IV. Aunque dejen de brillar

2.7K 318 92
                                    


NOTA
Tipo: One Shot
Palabras: 1877

Feliz lectura :D

Tardó más de lo necesario pero no pudo evitar distraerse

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Tardó más de lo necesario pero no pudo evitar distraerse. En ese pequeño camino de regreso encontró unas de las plantas que vio en los libros de Shinobu. Si servían como algo medicinal, esa expedición tendría mejor éxito de lo que realmente había tenido.

El viaje al pequeño pueblo cercano para encontrar algo de medicamentos no estaba yendo muy bien.

El sonido de ramas rompiéndose lo alerto de inmediato.

Había dejado su mochila junto a su hacha a unos veinte pasos pero en ese momento parecía estar a kilómetros de su presencia. Se regañó por semejante estupidez de su parte, si se presentaban decenas de ellos, moriría. Estaba rogando que se tratara de un mapache o ardilla pero no podía estar seguro.

Y lo peor, su olfato no le estaba siendo de ayuda.

Entre el paisaje verde del bosque y el sonido de algunas aves. Solo eso podía percibir.

Lentamente se acercó a sus pertenencias en sigilo vigilando sus alrededores, movió sus rodillas que parecían no querer ayudar e inevitablemente empezó a sudar por la presión que sentía sobre él. El ruido se escuchó de nuevo, esta vez más cerca, solo le faltaban cinco pasos para tener su hacha en las manos y esperaba poder correr.

Su olfato solo le indicaba un olor ya conocido, sangre.

Demasiado ambiguo.

El sonido se escuchó en su lado izquierdo y se apresuró a recoger el pequeño mango de madera lo más rápido que su cuerpo le permitió, lanzándose sin importar tirarse a la tierra levantando un poco de polvo por el movimiento abrupto. De inmediato tomó una postura para defenderse, sus ojos examinaron su alrededor para encontrar una vía de escape en caso de que pasara lo peor, e intentar sobrevivir, siempre tratar de sobrevivir.

Con fuerza apretó el agarre en la empuñadura, su arma la cual lo salvó en más de una ocasión, estaba listo para luchar por su vida si era necesario, estando completamente solo.

Su cuerpo se tensó y sus hombros se pusieron tan rígidos sintiendo que no podría mover sus brazos por la tensión.

De los arbustos se escuchó otro sonido y después un leve movimiento de las hojas verdes meneándose. El pelirrojo se acercó preparado para lo que viniera pero al ver un cabello oscuro recogido en una coleta, dejo de apretar su agarre. Tomó una gran bocanada de aire.

Ambos se quedaron mirándose sin decir nada.

Unos ojos verdes con unos rojizos. Mezclándose en sigilo.

-Que -dijo ronco. Casi se escuchaba como un grito ahogado desde el fondo de su garganta.

-Soy yo, idiota. No hagas tanto ruido o harás que esas cosas vengan -murmuró molesto.

To the Stars | InotanWhere stories live. Discover now