Entendí Y Descubrí, El Infinito Entre Los Dos

CAPITULO 14

ARTHIT'S POV

Había pasado el tiempo yo aún quería a Kong, pero también quería su felicidad.

Seguíamos siendo buenos amigos y yo seguía de “novio” de Nam, a ella no le molestaba ni a mi tampoco.
Nam sale cuando se le apetece poniendo la escusa que va estar conmigo.

Hoy era una día especial, era el cumpleaños de Kong y no era solo eso, después de tanto pensar el asunto me iba a confesar.

Todo parecía marchar más que bien este día ya que Kong me mando un mensaje.

💬💌

—¿Arthit? ¿Qué vas hacer hoy?

—¿Por qué?

Hice como el que me había olvidado de esta fecha, ya que quería sorprenderlo.

—Pues quería saber si quieres cenar conmigo esta noche.

—Bueno...

Estaba más que feliz, todo estaba saliendo de mil maravillas.

—Ve a las 7pm en el  restaurante  "Souvenir"

—Bueno te veo, más tarde Kong.

💌💬

Todo ya estaba encajando a la perfección, solo que daban algunos detalles, uno de ellos mi mamá. Pero le había dicho a Nam que necesitaba su ayuda.

Y ahí estaba ella a las 6 pm en la puerta de mi casa. Listos para lo que seguía.
Entremos a mi habitación para afinar los últimos detalles.

—Ya era hora...pensé que moriría antes de que este día llegue. No te olvides decirme todos los detalles, todos mi querido amigo.

—No exageres Nam... Ni pienses que te voy a dar detalles de mi noche con mi futuro novio.

Novio... Era realmente lindo llamarlo así, aunque todavía no lo fuera pero estaba más que seguro que de esta noche no pasaba.

Seguíamos hablando entre risas y bromas hasta que unos toques en la puerta nos detuvieron.

—Pasa mamá

—Arthit, puedes prestarme tu celular para realizar una llama importante.

—Si, claro — le entregue el móvil.

Así apenas dieron las 6:30 pm, salimos de mi habitación, le pedí a Nam que me espere afuera que solo me despedía de mi madre y bajaba.

—¿Mamá? ¿Dónde estas?

—Estoy en el armario.

Camine hacia ese lugar era una habitación un poco grande ya que a mamá le gusta mucho la ropa.

—Arthit cariño me ayudas a bajar esas cajas —señaló a las cajas en lo alto.

—Claro mamá —tome una banco para poder alcanzarlas. De pronto sentí un fuerte ruido, que indica que la puerta fue cerrada seguido por un “click”.

—Arthit, lo siento —hablo al otro lado

—¿Mamá? ¿Qué pasa? Abre la puerta...

—Un día entenderás que todo lo hago por tu bien. No voy a dejar que cometas una locura.