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Te moviste hacia arriba y hacia abajo contra su piel, haciéndole tragar, sus ojos no se movieron de tu cuerpo y eso solo te hizo sonreír más fuerte.
Tu lencería delgada era lo único que separaba tu piel con de la de él, girabas alrededor de su asiento, sus ojos aún te seguían con mucha intención.
"Hoseok". Soltaste un pequeño gemido que se entremezcló con la música suave con la que bailabas en el fondo, y escuchar su nombre salir de tu boca hizo que se estremeciera.
"¿Me veo bien, bebé?" Te arrullaste, volviéndote a poner frente a él y balanceando el culo al ritmo de la música, chocando contra su tienda de campaña en sus pantalones y moviéndolo con movimientos circulares, sintonizándose con la música.
"Joder, sí". Hoseok levantó las caderas hacia arriba, haciendo que te golpees contra su eje y que te rieses de su emoción.
"Siempre tan ansioso, bebé". Te balanceaste hacia arriba, dándote la vuelta para mirarlo con una mirada sensual en los ojos, y Hoseok sostuvo tu mirada.
Envolviste tus piernas alrededor de su cintura, apoyandote contra su pecho por un momento antes de comenzar a moverte sobre su regazo.
"¿Quieres tocarme?" Ronroneaste contra su oído, dando un beso en el lóbulo de este, agarrando sus dos manos que habían estado colgando torpemente a sus costados poniendolas en tu trasero.
"Si. Por favor." Cerró los ojos con fuerza y luego los abrió de nuevo, observando tu conjunto de lencería con encaje negro que sujetaba tu cuerpo en todos los lugares correctos, te reiste de nuevo, observando cómo se mordía el labio tan fuerte que pensaste que sacaría sangre.
"Bueno, en ese caso ..." Llevaste una de sus manos a tu boca, mojando la punta de su dedo con tu lengua, haciendo que Hoseok pareciera que iba a desmayarse en cualquier momento.
"Tendrás que ser un buen chico hasta que termine la canción". Dejaste sus manos a un lado, observando cómo su rostro se endurecía formando un puchero cuando te vio alejarte de él.
"No me pongas mala cara, solo trata de disfrutar el espectáculo, bebé". Te reíste, dándote la vuelta y agachándote para exponerle parte de tu piel haciendo que Hoseok contuviera el aliento.
Hiciste clic en el botón para que se reprodujera una nueva canción, tu cuerpo sintió las vibraciones cuando empezaste a bailar para él, haciendo que volviera a fijar su vista en tu cuerpo.
Este era el juego favorito de Hoseok, después de todo.
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