《Capítulo XIII》: Tocando A Tu Puerta

189 23 3
                                    

Las lágrimas son una válvula de escape para nuestro dolor

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Las lágrimas son una válvula de escape para nuestro dolor...la única manera que tenemos para sacarlo de nuestro cuerpo y liberarnos de su influencia, aunque la realidad es que no siempre funciona.

¿Cuántas de esas había derramado en todos esos años? 

Eran causadas principalmente por la desesperación que no parecía dispuesta a dejarlo solo mientras se esforzaba en buscar un futuro mejor para él y sus familiares, pero también obedecían a un corazón lastimado y un alma que había perdido de plano la esperanza de llegar a ser feliz; al menos así había sido hasta el momento en que un verdadero ángel bajado del cielo entró en su vida y lo indujo a creer que incluso lo imposible, podía hacerse realidad. Shouto estaba convencido que es doblemente cruel mostrarle lo que es el sol a un hombre apresado en la más fría y oscura de las celdas, antes de encerrarlo de nuevo por quien sabe cuánto tiempo...al menos antes de eso no sabía de lo que se perdía, antes de conocer la luz podía vivir fingiendo que no había nada mas allá, pero después de sentir la tibieza de su tacto sobre la piel, deslumbrarse por su belleza...ya no podía volver a ser el de antes y el sufrimiento solo aumentaba. No podía decirse que se arrepentía de haber dejado entrar en su vida al adorable pecoso que ahora vivía bajo su techo, porque seguro algo como eso no sería posible nunca, pero ahora tenía que enfrentarse a la necesidad de desprenderse de él, aprender nuevamente lo que era sumergirse en la nada que poco a poco trataría de matarlo...o lo hubiera hecho si no contara con la incondicional ayuda de su mejor amigo en todo el mundo.

-Sabías que vendría tarde o temprano- repuso el joven de sonrisa afilada, medio sentado cómodamente frente al escritorio de trabajo de su amigo, jugando como un niño con varias de sus carpetas de documentos, como si estas no fueran otra cosa que gigantes cartas con las que trataba de construir un castillo

-Deposité suficiente dinero en su cuenta para asegurarme que no- fue su sincera respuesta; de su padre había aprendido la importancia del dinero y la forma en que este podía librarte de un buen número de dificultades si eras lo suficientemente astuto para eso ¿Por qué entonces su esposa había llegado hasta ahí sabiendo lo mucho que la aburrían las ciudades pequeñas? No estaba seguro, aunque lo más probable es que se le hubieran agotado las diversiones con las que contaba en otros lugares, además de que, cada tanto, la pelinegra parecía encontrar cierto grado de disfrute en verlo sufrir...

-Nunca fue suficiente, y nunca lo será

-Pero...

-Shouto- lo llamó con ese tono serio que rara vez solía usar, razón más que suficiente para que el bicolor cerrara la boca y escuchara –Sé que tienes miedo; conozco cada parte de esta historia mejor que muchos, incluyendo a todos tus hermanos...he estado a tu lado, siempre pensando en una solución, pero ambos sabemos que al final solo nos motivábamos para no perder por completo la cabeza, porque ya no existía esperanza

-Eres un buen amigo, Eiji

-¿Seguro? Yo siempre creí que podía haberlo hecho mejor- confesó con una triste sonrisa que le hizo pensar que también había terminado por dañarlo a él, lo que lo hizo sentir tanto culpable, como temeroso de que pronto el rubio cenizo con el que Kirishima pasaba tanto tiempo, viniera a cobrar venganza...una bien merecida, por cierto -Pero lo que ahora importa es que puedo darte el valor que necesitas para pelear una vez mas

Retornando A Tus Brazos (Tododeku)Where stories live. Discover now