Just friends? [Park Jimin + 18]

Episode 31.

Mis ojos se sentían pesados y estaba renuente a abrirlos, pero sentía que mi cuerpo recibía un estimulo que provocaba que mis vellos se erizasen. No llegué a abrirlos, pero me percaté del factor que provocaba mi delicioso y placentero estímulo.

Los labios de Jimin recorrían la piel de mi cuello con besos húmedos, mientras me abrazaba desde atrás con una marcada erección clavada en mi culo cubierto por los bóxer de que me ha prestado. Solamente hizo falta que me diera cuenta de esa situación para comenzar a mojar la única prenda que traía puesta.
     
―Buenos días, amor―bisbiseó con voz grave a mi oído, haciéndome suspirar inconsciente. Succionó el lóbulo de mi oreja y dejó un beso justo bajo esta.

―Buenos días―musité, sin abrir mis ojos, sintiendo mi voz rara al acabar de levantar―¿Como dormiste?―inquirí abriendo mis ojos y volteándome ligeramente para verle su hermoso rostro, que estaba algo hinchado, con su cabello revuelto y un aspecto de lo más sensual. 

―Perfecto, soñé contigo―musitó con un deje de sensualidad. Sus labios volvieron a apoderarse de mi cuello, impartiendo succiones profundas que lograron hacerme jadear. El brazo que rodeaba mi cintura, acarició la piel desnuda de mis muslos, y los apretó entre sus manos a la misma vez que presionaba su erección en mi culo. Mi centro palpitó ansioso inmediatamente.
   
―¿Qué soñaste?―inquirí con mi respiración agitada, a pesar de tener la idea por haberme despertado de esta manera tan caliente. Él acercó sus labios a mi oído, lo pude notar al sentir la respiración contra él.

―Prefiero hacer la representación grafica―masculló, descendiendo hábilmente con sus manos el bóxer que yo traía puesto esa mañana. Volteé mi cabeza para ver su rostro, encontrándome con su mirada lujuriosa y deseosa que me encendió aún más de lo que estaba ya. Intenté voltearme completamente, pero él me lo impidió, y en cambio vi como se deshacía de su bóxer a la velocidad de la luz, dejando su miembro al descubierto. Me mordí los labios anticipando lo que haría cuando comenzó a acomodar con sus manos mis piernas y colocó su miembro en mi entrada, sin penetrarme aún, cosa que me hizo entrar en desesperación.

Sus labios viajaron por mi cuello y la piel de mis hombros y su mano trazó un camino desde mi vientre hasta mi pubis, llegando a mi sensible clítoris, que comenzó a estimular con sus dedos, a la vez que sus dientes maltrataban la piel de mi cuello. No sabía si aplaudirle por estarme masturbando de una manera tan genial o gritarle que me penetre de una vez y deje de torturarme. Me limité a gemir agudo y a concentrarme en cómo sus dedos se movían en círculo  sobre ese punto tan placentero. 

―No sabes lo que me pone escucharte gemir―entreabrí mis labios, respirando marcadamente cuando sus dedos comenzaron a moverse más rápido. No llevaba ni cinco minutos y me sentía a punto de explotar.

―J-jimin…métela ya―gemí a punto de vaciarme completa y sin entender por qué su punta estaba en mi entrada y no acababa se penetrarme. 

―Me has salido mal hablada, ¿Qué es eso de que te la meta, eh?―masculló con sorna, mordiendo el cartílago de mi oreja con suavidad.

―M-me v-voy a…―musité incapaz de seguir con la frase.

―Eso es, córrete para mí.

Su voz sensual a mi oído me estaba volviendo loca, además de que no paraba de estimular esa región tan sensible que es mi cuello. Y lo que me hizo explotar completamente fue cuando su miembro se abrió paso en mi centro con suavidad, sin dejar de estimular mi clítoris. Sentía los espasmos de mis paredes vaginales cerrarse en torno al miembro de Jimin y como él gruñó a mi oído al sentirlo tan bien.

―Joder, J-Jimin, ¿no hubo descanso en tu sueño?―inquirí cuando sentí un ligero dolor por estar tan sensible. 

―No, pero voy a ir despacio.

Jimin no se movió y llevó una de sus manos a mi pecho, que se encontraban erecto por la excitación y lo apretó, haciéndome jadear intensamente. Llevó dos de sus dedos a mi boca, que me encargué de chupar y embadurnar con mi saliva para luego él llevarlo a mi pezón y comenzar a moverlos en círculos y  tirando de ellos de vez en cuando.