Dazanos Azules 2

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Hey que les parece los problemas siempre persiguen a nuestra amiga, pero que tiene que hacer, hacerles frente, no se pierdan este interesante libro con todas sus ocurrencia y burradas, los misterios que encontrara en esta tierra y los amigos que conocerá.    

 Era de mañana habia que partir, mire a mi alrededor Rusell no estaba, se había ido. Me levante, me vestí y me prepare, teníamos que partir. Entro Atlea apresurándome debíamos llegar antes de que anocheciera, cuando estábamos alistando los bacallos Mede Meket nos entrego con cariño una una bolsa de comida. Me dio un fuerte abrazo como si supiera que tal vez no nos volveríamos a ver.

---¡Coma! esta muy flaca---dijo intentando disimular la tristeza, luego abrazo a Atlea con cariño y se dio la media vuelta de regreso a su cocina. La relación que ellas habian desarrollado básicamente se basaba en "Hiervas y Fastidiarme la vida" Unos minutos para partir busque por todos lados el rostro del joven con quien habia compartido estos últimos días, nada solo las palabras de su jefe de guardia.

---Lo lamento y Rusell también, surgió un imprevisto y tuvo que partir de emergencia a la frontera de Orionset---fue la única su explicación---Pero me dijo que le comunicara que pronto se volverían a ver---una promesa que no sabia si se cumpliría, como todas las que nos hicimos pensé.

Nos montamos y salimos rumbo al Castillo Graywood, Musie Alea se había adelantado para atender ciertos algunos asuntos, aya nos encontraríamos. Durante todo el camino me extraño que Atlea no me estuviera molestando, normalmente es es su manera de matar el tiempo, esperen un momento hable muy rápido.

---¿Y bien?---dijo.

---¿Y bien qué?---pregunte.

---Bueno...al parecer no es tan malo aparearse---dijo la desgraciada, mientras yo fruncía la boca y volteaba los ojos al cielo.

---No lo sé tu dímelo...¿No te gustaría intentarlo?---le propuse molesta.

---Y quien dice que no lo he intentado---exclamo indignada.

---No creo que haya hombre con tanto valor para compartir tu cama---asegure desquitándomela.

---No se necesito que tenga valor---dijo maliciosamente.

---Muy bien suficiente---no quería escuchar alguna de sus historias de posesión.

Al llegar a los limites de Lithglast, le agradecí a Sir John por su compañía, su bondan habia sido suficiente, desde este punto nosotras podíamos seguir solas. No le gusto mucho la idea pero ambas insistimos, quedaba poco camino por recorrer y ya habíamos entrado en el territorio de Graywood.

---A Rusell no le va a gustar---murmuro.

---Estaremos bien---insistió Atlea. Y ante eso de mala gana se dio la media vuelta y partió. Como nos indico, tomamos la vereda de camino ancho, entre el espeso bosque de Graywood, sus imponentes árboles de troncos gruesos y ásperos, forrados con hojas de múltiples matices grises en forma de estrellas explicaban el nombre del lugar. Sus arbustos y frutos le impregnaban un poco de color al lugar y al fondo inmensas montañas blancas se levantaban formando un muro. Era un paisaje hermoso, donde se decía que terminaba Griseland y después de ellas solo hielo, un desierto de hielo sin vida, nadie nunca habia pasado la fronte de mas allá. Ahora entendía porque a Russell le gustaba venir tanto la sensación de estar protegidos se respiraba en el aire, ademas que era la tierra de nación de su madre, la reina Ave, amaba el clima y los ruidos del bosque.

Por estar mas al norte solía ser mucho mas frió que Ligthglast, incluso mas que Nortland y de echo solo tiene dos meses cálidos al año, el resto era frió y nieve, zona de laderas y montañas, rodeada de muchos ríos de aguas heladas y de criaturas únicas. A pesar del clima los arbustos proveen frutillas de varios sabores y colores, rasmos morados (moras), buesas (frambuesas), safreras (fresas) y nosaros (arándanos). Hongos azules de frio, crecen gracias a la humedad son recolectados durante la noche que es cuando se abren y brillan con sus tan fluorescentes colores. Flores que crecen entre los árboles, adornan el paisaje con sus únicos colores, destilando una diversidad de aromas tímidas se esconden al contacto del que las roce. Y en medio de esta vegetación sin igual habitan pequeñas especies de nejoscos (conejos), rozos (zorros), nespies (puerco espines), hosbus (búhos) y nadusves cola gris muy bellos por cierto. Recuerdo que Mede Meket me dio dos advertencias acerca de una planta en especifico y de uno de los animales que habita en estos parajes, pero que lastimosamente en este momento no logro recordar.

Ya estaba cayendo el sol y a Atlea no le agradaba viajar en la noche, estaba ansiosa por llegar pese a que no era muy tarde pero ya estaba oscureciendo, porque en estos bosques por lo general las horas de luz suelen ser menos, que las horas de noche y mucho más en estas zonas del norte. Cuando ya habíamos recorrido casi mil varas adentro empecé a percibir algo extraño, no se escuchaba ni un solo ruido, un silencio lúgubre se había apoderado del lugar y no me gustaba nada. Le pedí a Atlea que aminorara el trote del bacallo, para poder escuchar con más atención. Mi padre siempre me decía que tuviera cuidado al pasar por veredas, la espesura de la vegetación, las ramas de los árboles y lo angosto del camino facilitan las emboscadas por la poca visibilidad y espacio. De repente algo golpeo a Atlea, que iba al frente mío, salió volando del bacallo cayendo entre unos arbustos de dazanos azules, no lo podía creer, al parecer no vio una rama, golpeo en ella y ahora estaba siendo mi mejor escusa para burlarme de ella. Retorciéndome de la risa baje a ayudarla a levantar.

---Bonito aterrizaje---me burle.

---Cállate---decía---Lo que me golpeo y no fue una rama---dijo tomando mi mano rápidamente para ponerse en pie.

---¿A que te refieres?---pregunte y justo cuando dije eso, algo me tomo por la cintura con fuerza.

---Quieta muñeca...no te muevas---ordeno la vos, pero sin voltearlo a ver le di un fuerte golpe en el costado, este se doblo, me liberte y me le plante enfrente en guardia. Tenia ante mi lo que parecía un soldado de mi tío, un oscuro muy alto, grueso y de cabello tan negro como la noche, solo que vestía otro tipo de ropa y tenia una horrenda cicatriz que le cruzaba de la cara al cuello, debía de ser una marca de batalla.

---¿Quieres jugar?---dijo el hombre sonriendo.

---Te lo advierto..si intentas tocarme de nuevo perderás la mano---lo amenace.

---¿Y con eso me la cortaras?---se burlaba al verme desenfundar una daga, la espada estaba en el bacallo. Y sin dejarlo decir una palabra mas me lance a tomarla, me agache y pase debajo de él di una vuelta y la tome.

---Suelta eso, te puedes lastimar---gruño furioso el tipo.

   ---Vete y déjanos en paz---le advertí, el mastodonte sonrió y se me vino encima, me lanzo varios golpes intentando primero quebrar la espada y luego quitármela, pero no lo conseguía hasta que le roce el hombro con ella.

---Orra---chillo furioso.

---La próxima te cortare la mano---le advertí y de nuevo se me vino encima, me ganaba en peso pero yo en agilidad, golpe, atajada, me le escurría, golpe, atajaba me le zafaba, pronto logre darle dos cortes mas y él me logro conectar uno en el hombro............4/75....continuaraaaaa



Mientras tanto en la casa de locos, Brand deja de fastidiar a Russell porfavor!!

Mientras tanto en la casa de locos, Brand deja de fastidiar a Russell porfavor!!

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Griseland: BrandWhere stories live. Discover now