¡Esto es ilegalisimo! [Karmaland y tu]

c a p í t u l o 1

Karmaland, un lugar peligroso y oscuro tanto de día como de noche, habían rumores que en ese lugar era uno de los poblados más peligrosos de la zona, y que si alguien nuevo quería entrar, no saldría con vida.

A _____ no le importó, necesitaba un hogar, un lugar donde pasar las noches de lluvia y frío, un lugar fijo. 

La luna empezó a asomarse, pero, con suerte, ella ya había llegado, y estaba yendo de casa en casa de aquel poblado pidiendo por favor que la dejaran pasar aquella noche, por que los seres de la noche ya empezaban a vagar por el pueblo. Al fin, con suerte, la dejaron entrar una ciudadana muy amable. 

La noche pasaba muy lenta, y se le hizo tan raro, que no pudo evitar salir a echar un vistazo, simplemente se asomo un poco por la puerta, y a centímetros de ella, se encontraba un joven batallando contra arqueros de la noche, y cruzaron miradas.

_____ se imagino que seria uno de los chicos de la leyenda, los aventureros de aquel poblado, que todo lo que tienen de guerrero, también lo tienen de locura. Era misión imposible convivir en el mismo poblado que ese grupo de chicos.

Llevaba una curiosa mascara de búho que se le hizo preciosa, no era muy alto, pero no era bajo en absoluto. Fargan.

Volvió a ocultarse dentro de la casa, y para que la noche pasara más rápido y nadie sufriera daños, _____ intentó convencer a aquella ciudadana de que, por favor, dejara también pasar la noche al chico con la máscara de búho.

- ¡Ni loca! Imagínese que ese lunático pusiera una mina en mi pequeño hogar, ni en sueños, no pienso permitirlo. - enfadada, le explicaba la ciudadana.- Ese es uno de los más locos, además de que quiere ser policía, y el perturbado de el alcalde le cederá el puesto, ya verá usted, joven.

- Solo es una noche, y si hace falta, la pasare despierta viendo que no cometa ningún mal acto dentro de su hogar, comprendame, quiero que la noche pase más rápido para mañana comenzar a construir mi hogar, no tengo donde dormir ni cubrirme del frío y la lluvia.

Después de una larga conversación, la ciudadana aceptó no muy convencida, y extendieron en el suelo un saco de dormir.

Salió a ver si aquel chico seguía ahí, y, para su buena y mala suerte, estaba ahí, herido. Salió corriendo suplicando por favor que no apareciera nada en ese momento.

- ¡Agárrate a mi! Vamos a curarte. - Fargan, confuso por su buena acción, y no muy seguro, se apoyó en ella para comenzar a caminar hasta la casa.

La ciudadana le dio un botiquín a _____, decidida a no cargar con el muerto, y esta empezó a curar las heridas que tenía y a coser algunas de estas. El chico, sin quitarse la máscara, sonrió a la joven.

- Muchas gracias, pero nunca antes te había visto.- mencionó, confundido, y esta negó con la cabeza.

- Acabo de llegar, voy a mudarme aquí.

El chico miro hacia otro lado, con una sonrisa más amplia, hacía mucho que no llegaba un nuevo ciudadano a aquel poblado, y nunca nadie había venido a quedarse.

"Con que... Nueva en el pueblo, ¿eh?" pensó.