Cada día °◌ ShinoMitsu

◌ Única parte ◌

🦋🍡

La suave melodía de la alarma de su celular le indica que es un nuevo día, un nuevo día despertando junto a Mitsuri quien duerme a su lado abrazándola por la cintura. La mayor murmura un débil “Cinco minutos más” y vuelve a acurrucarse pegándose aun más a Shinobu.

Ante ese lindo gesto no puede evitar sonreír, su novia definitivamente era hermosa.

—Vamos, es hora de levantarse. —Avisó.  Le dolía tener que despertar a Kanroji pero lamentablemente el día no se detendría por ellas.

La pelirosa entrecerró aún más los ojos e hizo un pequeño mohín, Shinobu aguantó una pequeña risa y besó la nariz de la fémina como última señal. La más alta negó escondiendo su rostro contra la almohada y jaló la sábana para taparse completamente.

—Ve a asearte primero, yo iré a preparar el desayuno. —Comentó Shinobu con voz adormilada, viendo como Mitsuri aún permanecía escondida entre las sábanas.

— ¿Panqueques? —Preguntó.

—Sí, serán panqueques, una gran montaña de panqueques…

Y como si esas palabras fueran mágicas Mitsuri se levantó, Shinobu piensa que quizás debió de haber comenzado por ahí, suspiró y vio como su novia se dirigía hacia la puerta, la observó detenidamente, tenía algunos mechones rebeldes  escapando de sus trenzas y el polo de tiras que usaba se encontraba tan estirado que le permitía ver un poco de sus pechos y no hay que hablar de su piernas… el short  que llevaba no dejaba nada a la imaginación, pero más que mirarla con lujuria Shinobu la observaba con cariño.

Ahí iba Mitsuri, su Mitsuri, quien le hacía soltar suspiros de colegiala enamorada.

Recordó la primera vez que se conocieron y cuan nerviosa estaba ella, sí que se veía muy linda ese día con sus mejillas sonrojadas. Aguantó un pequeño grito de la emoción y pataleó suavemente aún en la cama. Mitsuri le hacía perder la razón.

Decide que ya es tiempo de seguirla, se levanta y busca sus sandalias pero no las encuentra, seguro Mitsuri adormilada se las había colocado en lugar de las suyas pero no importa, ella hace lo mismo y sigue los pasos de la pelirosa hasta el baño.

Ve apoyada desde el marco de la puerta como Mitsuri aún con sueño cepilla sus dientes, no se resiste y se acerca a abrazarla por la espalda decidiendo besar sus hombros.  No necesita estar de puntitas para hacerlo a comparación de cuando desea besar sus labios, Shinobu aún adormilada dirige sus besos hacia un punto específico: su nuca, besa ese bonito tatuaje de mariposa que se hizo hace un par de meses atrás que combina muy bien con el tatuaje que ella también tiene, el cual Mitsuri diseñó especialmente para ella, dos corazones y un par de diamantes que acomodados de tal forma parecían un trébol. Era un poco curioso el diseño pero le encantaba.

La más alta ríe y voltea a ver a su novia, quiere darle los buenos días, saca el cepillo de su boca y- Un beso es lo que recibe como respuesta, Shinobu había acercado su rostro y le plantó un tierno beso que fue muy fugaz debido a que sintió la fuerte frescura de la menta.

— ¡Shinobu! —Llama Mitsuri a su novia tratando de aguantar la risa al ver la cara de sorpresa de la más baja al saborear la pasta dental.

—Ya estoy despierta… —Es lo único que dice al separarse y enjuagarse la boca. —Voy a preparar el desayuno, luego lo continuamos…

El rostro de Mitsuri empieza a colorearse de un lindo color rojo y asiente frenéticamente, estas cosas por la mañana le hacen tanto bien como mal a su pobre corazón. Shinobu era tan genial…

Complacer a su novia era un poco complicado si hablábamos de comida, Kanroji definitivamente tenía un gran apetito a comparación de Shinobu sin embargo ella gustosa cumplía con sus gustos y en estos momentos era preparar la gran montaña de panqueques que le había prometido cuando habían despertado.

Ve a Mitsuri llegar y empezar a sacar todo lo necesario para acompañar los panqueques con jugo de naranja como suelen acostumbrar, Shinobu la observa y... Jura que se queda sin palabras, Mitsuri era hermosa, su sonrisa era hermosa, sus trenzas, lunares, ojos, risa, sonrojos... Todo de ella es hermoso, cree que es imposible sentirse más enamorada de ella, pero no, cada día al despertar Shinobu se daba cuenta que amaba a Mitsuri aún más que ayer.

Shinobu se siente afortunada de tener a Mitsuri a su lado.