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        Habían pasado varias semanas desde que Taehyung y Jungkook comenzaron a "salir", ya que la relación no estaba formalizada. Y desde luego que querían, sin embargo, la situación en la que se encontraban era complicada. Además, siempre que alguno sacaba el tema, terminaban peleándose y luego reconciliándose con sexo.

        Taehyung amaba a Jungkook. Dejando de lado el sexo y las insignificantes peleas, amaba cuando lo mimaba, lo abrazaba, cuando dormía con el en cucharita, cuando lo invitaba a salir, cuando lo hacia sentirse querido. Era inexplicable lo que Jungkook lo hacía sentir

       Pero tampoco quería presionarlo con lo de ser novios y eso. Tenía más que claro que si llegaba a salir a la luz, todo se arruinaría y él perdería su empleo.

        —¡Vamos, Kookie! Llegaremos tarde a la película.— puchereó mientras se comía una palomita del balde que traía en la mano.

        Jungkook había invitado a Taehyung al cine el día de hoy. Al parecer verían una película de miedo, ni siquiera sabía el nombre, ya que no le importaba mucho ver la película, sólo quería estar con Taehyung. Por eso mismo, no le importaba llegar tarde a la película y tampoco subir más rápido las escaleras cuando el menor le insistía en apurarse.

        —Tae, no sé si sabías pero antes de que empiece la película, hay diez minutos de propaganda.— espetó, llegando hasta donde estaba el menor y plantando un beso en su mejilla. 

        —Hiy diiz minitis di pripiguindi.— lo imitó "enojado".

        —Buenas tardes, caballeros. ¿Puedo ver sus boletos?

        El pelinegro dejó a un lado los refrescos que traía en la mano para sacar los boletos de su bolsillo. La muchacha los recibió y les sonrió amablemente.

        —Disfruten la película.— se despidió.

        Comenzaron a caminar hacia la sala, entraron y buscaron sus asientos. Minutos después comenzó la película. Al parecer se trataba de un espíritu que asechaba a una familia, la típica película de espíritus con el mismo final de siempre. Así que envés de verla, miró a Taehyung: sus facciones, las distintas expresiones de sus ojos, su labio siendo apresado por sus dientes, su cabello. No sabía por qué Taehyung todavía no pertenecía a un museo de arte.

Encontraba adorable el hecho que cada vez que Taehyung se asustaba, tomaba inconscientemente la mano del pelinegro. Y en eso fue que Jungkook entrelazó sus manos, ganándose una linda sonrisa del menor.

Sus manos no se separaron en ningún momento. Hasta cuando terminó la película, salieron de la sala comentando la función que acababan de ver. Pero en un momento, Taehyung dejó de caminar.

        —¿Pasó algo?— preguntó preocupado, parándose frente al más bajo.

        —Gracias por invitarme, hyung. Me gustó mucho la película.— besó su mejilla.

        El pelinegro sonrió, agarrando al menor de la cintura para besarlo. Muchos se quedaron viendo la escena, enternecidos. Sin embargo, una de entre esas personas, los conocía a ambos, y miraba la escena con indignación. 

...

—Ahora, te vas a deleitar con mis increíbles dotes culinarios.— anunció el castaño orgulloso.

You warm me up ✧ KookTaeWhere stories live. Discover now