3.

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Así fue como inició aquella historia de amor prohibido, que echaba raíces en el mundo de los humanos.


Con el paso del tiempo, los sentimientos de ambos se fortalecieron aún más. Aquel diablo aprendió el significado del amor, y Hyungwon comprendió que nunca debía creer ciegamente en las opiniones de los demás, ya que sólo con sus propios ojos debía ver para poder juzgar.


Ambos eran sus mayores secretos, nadie podía saber de su amor. Sus encuentros en el mundo humano se convirtieron en puro romance y pasión. El ángel amaba su rebeldía y desparpajo, y Hoseok su dulzura y alegría.


Ellos podían entregar el corazón en las manos del otro sin dudar. Pero, por más cuidadosos que fuesen, sabían que en algún momento alguien de sus mundos podría descubrirlos, así que vivían su relación como sí no hubiese un mañana, llegando incluso a hacer el amor una noche en el pueblo.


No sabían que sería de ellos en un futuro, pero decidieron dejarse llevar por sus sentimientos.


Hasta que aquello tan temido por Hoseok ocurrió. Esa noche, simplemente, Hyungwon no llegó. Él lo esperó nervioso en aquel bosque, pero nunca apareció, y así varios días más.


El joven diablo se sentía destrozado, necesitaba saber qué le había ocurrido a su amado, pero no quería dar inicio a un conflicto con los ángeles. Y luego de pensar claramente las cosas, un día el rubio regresó a él.


Allí, aquel afligido ángel le contó que sus superiores le habían descubierto, pero aquellos sólo creían que mantenía una relación con un humano, y como castigo estuvo encerrado por días para que reflexionase. ero en cuanto pudo nuevamente escapó.


Hoseok conocía claramente que los ángeles eran muy rigurosos con quienes se atrevían a romper las normas, y que los siguientes castigos sólo serían peores. A él nada le ocurriría, ya que en su mundo era un príncipe y se hacía su voluntad.


Pero la peor parte la llevaría su querido Hyungwon y no podría hacer nada para salvarle, ya que su límite era entrar en guerra con ellos.


La tediosa situación despertaba toda la furia del diablo, pero Hyungwon con su dulzura lograba aplacarlo. Mientras le decía entre besos que podía soportarlo.


Aquella noche, el ángel le pidió que no pensase en nada más que amarlo, y Hoseok respetó cada uno de sus deseos.


Cuando arribó el momento de la despedida, ambos no quería separarse. Hoseok con brazos tremúlos le rodeó la cintura y se abrazó a él.


No te vayas, quédate aquí conmigo, Hyungwon.— le pidió, sintiendo su piel hervir.—Sí regresas ahora a tu mundo, temo no volver a verte.


Hyungwon con cuidado, deslizó sus manos hasta el rostro del pelinegro y le acarició las mejillas.


Te prometo que pase lo que pase regresaré.— le dijo, mientras le observaba con aquellos ojos azules.—por favor, espérame aquí mañana.— pidió él mientras acariciaba su mejilla y se marchó.


El día siguiente fue eterno para el diablo, la incertidumbre oprimía su pecho evitando que pudiese pensar en otra cosa, hasta que la oscuridad nuevamente cayó en la tierra de los humanos. El tiempo pasaba y su ángel no llegaba, Hoseok comenzaba a ponerse nervioso, ya que no podía imaginar que le había ocurrido. Hasta que en un momento, de la nada, Hyungwon apareció. Angustiado, se abrazó con fuerza a él, esto llamó su atención


¿Hyungwon, qué ocurre?, ¿Sucedió algo?—preguntó.


—Hoseok...


De la oscuridad emergió un segundo ángel que venía persiguiéndole, el castaño de voluminosas alas miró al rubio enfurecido, y le dijo;—Hyungwon, sí no regresas ahora mismo perderás tus alas y quedarás condenado al destierro.


La furia fue expulsada del cuerpo de Minhyuk cuando la ironía y la decepción se coló en sus palabras al percatarse del pelinegro, sólo se dedicó a gritar;—no puede ser, ¡es un diablo!, ¿esta es la razón de tus escapes?, ¡Has perdido la cabeza, Hyungwon!.


Hoseok estaba dispuesto a enfrentarse con él, pero el rubio lo detuvo con delicadeza.


No lo hagas, Hoseok. No te involucres, recuerda la guerra.— le susurró con cariño, mientras acariciaba su pecho.


El demonio soltó un bufido y el otro ángel abrió los ojos con indignación.


¿Acaso ese diablo te hechizó?— continuó aquel ángel.


Él no tiene nada que ver, es mi decisión venir aquí y estar a su lado.— se defendió Hyungwon.

Minhyuk empuñó ambas manos y sintió como su rostro ardía.


Una cosa es que espíes a los humanos para observar sus costumbres y otra es que vengas a estas tierras para reunirte con un demonio, ¡es una deshonra!.


Hyungwon soltó a Hoseok para plantarse duramente frente al otro ángel. Y sin titubear le dijo;—Vete, diles que no me importa que me quiten mi salas, pero no volverán a encerrarme jamás.


La determinación del ángel hizo sonreír orgullosamente al demonio tras ellos.


Espero no te arrepientas de tu decisión.— sentenció por último el ángel y se marchó .


El viento siguió su curso, y las hojas se acariciaban ocasionando un sonido monótono y relajante.


Hoseok preocupado se acercó al ángel y le abrazó, mientras hundía su rostro en la espalda del más delgado.


—Hyungwon.—susurró el diablo.


—¿Puedes quedarte conmigo aquí?— preguntó él, mientras sostenía firmemente las manos que se apoyaban tibias en su abdomen.


—Yo haría lo que sea por ti.— le respondió el diablo con una sonrisa que no podía ver.


Se fueron juntos al pueblo y se alojaron en una confortable posada bajo sus falsas identidades. Ya en la intimidad de la habitación Hoseok decidió encararle.


¿Qué planeas hacer, Hyungwon?.— le preguntó.—no puedes perder tus alas por esto.


—No quiero pensar en eso ahora. En este momento sólo somos tu y yo, Hoseok.— respondió él mientras se abrazaba al demonio.


Esos sentimientos le daban valor, su único deseo era compartir el mayor tiempo posible con aquel pálido diablo de cabellos oscuros y sonrisas dulces.


Aquel Diablo le amaba y deseaba tanto que, el más mínimo gesto de parte del ángel era suficiente para desatar toda la pasión que había en su corazón.


El ángel que bailó con el diablo. | 2won | ADAPTACIÓN.Where stories live. Discover now