Hace tanto tiempo que existió una leyenda que provenía de aldeanos que habitaban a los limites del bosque de fuego al norte de japón, a pesar de que siempre eran diferentes historias todas algo en común y eran los personajes e incluso el final de ellas.
Todas eran diferentes pero había una que predominaba encima de las demás, en ella se relataba de un joven guerrero que antes nadie conocía, pero con tantos pesares y sin un lugar donde vivir llego al bosque de fuego, al adentrarse se encontró con cosas maravillosas escondidas por el bosque y era un templo no parecía abandonado, pues según decían estaba muy bien cuidado, incluso que parecía un palacio sacado de un cuento de esos que se les relataba a los más pequeños, se dice que el joven siguió adentrándose, entre más caminaba más le gustaba e incluso habían hermosos arboles de sakura, incluso cuando ya estaban en invierno, tan metido en sus fantasías estaba que no noto al extraño ser que estaba enfrente de el, sin darse cuenta se topo con el, se asusto y cayo al suelo, sin querer subir la mirada se encontró con un joven de tes levemente morena, cabello rojo e incluso parecía puntiagudo, dientes cual colmillos, traje de guerrero e incluso dos pequeños cuernos algo rojizos que salían de su frente, quedo tan sorprendido que no se dio cuenta cuando aquel ser desenvaino su espada y lo coloco de forma peligrosa en su cuello dicen que lo único que el joven escucho decir del ser fue un "no deberías estar aquí, si lo haces dejare que te retires en paz y no te dañare, si no de lo contrario te matare", el chico estaba asustado pero que más podía hacer si no tenía un hogar al cual regresar así que entre asustado y decidido el exclamo muy fuerte un "ayúdeme por favor, no tengo a donde ir", aquel ser no parecía querer cambiar de opinión así que el joven decidió probar suerte con otra cosa "si lo considera podría ayudarle, seré su lacayo y cumpliría cualquier orden sin queja alguna", el ser sonrió y alejo su espada de nuevo guardándola en su cintura, parecía pensarlo pero cuando volvió a hablar alguien lo interrumpió, "pensé que te había dicho que sacaras la peste de mi hermoso jardín pelos de mierda", era una voz muy dulce hasta podía confundirse fácilmente con la de una hermosa dama o eso creyó el y con un poco de valor volteo es ahí donde lo vio al ser legendario, aquel cumpliría cualquier deseo si se le vencía o se le suplicaba demasiado era el guardián de el bosque se dice que si encontrabas uno y le agradabas te cumpliría lo que le pidieras y entre más colas tuviera sería más poderosos algunos decían que solo existe un zorro de nueve colas, pero era muy gruñón y normalmente no se dejaría ver, pero ahí estaba el viendo al legendario ser aunque era humano sus rasgos lo definían e incluso le daba un aire más hermoso, era un chico que no aparentaba más de 17 o 18 años de piel cual porcelana, cabello rubio cenizo, ojos cual fuego feroz, largas uñas y su traje tan blanco como la nieve que le dejaba a la vista un poco de su piel, el punto es que en lo que el joven estaba sumido en sus pensamientos el zorro estaba apunto de echarlo de ahí, pero no sucedió gracias al ser extraño que lo detuvo "suki detente, el quiere ser mi lacayo, además no tiene a donde ir, quizás si se queda pueda ayudarme y no me atrase más en mis tareas, además esta cerca las fiestas del pueblo y seguramente los curiosos entraran de nuevo y si tenemos más ayuda seguro podremos cuidar el bosque", el zorro movió su orejas levemente mientras asentía a lo dicho "Tokoyami se ara cargo de el, si el no pasa la prueba del pájaro se ira y si el pájaro lo aprueba yo are lo que el pida" eso lo decía para aquel ser cuando nuestras miradas se cruzaron el chasqueo la lengua y hablo, "yo se que es lo que buscan de mí todos los humanos inservibles como tu pero escúchame bien, si mis aprendices dicen que estas listo yo te cumpliré el deseo que quieras por el contrarió si no pasas ninguna prueba, el pelos de mierda comerá tu alma y el pajarraco se comerá tus ojos me entiendes", el chico asintió y a si comenzó su gran aventura.
Muchos dicen que el tiempo paso rápido y luego de tres años aquel joven había pasado las duras pruebas, el chico contaba actualmente con 18 años y como el zorro dijo cumplió su promesa, el chico solo había dos cosas que deseaba en ese momento pero sabía que una no se cumpliría y la otra la cumpliría sin chistar, así que el pidió tener una familia humana y prometió siempre cuidar de el bosque, el zorro le pidió que cerrara los ojos, luego de unos minutos el chico los abrí descubriendo que se encontraba en un lugar muy cómodo, al abrir bien sus ojos noto que se encontraba en un cuarto muy lujoso, se levanto y vio un espejo y se vio, llevaba puesto un atuendo que parecía de telas muy finas, como la de un príncipe, después, le habían comentado que el era el único hijo del gran rey del lado sur, el lugar del bosque sabía que había pedido eso pero no lo podía creer, y justamente ese día le darían el poder del reino, ese rey siempre le comento esa historia a sus hijos y nietos pero nadie supo si era verdad, pero era un gran mito del reino sur, incluso el reino de aquel joven fue justo y decreto que ese bosque sería un gran santuario para el país del sur, nadie se quejo y aceptaron todo lo que aquel gobernante honesto decía.
Pero muchos dicen que ese gran rey entraba al bosque sin nadie más a caminar y siempre lo hacía con un regalo muchos decían que alguien especial había muerto ahí y por eso siempre cuidaba el bosque la realidad es que aquel gran rey, siempre iba a visitar a esos seres mágicos que lo cuidaron pero esta sería la ultima vez que lo aria pues el rey estaba envejeciendo y cada vez le costaba más salir del palacio y no sabía si llegaría el próximo año a ese lugar, así que con las fuerzas que tenía llego a aquel palacio siempre lleno de sakuras donde lo esperaba un joven zorro sentado en la parte de abajo de un gran árbol de sakura, "cada vez te vez más viejo y arrugado cual pasa" el rey rió ante el comentario el sabía el humor negro que tenía el zorro así que asintió y le sonrió, "es natural nosotros si envejecemos y conforme pasan los años es más difícil, es mi ultima vez en este lugar al menos antes de morir debería decírtelo", el zorro lo vio con burla pero su mirada se miraba melancólica, "siempre lo supe, nunca fuiste bueno ocultándome cosas idiota" el rey rió y se acomodo en las piernas del zorro acostando ahí su cansado y marchito cuerpo "al menos podrías cumplirme un ultimo deseo", el zorro se acerco al viejo rey y beso esos ásperos labios para luego acariciar aquel grisáceo cabello, el rey rió y poco a poco cerraba sus ojos, "me alegro de haberte conocido kacchan, siempre te ame", el zorro solo asintió y siguió acariciando el cabello del chico, hasta que el rey entablo su ultima sonrisa en ese arrugado rostro "descansa en paz Deku, siempre esperare tu reencarnación", el cuervo y el otro demonio llegaron junto al zorro, pero antes de dejar ese cuerpo frió cerca de la entrada del bosque para que lo fueran a traer el cuervo pregunto "porque siempre que el reencarna nunca le dices tu sentimientos", el otro demonio de cabello rojo también tenía esa duda pero nunca se atrevió a preguntar a su amigo, "seguimos siendo de diferentes mundos y si los demás demonios se enterraran lo matarían y nunca más lo vería puesto que su lama ya no podría reencarnar, pero tengo esperanza que en algún momento pueda reencarnar en un demonio así como ustedes dos, mientras tanto siempre lo ayudare y el ciclo continuara hasta que su alma ya no aparezca como humano, tengo esperanza", los otros dos solo callaron y asintieron a lo que el rubio decía, dejaron el cuerpo en un árbol cerca de unas hermosas flores, mientras de nuevo se ocultaban, volverían a ser ellos tres hasta que Izuko Midoriya volviera a reencarnar.
Una leyenda de amor que fue transmitida por todos en diferentes partes de los reinos, un cuento de amor que nunca se realizo, pero que se mantuvo viva, muchos buscaban al zorro para cumplir sus sueños otros le dejaban ofrendas en el bosque para pedir por sus amores, otros que la olvidaban, pero nunca se sabría si era cierta o no.
