KNY One Shots | Characters x Reader

🎏 Diario Del Fin Del Mundo 🎏

No sé cómo todo pudo terminar así...

Recuerdo como era mi vida antes, estudiante de artes en la universidad, una vida tranquila, tardes en el parque o en el café, crecí sin padres y estuve pasando de familiares en familiares hasta que pude conseguir un empleo y comprarme un apartamento.

Todo estaba bien hasta que simplemente un día desperté en una casa en medio de un gran campo, no sabía dónde estaba exactamente pero si quienes me acompañaban, Tomioka Giyuu, un compañero de algunas clases que chocaban con nuestras carreras, junto a él, Sabito de quien sabía son mejores amigos.

En este lugar también conocí a Iguro Obanai y su serpiente Kaburamaru, es un chico bastante reservado y suele cubrirse con vendas la zona de su boca y mejillas, también conocí a los hermanos Shinazugawa, Sanemi y Genya, una particularidad de ambos son sus cicatrices en el rostro y en el cuerpo, nunca me han mencionado el porqué, la verdad nunca me comentan nada, me parece extraño que conviva con 5 chicos de los cuales no se casi nada y por qué estamos aquí, aunque su explicación fue que ocurrió un accidente y estamos lejos de la ciudad.

He llevado la cuenta de los días, han pasado 10 meses desde que estoy aquí, apenas puedo salir al patio, Iguro es quien se asegura de que yo no me aleje de la casa, según él los animales del bosque cercano podrían atacarme y no tendría como defenderme.

Debo decir que la convivencia con ellos no es tan mala, cada uno tiene su rol en casa, por mi parte me encargo de cocinar, lavar la ropa y mantener la casa, el rol de una ama de casa básicamente, en esas tareas me suelen ayudar Iguro y Sabito mientras están en casa.

Giyuu se encarga según sus palabras de cultivar vegetales para todos, a veces trae tomates o papas, por lo que he escuchado de Sabito él va a un campo de cultivo que se encuentra colina abajo, Sanemi y Genya se encargan de traer leña y cazar algún animal, por lo General Sanemi se encarga de curar las pieles para poder usarlas.

Algo que no mencioné es que no hay electricidad, pero si agua potable, hace ya demasiado tiempo que mi celular dejó de funcionar, aunque la verdad no lo extraño tanto, me he sabido entretener aquí, tomando algunos pasatiempos como cuidar el jardín o aprender a coser, esto último muy útil, los chicos me agradecen cada vez que arreglo su ropa o les hago una prenda nueva.

-¡Estamos en casa!- Sanemi y Genya entraron en la casa, la cena recién estaba lista y solo faltaban ellos para que yo pudiera empezar a servirles.

-Bienvenidos- los recibí con la misma calidez de siempre.

Algo que tampoco mencioné son las atenciones que me dan, se preocupan demasiado por mí, a veces conversamos acerca de cómo les van en sus trabajos, Giyuu me suele explicar cómo cultiva el campo y de las calurosas jornadas, a veces Sanemi cuenta como caza algunos animales, la mayor parte de la veces me traen objetos que me podrían servir, como tela, frutas que me gustan, Genya me trae flores que encuentra en el bosque, realmente me siento bien con todos ellos.

Quiero a estos chicos como a una verdadera familia.

-¿Hay algo que extrañes _____?- preguntó Genya mientras estaba acostado en mis piernas, no habia demasiada formalidad entre nosotros, aunque debo admitir que Genya es el más tímido del grupo.

-Son muchas cosas, como una buena taza de capuchino en el café que estaba a la vuelta de la universidad, o el mar, extraño la brisa marina y sentir la arena en mis pies descalzos- sonrió tratando de recordar esa sensación que me solía traer tranquilidad.

Luego de eso Genya no respondió nada más.