emocionantes y más llenos de vida. No sé en qué momento se volvió tan indispensable para mí.

Pero tengo que ser realista, las personas no pueden durar para siempre, todos en algún momento de la vida cumple lo que vienen hacer en nuestro camino y sin avisar toman otro camino, por eso tenemos que aprender a ser un poco frías ante las personas que nos quieren por nunca vamos a saber cuando ya no formarán parte de nuestro presente.

Nada más espero que todo esto dure para toda la vida y no se convierta en un sueño nada más.

En estos días que acepté ser su novia, me ha llenado de recuerdos y anécdotas únicas que nunca voy a olvidar, se ha esmerado en convertir cada momento que pasamos juntos en único e inigualable y mágico.

Cuando llegamos al lago, lo intento ayudar pero me lo impide, me deja en el lago y empiezo a escuchar que abre la cajuela de la furgoneta y cuando ya había terminado de hacer lo que estaba haciendo.

Siento que se pone atrás de mi y me sujeta de la cintura, me apega a su pecho, admiramos por un momento el hermoso paisaje que nos regalaba la propia naturaleza.

Por un instante me volteo para darle un beso en aquellos lindos labios que me tienen atrapada desde el momento uno que tocaron mis labios.

Es como dicen que los besos pueden ser como los buenos libros, no puedes dejar de pensar en ellos. Te transportan, se quedan contigo y quieres devorar cada página y no quieres que se acaben nunca.

Eso es lo que me pasa cuando pruebo los labios de Adair, me vuelvo adicta y se convierte en uno de mis libros favoritos pero en sí no cambiaría mi biología favorita "Deja que ocurra de Alice Kellen".

Despejo cualquier pensamiento y me dedico a disfrutar del momento que nos estamos regalando los dos mutuamente.

Siento que me muerde mi labio y en eso me separa y lo que mis ojos ven es que la furgoneta está adornada con luces alrededor de la cajuela y dentro de ella había un pequeño picnic. En verdad Adair es el hombre que todas querían tener, pero en estos momentos la afortunada era yo, pues decir que era mío y por mi nunca lo voy a dejar que se vaya.

Mi niña bonitaWhere stories live. Discover now