Cupido no se rinde

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En otra parte de la casa, Tadashi se encuentra hablando con Abel y Rosa cuando de pronto suelta un fuerte estornudo de la nada.

Abel: *con risa* ¡Ay, wey! Eso tuvo que haberse escuchado hasta en el otro pueblo.

Tadashi: *un poco avergonzado* D-disculpen...

Rosa: ¿Estás enfermo?

Tadashi: *confundido* No lo creo... *recuerda que Hiro dejó a Baymax junto con el equipaje en el hostal* Pero por si las dudas, creo que es mejor que me vaya--*antes de que pudiese dar un paso, vuelve a estornudar*

Doña Elena, quien alcanzó a escucharlo: Pobrecito, ¿te agarraste un catarro? ¿Quieres que te prepare algo calientito?

Tadashi: No, gracias. En realidad me siento bien...

Doña Elena: Pues así el virus empieza, mijo. *Mira a sus nietos* ¿Y ustedes qué hacen parados ahí? ¿También quieren contagiarse? Uchale, vayan a hacer sus tareas. *entre rezongos sus nietos le hacen caso*

Doña Elena: *mirando una vez más a Tadashi* Vente para acá y rápido te preparo algo. *conduce al medio asiático hacia la cocina*

Tadashi: E-es muy amable, pero--

Doña Elena: Pero nada. *en ese momento nota que Simón está a punto de entrar en la cocina* ¡Simón! Ahí estás, ayúdame a prepararle a este niño algo para su gripa.

Con el mandato de su abuela, Simón reacciona como si le hubiesen pillado haciendo algo malo y lo han castigado, y mira a Tadashi como si fuese el culpable de todas sus desgracias.

Simón: *ignorando la mirada de Tadashi que pide a gritos por su ayuda* Sí, abuelita.

Doña Elena: *hacia Tadashi* Mi nieto Simón se enferma muy seguido, pero después de que le preparo mi remedio casero, anda como si nada hubiese pasado. Contigo también funcionará.

Tadashi: Um, pero es que yo---

En eso aparece Rosa, quien busca a la mujer por un problema que surgió en el taller.

Doña Elena: *suspira con enojo* Simón, tú encargate de prepararle algo. Ya regreso... *se va*

*después de un breve silencio*

Tadashi: Agradezco la atención, pero realmente no tienes que prepararme nada. Tengo una manera de saber si estoy enfermo o no, por eso no es necesario que te tomes molestias conmigo... *Nota que Simón le mira silencioso* ...E-es mejor que me vaya... *intenta marcharse, pero es interceptado por el otro joven que le impide dar un paso más*

Simón: Ni madres, no irás a ninguna parte. Si te vas, los dos vamos a meternos en un problema. Créeme, no querrás conocer la ira de mi abuela cuando no le hacen caso. Así que por tu bien y por el mío, vendrás conmigo y te tomarás ese remedio. *Con una ultima mirada, le indica a Tadashi que deje de negarse y le siga*

Tadashi: *con resignación obedece* De acuerdo.


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Mientras Simón busca las cosas que debe ocupar para el remedio casero, se crea un silencio bastante incómodo; en el cuál Tadashi no sabe cómo aligerar el ambiente y en el que Simón deliberadamente ignora la presencia del medio-asiático. Pasan un par de minutos así, hasta que Tadashi decide romper el hielo nuevamente...

De mexicanos a chinosWhere stories live. Discover now