El conde como todos los días se encontraba haciendo algo de papeleo pues la fábrica de juguetes había tenido algunas fallas en esos días.
Hablando de su situación actual se encontraba estresado pues su amada esposa salía quejarse mucho sobre cualquier cosa que no le gustase como el clima o la vestimenta de los empleados algo que el jamás presto atencion pues ya tenía otra preocupación aparte de la joven y era ese pelirrojo que había estado entrando y saliendo de la mansión cuando recordó que había dicho que no quería verlo serca y como si no pudiese empeorar derramo su té sobre los papeles referentes a la fabrica en un momento de descuido lo cual lo tenia frustrado pues debia de ir el mismo.
-Ciel-Se asomo por la puerta la rubia topandose con tal ecena- Cariño estas bien.
-Claro que lo estoy, solo he tenido un dia dificil-Dijo como si nada pasara pues no queria pelear nuevamente con la rubia.
-Pero si mira esos papeles, vaya que pasa algo. Ya se debes estar muy cansado de estar todos los dias aqui encerrado.
-He...si supongo.
-salgamos a dar un paseo entonces asi te despejaras un poco.
-claro.
-y bien...es ahora vayamos-La rubiabfue hacia el tomando sus manos para que este se levantara probablemente si no lo hacia ella se molestaria o lloraria.
-es invierno asi que debes abrigarte antes Elizabeth.
-oh...tienes razon por un momento lo olvide.
Cuando dijo eso la rubia solto las manos del conde para asi ir a buscar un abrigo y justo cuando ella salia Sebastian entraba con una carta.
-Joven amo me parece de mi parte algo irresponsable salir cuando se tiene tanto trabajo y me temo que tendre que reparar esos papeles por su descuido.
-lo se. ¿Trajiste lo que te pedi?
-Claro-Dicho eso Sanastian entrego aquel sobre a Ciel el cual no dudo en abrirlo.
Dentro de aquel sobre a manera de carta habia tres fotografias de dos niños que se veian de un año de edad pero realmente no tenia ni el año.
-ellos...aun no tienen ni los 12 meses y estan tan grandes.
-dejeme recordarle que Red y Vinvet no son como los niños humanos ellos son diferentes en muchos aspectos al ser hijos de un Demonio y un Shinigami. Ellos crecen rapido.
-no puedo creerlo si hace meses ellos eran aun unos bebes.
-volviendo al tema de los pepeles a los que les derramo té dejeme ver si puedo arreglarlos.
-¡Ciel encontre uno para ti!-Entro a la oficina aquella rubia sin previo aviso-se te vera bien el morado o el azul.
-Si me permite dejeme decirle que el azul es un color que le queda exelente al joven amo.
-uh...cierto, entonces usaras el azul Ciel.
Despues de horas Elizabeth y Ciel salieron para asi caminar por el pueblo viendo a algunos niños jugar y correr como tambien a la gente caminar por las calles sin duda algo que hace dias no veia.
-Othello podrias cuidarlos por un momento ire a ver que sucede con Alan ya se esta tardando-dijo un poco angustiado por su amigo el cual tardaba demasiado en venir.
