Sabrina es una chica de familia de clase alta, pero como suelen decir: "el dinero no compra la felicidad". Sabrina perdió a su madre que era al mismo tiempo, su mejor amiga. Y conforme pasa el tiempo el dolor por la pérdida de su madre, no desaparec...
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Omnisciente
Gilbert caminaba tranquilamente, con un saco blanco sobre su hombro.
—Oye, Gilbert —lo llamó Billy Andrews
El chico no se detuvo, volteó a ver al chico que iba junto a sus amigos. Billy empezó a caminar a la par de Gilbert
—¿Como estas, Blythe?
—Bien.
—Debes volver a la escuela. La idiota de Sabrina está fuera de control.
—¿Y que importa?
—Alguien debe mostrarle que no es tan lista.
—Es lista. Acéptalo.
—¿Porque eres así, amigo?
—¿Porque no agarras un libro y te haces cargo tu?
—Si, claro. Esa fue buena, amigo
—Te daré un consejo, ¿si? —dijo Gilbert deteniendo a Billy y parándose enfrente de el
—¿Si?
—No soy tu amigo.
—Si, claro
—Y si vuelves a hablar de Sabrina de esa manera o si la llegas a molestar, te arrepentirás
—Si, claro
—Si, claro —repitió Gilbert serio. Se dio media vuelta y empezó a caminar pero Billy no lo dejó en paz
—¿Cual es tu problema?
—Pregúntame de nuevo —le dijo Gilbert volviendo a darse media vuelta y mirando a Billy bastante enojado—. No, en serio. Adelante.
—¿Porque te pones así?
—Pregúntame —le dijo bastante enojado
Al no recibir respuesta se dio vuelta para irse y continuar con su camino pero Billy volvió a hablar
—Vamos, amigo, no te entiendo. En serio, ¿cual es tu problema?
Gilbert se volteó enojado. Le tiro el saco haciendo que Billy lo atrapara y que de esa forma tuviera las manos ocupadas. Gilbert le dio un puñetazo a Billy derribando al chico. Billy se levantó y derribó a Gilbert. Empezaron a pelear, pelea de la cual, Gilbert salió victorioso. Tomó el saco y siguió su camino.
(...)
Sabrina se arrodilló lentamente enfrente de aquella lápida mientras se quitaba el sombrero. Soltó un suspiro al leer el nombre
Aquí yace Margaret Winchester 1860-1895 Amada madre, esposa, hija y hermana
—Mami —dijo Sabrina con unas insoportables ganas de llorar mientras acariciaba el nombre en la lápida—. Te extraño tanto...
