ᴛʀᴇs

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23 de abril del 2012 ; Daegu, Corea del Sur.

Los días de vacacionar acabaron para la familia Kim, ya era hora de volver a su vida cotidiana y que cada uno volviera a lo suyo. TaeHyung estaba feliz de estar en casa de nuevo, se sentía renovado y fresco.

TaeYeon y su esposo viajaron de regreso a la ciudad en donde residían, la gran ciudad de Seúl, pues porque como todos tenían que cumplir con sus labores y empleos correspondientes. El tema del castaño y su conciliación con JiMin había ido viento en popa, ahora lo odiaba un poquito menos. ¿Qué? no lo juzguen, nadie puede dejar de odiar a alguien de la noche a la mañana, mucho menos si el individuo en cuestión es un atolondrado ser llamado Park JiMin y, muy muy mucho menos si su padre se dedicaba a mencionar al peli Rosa un hijo como si él no existiera, sin embargo, en esos estaba aprendiendo a sobrellevarlo. Pero las buenas relaciones toman tiempo, y eso era lo que le estaba concediendo el castaño al peli rosa, tiempo. Tiempo que TaeHyung ocupaba haciendo nada en casa de sus padres, como si fuese un adulto irresponsable, como si tuviera de repente quince años. Como si hubiera metido su ser en una máquina del tiempo y hubiera regresado a la secundaria, solo causándole más cosas que limpiar a su mamá. Pero era su tiempo que concideraba el más valioso, porque era suyo. Y todo lo suyo es importante.

Pero el egocentrismo del castaño no es el tema central hoy, ni mucho menos, mañana ni pasado.

Por fin estaba en casa, y aunque la había pasado excelentemente en dichas vacaciones, ahora debía poner toda su atención en el que hacer con su vida. Tomar nuevamente las riendas de su carrera. Hacer algo útil y productivo.

Para su madre las cosas productivas que podría hacer era ayudar en casa, como por ejemplo arreglar su cuarto o al menos dignarse en hacer su cama.

¿Qué hombre con treinta y tantos sigue siendo un completo desastre? "Artistas" había dicho una vez su madre "Solo en sus obras muestran orden"

Pero para el castaño habían otras cosas más importantes.

Como abrir su laptop, ver las cientas de ofertas de trabajo que le llegan a diario –porque sí, no es exageración– y dignarse al menos a revisar alguna de ellas. Porque lo único que había hecho todos estos años, era enviar al correo basura todas y cada una de las oportunidades laborales que le ofrecieran.

Pero ya es tiempo de cambiar la marcha, pisar el acelerador y seguir el camino que la vida le tiene trazado.

Porque El tren de las oportunidades sólo pasa una vez, había leído en un libro. Y ese prefacio parecía ser cierto, pues él es consciente de todas las buenas cosas que la vida le había dado por tomar las decisiones correctas en los tiempos correctos.

Y esperaba que esta vez fuera igual, incluso mejor. Quería que las cosas mejoraran en verdad.

Quizás este día TaeHyung se levantó con humor para revisar su correo a rebosar, sólo quizás. Pues nunca falta la mera distracción que el castaño aprovechaba para no hacer lo que tenía. Y pues, YeonTan se prestaba para sus escapadas.

¿No había contado que TaeHyung tenía alguna mascota?

Pues que tonto de mi parte, pues el castaño tenía a ese adorable canino desde hace mucho, pero lo había dejado en casa de sus padres cuando decidió mudarse al país extranjero. Y ahora que lo tenía cerca de nuevo, no desaprovechaba ningún momento para jugar con el, ha crecido mucho desde que se fue y no puede evitar sentir nostalgia a recordar que cuando lo adoptó fácilmente el pequeño animal cabía en la palma de su mano, más en este momento tenía que atraerlo con su cuerpo para poder cargarlo, sin embargo no es mucho lo que los de su raza pueden crecer.

𝑁𝑢𝑚𝑒𝑛; 𝚃𝚊𝚎𝙹𝚒𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora