Sabrina es una chica de familia de clase alta, pero como suelen decir: "el dinero no compra la felicidad". Sabrina perdió a su madre que era al mismo tiempo, su mejor amiga. Y conforme pasa el tiempo el dolor por la pérdida de su madre, no desaparec...
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Omnisciente
Era tarde, era muy, muy tarde. Sabrina se había quedado dormida y ahora estaba poniendo su habitación patas arriba buscando su bota. Cuando finalmente la encontró se la puso sin siquiera molestarse en abrocharla, tomó sus libros y pizarra y bajo las escaleras a toda velocidad, saltándose los ultimos tres escalones y dando gracias a Dios que eso no había provocado una caída debido a sus agujetas desabrochadas. Se dirigió a la cocina en la cual Meredith le extendió su canasta con una sonrisa divertida
—Gracias —dijo la chica mientras corría nuevamente pero esta vez a la puerta principal
Tomó su abrigo y salió corriendo de su casa, estaba claro que Charlie ya se imaginaba que la chica se había quedado dormida, era algo normal en ella. Sabrina corría lo más rápido que podía y en un momento dado se tropezó con su agujeta y se cayó, sin embargo no le tomó importancia, se levantó rápido y volvió a correr. Cuando estaba cerca de la escuela vio como Anne y Gilbert estaban dirigiéndose a esta y justo cuando la chica iba a entrar, Gilbert le cerró la puerta en la cara
En el interior del salón Gilbert escuchó un "auch" y pronto Sabrina entró al salón fulminando con la mirada a Gilbert mientras se agarraba la nariz
—Lo siento —dijo mientras intentaba ocultar las ganas de reírse
—No te preocupes, me encanta que me cierren las puertas en la cara —dijo sarcásticamente
La chica, colgó su abrigo, el cual ni siquiera se había molestado en ponerse, dejó su canasta y libros en el suelo y empezó a atarse la bota
—¿No crees que se te olvida algo? —le pregunto Gilbert divertido
Sabrina frunció el ceño y Gilbert toco su cabeza, Sabrina dirigió sus manos a su cabeza percatándose de que había dejado su sombrero en su casa. Sus rizos estaban alborotados y esta vez no llevaba su listón, además de que debido a la caída de hace unos momentos atrás, tenía una hoja en el cabello. Gilbert le quitó la hoja divertido y se la mostró a la chica
—Me gustan las hojas —dijo mientras se la arrebataba de las manos e intentaba peinarse el cabello
—¿En el cabello? —pregunto divertido—. Te quedaste dormida ¿verdad?
—Tú que crees —dijo la chica mientras tomaba su frasco de leche para ir a dejarlo al arrollo
Después volvió a entrar al salón. Sabrina tomó sus cosas y fue a dejarlas a su lugar, para después dirigirse con las niñas bajo la divertida mirada de Charlie, mientras Gilbert era arrastrado por los niños
