Capítulo uno

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Como cada mañana, Jay estaba por salir hacia su trabajo pero antes se caminó hasta la habitación de su hijo y lo apuró para que este no llegase tarde en su primer día de clase.

—Cielo, date prisa...son casi las ocho y media.

—Si mamá, ya voy... estoy terminando de arreglarme el pelo.

La mujer asintió y sonrió con ternura acariciando la larga y bonita melena que Louis había conseguido obtener con los años.

—Estás muy lindo cariño pero recuerda comportarte como una niña... nadie debe saber quien eres o todo se vendrá abajo.

—Si mamá, tranquila...todo saldrá bien.

—Ok, te quiero mucho, hijo.

—Y yo a ti ma.

Tras despedirse con un tierno beso en la puerta de su edificio, madre e hijo se encaminaron cada uno hacia sus respectivos destinos.

El ojiazul estaba muy ilusionado por mezclarse con gente de su edad, aunque también estaba nervioso pues sabía que debía guardar muy bien su secreto, para lograr así su objetivo de llegar a la Universidad algún día y estudiar diseño.

Cuando al fin llegó ante el gran edificio, Louis caminó con decisión a través de los jardines llenos de estudiantes y a continuación entró.

—Bu-Buenos días... me llamo Lou-Louise y soy nueva aquí.

—Oh bienvenida muchacha—dijo una mujer de mediana edad que parecía ser profesora—… mira, debes caminar hasta el final del pasillo y allí encontrarás el despacho de la directora.

—Ok, muchas gracias.

El castaño asintió conforme y mientras escuchaba sonar el timbre, caminó entre la multitud de alumnos que se dirigían hacia sus respectivas aulas.

Tras lograr llegar al lugar señalado, Louis tocó suavemente la puerta con los nudillos, esperó paciente a que una voz procedente del interior le diese paso y a continuación entró.

—Bu-Buenos días, me llamo Louise, soy nuev...

—Siéntate un momento, querido—le señaló una mujer con pelo canoso y duras facciones—…veo que tu aguda voz será de mucha ayuda...tú madre me ha puesto al tanto de tu caso, así que te ayudaré en lo que pueda pero a cambio, espero un firme compromiso de tu parte.

—Oh si, claro... por supuesto señora directora.

—Directora Thompson, por favor.

—Oh perdón, directora Thompson.

—Bien entonces, Louise...serás una más, por lo que tras las clases de educación física, podrás cambiarte y ducharte en el vestuario individual de las chicas que hay en el gimnasio...a tus compañeros se les dirá que padeces de un trastorno grave en la epidermis pues así lo acordé con tu madre.

—Si, lo sé directora Thompson.

—Muy bien... entonces nada más por ahora... el bedel del centro te acompañará a tu aula... bienvenido a esta institución y buena suerte.

—Muchas gracias, directora Thompson.

Cuando salió, vio a un hombre de unos cincuenta años y semblante muy serio que lo esperaba fuera del despacho.

—Sígueme muchacha.

—Oh sí... claro, por supuesto.

Tras caminar unos metros y subir varios escalones hasta la planta superior, ambos llegaron ante una puerta en la que había un gran letrero que ponía "1ero A".

El hombre entonces tocó con los nudillos y entonces esta se abrió.

—Profesor Payne, aquí le traigo a la nueva alumna—dijo este.

—Oh, muy bien, gracias... pasa muchacha—habló el docente mirando al ojiazul.

El bedel lo empujó suavemente y luego cerró la puerta, entonces Louis caminó tímidamente hasta el centro del aula.

—Bienvenida... yo soy Liam Payne y soy el profesor de historia...anda, presentate ante la clase para que tus compañeros también te den la bienvenida.

El ojiazul respiró profundo mientras sujetaba la mochila entre sus temblorosas manos y a continuación miró hacía los demás alumnos.

—Ho-Hola a todos, me llamo Lou-Louise Tomlinson y estoy muy contenta de estar aquí.

—Bienvenida Louise— dijeron los chicos y chicas al unísono.

—Bien... ahora ve al fondo de la clase y siéntate en aquel pupitre vacío de allí.

El ojiazul asintió conforme, entonces caminó rápidamente y tras sentarse miró a su izquierda donde vio que su compañero parecía estar dormido.

—Ho-Hola—susurró tímidamente.

Este no obtuvo respuesta y entonces el ojiazul suspiró resinado mientras  que el chico del pelo rizado, movió levemente cabeza para acomodarse mejor.

La clase comenzó y cuando ya llevaban unos minutos, el profesor se percató de lo que su alumno estaba haciendo, así que cesó la explicación y soltó un molesto grito.

—¡Despierta ya, Styles!, ¡esto no es un hotel donde puedas dormir!.

El rizado gruñó, levantó su cabeza y aún adormilado echó un vistazo a su alrededor, dando un pequeño salto en su silla al percatarse de la presencia del ojiazul.

—¿Qui-Quién demonios eres tú?.

—Ho-Hola, soy Lou-Louise Tomlinson

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—Ho-Hola, soy Lou-Louise Tomlinson... soy tu nueva compañera.

37. Louise - Larry Stylinson (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora