De mexicanos a chinos

Una noche llena de amor y ataques de pánico

Después de ser vacilados por Simón con la "pregunta no pregunta" de las letras, y que él se fuera con Tadashi hacia otro lado, Miguel y Marco se quedan a solas con sus respectivos novios...

Hiro y Miguel se dan inocentes muestras de afecto.

Marco, quien lo veía, pone cara de asco: Ugh, amor adolescente.

Miguel, hacia Marco: ¿De qué te quejas? ¿Acaso tú no quieres a Kyle?

Marco: Claro que lo quiero. Lo quiero justo en donde más lo necesito.

Miguel: Aww, ¿en tu corazón?

Marco: *sonríe con malicia* Enterrado bien profundo dentro de mí.

Hiro: *se atraganta con saliva y tose salvajemente, mientras Marco ríe*

Miguel, le entrega un vaso con agua a su novio y suspira, para luego mirar a Kyle: ¿Y tú quieres a Marco?

Kyle: Lo quiero con todo y sus defectos.

Marco para de reír al instante.

Marco: ¡¿Cuáles defectos, Chino mamón?!

Miguel: *viendo como su hermano se pone a discutir con su novio, mientras caminan hacia el patio* Y ahí van otra vez, será mejor que vayamos a calmar a esos dos... *mira a Hiro, quien todavía lucha por no seguir tosiendo* ...Y allá afuera podrás respirar mejor.

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Después de descubrir que tanto Marco como Kyle se habían calmado por si solos y que ahora planeaban ir a comprar unas cervezas, Miguel y Hiro decidieron ir con ellos...

Miguel: Estoy algo cansado de caminar...

Marco: No recuerdo haberte invitado a venir, puedes irte si quieres.

Miguel hace un puchero: No sabía que irían a comprar tan lejos...

Marco: Deja de quejarte y vuelve a la casa, ya es muy tarde para que los chamaquitos como tú estén en la calle...

Miguel hace otro puchero, pero enojado.

Hiro, hacia Miguel: Si estás tan cansado, sube a mi espalda y te llevo a caballito.

Miguel: ¿En serio?

Hiro: *sonríe* Seguro.

Miguel: ¡Ok! *se sube a la espalda de Hiro*

Hiro, una vez listo, comienza a correr, pasando de largo a Marco y a Kyle.

Miguel: *gritando al pasar* ¡Ahí se ven, perdedores!

Marco: ¡Kyle, rápido, déjame subir a tu espalda!

Kyle: ¿Porqué?

Marco: ¡Para alcanzar a esos idiotas, ¿acaso dejarás que nos llamen perdedores sin haberlo intentado?! ¡Y no dejarán de burlarse de nosotros por el resto de nuestras vidas!

Kyle: Muy bien, sube. *deja que Marco se suba a su espalda y rápidamente corre para alcanzar a los otros, comenzando una carrera*

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En la casa Rivera...

Simón, estando en su habitación.