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billie: no lo sé

A veces estamos tan cegados por un amor imposible, que no nos damos cuenta que la persona a nuestro lado, es la correcta.

Billie y T/n han sido amigas por casi 13 años, se conocieron en la escuela primaria y desde el día uno, se volvieron inseparables. La locura y lado artístico de Billie se complementaba con el lado tranquilo pero también artístico de T/n. 

Niñez, adolescencia y principio de adultez, siempre juntas creando recuerdos que las acompañarían todas sus vidas.

A T/n nunca le importó que la vida de Billie sea un poco alocada debido a su trayectoria a la fama. En más, la joven siempre estuvo junto a ella cuando las cosas se tornaban un poco difíciles e intolerables, lo cual Billie siempre le agradeció. Como cuando Billie se descubrió sintiendo cosas por las mujeres, rápidamente recurrió a su mejor amiga, quien sin dudarlo la aceptó y aseguró que no había nada de malo.

Maggie y Patrick amaban a la joven, los días que ellos se marchaban a viajes de trabajon, confiaban plenamente en ella, sabiendo que T/n cuidaría de su hija mejor que nadie. Esto era la gloria para ambas chicas ya que pasaban más tiempo juntas, sin tener que preocuparse por los toques de queda.

Con esta acotación, el día que ambas muchachas decidieron mudarse a un departamento juntas, no hubo ningún problema, incluso la señora y señor O'Connell se ofrecieron a conseguirles el mejor piso de Nueva York.

T/n y sus padres se negaron rotundamente, pero eso fue en vano ya que de un momento a otro, Billie y T/n eran dueñas por contrato de un apartamento ubicado en Brooklyn, con la condición de que T/n cuide de Billie y la mantenga fuera de prisión.

La cantante estaba un poco desconcertada al escuchar eso de su madre, como si la joven fuera su niñera y no su amiga, o peor que su madre no confíe en ella y su madurez. Pero luego recordó las veces que fue retenida en la estación policial por vandalismo y se calló.

Todo iba más que bien hasta que, por supuesto, llegó el momento de relaciones. T/n había conocido a esta hermosa chica llamada Madison. Pero, ¿qué se puede decir? Tenía una cara bonita pero, nada que decir.

Billie estaba furiosa, detestaba llegar a casa y escuchar las risitas tediosas de Madison. Detestaba la mirada hambrienta de Madison cuando ojeaba de arriba a abajo a T/n. Detestaba que sea una mimada y obtenga todo lo que le pedía a la joven. Detestaba que la joven no le preste atención a ella.

¿Qué le ocurría?

-¡Estoy harta, Madison! ¡Haga lo que haga, siento tu respiración en mí cuello! ¡No confías en mí!- se escuchó desde la sala de estar donde Billie se encontraba dibujando, pero rápidamente su atención se enfocó en la pareja.

-¡Confiaría en ti sí no tuvieras a esa zorra atrás tuyo todo el tiempo!- el ceño de la joven se frunció en pura confusión, junto al de Billie.

La cantante sabía que no era correcto meterse en asuntos ajenos pero, ¿quién la juzga?, las paredes eran delgadas y los gritos demasiados fuertes.

-¿De quién mierda estás hablando?

-¡Tú sabes muy bien!

-¡Claramente no!

-¡Tu amiguita querida, Billie! ¡Es obvio que tiene sentimientos hacía ti! ¡Me odia!- gritó y Billie se ahogó con su propia saliva.

-¿Billie? Estás completamente loca, Billie y yo somos amigas desde que tengo memoria. Nada más.

-Bueno, díselo a ella. No parece pensar lo mismo- contestó Madison con su mano apoyada en la cintura.

-No sabes nada de lo que dices. Y me gustaría que no la llames zorra.