11. Fantasmita

333 22 0
                                    

P.V Andrés

Al día siguiente me despierto lentamente y veo una musculosa espalda, abro los ojos rápidamente y me encuentro a que estoy abrazado a Héctor, pero no solo eso, él tenía mis manos cogidas y joder, que tierno.

Me entraban ganas de besarle.

Vale, eso no debería de haberlo pensado.

¿Es raro querer besar a tu mejor amigo con el que ya te has hecho tres pajas?

¿Significa algo? Nah, solo ha sido una tontería, sigamos pensando en Héctor.

En que me encanta abrazarle, puede sonar mega cursi y si me escuchara me pegaría una bofetada en vez de enamorarse de mí...

Pero aunque Héctor no me devolviese los abrazos, eran mis favoritos. Como se intentaba escapar de ellos y luego yo conseguía que se dejase abrazar, mientras resoplaba y me apartaba a los pocos segundos.

Haber dormido así con él me hacía sentir feliz y especial.

Si algún día conseguo que Héctor me de cariño y diga todo lo que significo para él, juro que ya podré morir feliz.

Porque era verle sonreír, conectar últimamente por nuestros roces que terminaban yendo a más y acabar dormido tan cerca suya y... Joder, me llenaba al completo.

Sin darme cuenta me había quedado bastante tiempo más abrazado a él, aunque ya estuviese despierto quería seguir así hasta que él se despertara también, para ver su reacción al vernos tan juntos.

Héctor se despierta a los pocos minutos, lo noto porque me suelta de las manos y se aleja un poco pegándose a la pared.

Dolía un poco el rechazo de esa manera, pero bueno era Héctor,

¿Qué me esperaba?

¿Qué se despertase y me diese un beso como si fuesemos una pareja?

Eso solo pasaría en mis sueños, porque como siguiesemos en este plan es lo que iba a pasar, me iba a acabar enamorando.

- Parecíamos novios - Bromeo, y al momento pienso que soy idiota.

Encantado, soy Andrés el idiota, ese mismo que dice lo que no debe de decir cuando está nervioso.

- Más te gustaría - Comenta él rodando los ojos y sonriendo.

Menos mal, al menos estábamos bien, como siempre.

Ambos nos vestimos y después de desayunar decidimos ir a la piscina pública, hacía ya bastante calor y ninguno teníamos una mansión con piscina como Eric o Samu.

Héctor ya está metido en la piscina y yo mojando las piernas sentado en el borde, pasa una chica por delante nuestra guiñandome un ojo, yo aparto disimulamente la mirada hacia Héctor haciendo como si no la hubiese visto a ella.

Debo de estar enfermo para rechazar a una chica que está buenísima.

Pero quería concentrarme en pasar tiempo con mi amigo, así que aprovecho que se me había quedado mirando, seguramente también algo extrañado por como he evitado el contacto visual con la chica, y le hago venir hacia donde estoy, para ahora pasar las piernas por sus hombros y montarme en ellos.

P.V Héctor

¿Acababa Andres de rechazar a una piba que estaba buenísima?

¿O era yo y mis delirios por tanta cursileria que pensaba?

Se sube a mis hombros y esta vez se la dejo pasar.

-Me sueltas y te mato. - comenta agarrándose fuerte con sus piernas a mi.

Arder en tu fuego Where stories live. Discover now