Dancing with a stranger | Short fic Barbarena Terminada

CHAPTER 1: I don't want to be alone tonight

It's pretty clear that I'm not
I'm still thinking 'bout the things you do So I don't want to be alone tonight, alone tonight, alone tonight

El uber iba a toda velocidad por las calles de México, como si no hubiera tráfico, pero en realidad si había. Una angustiada Bárbara seguía la ruta, usando la aplicación en su teléfono celular, mientras se llevaba una de las manos a su largo cabello negro, colocándolo de lado a lado, como un intento frustrado de aliviar la ansiedad. "Al menos podrías responder mis mensajes, cierto ..." , la morena se enfureció contra el teléfono celular. "¿Está todo bien, niña?" , el conductor la miró en el espejo. "¿Hola? Ah, solo estaba pensando en voz alta, lo siento". , respiró hondo, tratando de ocultar la frustración, "¿Hay algún camino que puedas tomar para llevarme allí más rápido?". El hombre parecía tener tanta prisa como ella, y rápidamente se desvió del camino para tomar un atajo. Barbara respiró aliada, aferrándose a un indicio de esperanza de poder llegar a su destino en el momento deseado.

El sonido de Lady Marmalade resonó por los pasillos del lugar, que parecía medio vacío. Fuera del edificio, el sol comenzaba a caer, y solo unas pocas lámparas iluminaban el enorme corredor que conducía a algunas habitaciones, principalmente con las puertas cerradas y las luces apagadas. Después de caminar por una gran parte del corredor, Barbara notó una luz entre una puerta abierta, medio azul, desde donde ciertamente se estaba reproduciendo la música, y descubrió que había encontrado lo que estaba buscando. La morena deslizó sutilmente su cuerpo a través del hueco, conteniendo la respiración, para que las 3 mujeres que bailaban, acompañadas de sillas, no se dieran cuenta de su entrada, estaban bailando al son de una de las películas más románticas y bellas que jamás haya visto. Sus ojos buscaron entre los cuerpos danzantes lo que hizo que su órgano más sensible latiera más rápido que las notas de coro de esa canción. Y allí estaba ella, justo en el medio del lugar, con su ropa negra, haciendo juego con la oscuridad que ya había llegado afuera.

En ese momento, aunque estaba en la misma habitación que Macarena, Barbara solo podía pensar en su novio, que estaba volando sobre otro país, en ese momento, muy lejos. La morena respiró de una manera en la que pudiera ocultar los suspiros atrapados en su garganta, mientras que sus ojos seguían todos los movimientos de una Macarena suelta y ligera, como el latido de su corazón. En ese momento, recordó un extracto de un texto que leyó una vez, que decía: "Al final, incluso leyendo tanto, pensando tanto y filosofando tanto, realmente nos gusta quien es simple y feliz. No nos enamoramos de quien vive quejándose y arrugando periódicos contra la pared. Nos enamoramos de personas banales que siempre se ríen ".

"Chicas, último ensayo, ¡y podemos terminar por hoy!" , una de las amigas de Macarena habló en un tono alto y firme, haciendo que Barbara se despertara de sus pensamientos y volviera a prestar toda su atención en el centro del estudio. Macarena miró a su alrededor, tomó un sorbo de agua y se sentó en la silla que antes estaba justo frente a ella. Cuando se dio cuenta de que había alguien parado en la puerta del lugar, se tapó la boca con la mano y se limpió unas gotas de agua que escaparon, tan sorprendida de que sus ojos azules se encontraran con los marrones de una Barbara que ahora no podía esconderse. Los pasos de la rubia eran lentos por el cansancio, pero al mismo ritmo que los pensamientos de Bárbara terminando de hablar consigo misma, otro pasaje que vino a su memoria: "Y nos preguntamos: ¿qué tiene que brillar tanto? ¿Qué tiene que, cuando llega, eclipsar todo lo demás?" . Tan pronto como terminó con las cosas dentro de su cabeza, un lento 'hola' vino acompañado por el toque sutil de la rubia que ahora estaba parada frente a ella: " ¿Cuánto tiempo llevas aquí?". "Lo suficiente como para ver que las clases de baile te van muy bien". , la morena le guiñó un ojo, mientras ambas sonreían. "¿Sabes que también me conviene?" , La voz de Macarena era baja y un poco ronca. "No lo sé, pero me encantaría descubrirlo"., la morena miró la boca bien diseñada de la mujer frente a ella, luego levantó lentamente los ojos, hasta que se enfrentó a la pupila dilatada de la más alta.

"¿Entonces eres la famosa Barbie?" , la misma voz que interrumpió los pensamientos anteriores de Barbara, ahora también aparecía entre su momento con Macarena. "Lamento llegar así, por sorpresa, pero quedé con Maca después de su ensayo ..." , Barbara sonrió, incómoda, y luego extendió una mano para saludar a la otra. "Encantada de conocerte, Barbara. Escuchamos mucho sobre ti, pero Maca nunca pudo encontrar un momento en la agenda que fuera bueno para todos. Ya estaba pensando que eras una leyenda". , La amiga de Macarena miró con admiración a una tímida Barbara, que solo podía pensar en cómo apartar sus pensamientos de la última conversación con la rubia más alta. "Bueno, aquí estoy. Pero no las interrumpo, por favor vuelvan a las sillas y al baile, que puedo esperar a Maca en el pasillo, o ..." , la morena ni siquiera terminó de hablar, cuando Macarena interrumpió: "Ni siquiera pienses en eso. Ahora que ya estás ... " , la rubia habló en voz alta, a otra amiga, al otro lado de la habitación, también para que escuchara, "Ahora Barbara puede mirar y luego decirnos cómo lo estamos haciendo". , sonrió de lado y le guiñó un ojo a la morena, "De artista a artista, ¿verdad?" . Terminó las palabras tomando las manos de la morena con firmeza y soltándolas suavemente, dedo por dedo, hasta que la soltó por completo, volviendo a la posición inicial, esperando que la música comenzara de nuevo.

Barbara se acomodó en un rincón del lugar, dejando que su bolso descansara junto a su cuerpo, con los brazos cruzados frente a ella y un serio semblante, para ocultar que, dentro, todavía estaba nerviosa. Cuando la música comenzó a sonar, Macarena fijó sus ojos en la morena, incluso con la poca luz que había allí. A partir de ese momento, Barbara estaba segura de que la rubia estaba bailando para ella. Y parecía que solo estaban los dos en ese lugar.

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Las leo chicas

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Esta historia NO ES MIA. Todos los derechos reservados, créditos y respeto a su autora que amablemente me dejó traducirla al español.

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