Epilogo

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Las calles de Los Angeles estaban cubiertas de nieve en pleno Diciembre, caminé con mis manos dentro de los bolsillos de mi chaqueta para tratar de conservar algo de calor. Finalmente había llegado al punto de encuentro donde Ashton me estaba esperando. Tomé el pomo de la puerta de vidrio y lo encontré sentado en un rincón, su pelo estaba más corto, sus facciones ya reflejaban el paso del tiempo. Solté un suspiró y empuje la puerta para entrar. Después de no contestar todas sus llamadas, accedí finalmente a encontrarme con él para arreglar los documentos de la casa que compartimos en Australia. Caminé hasta su mesa, me desabroché mi abrigo y lo colgué en el respaldo de la silla.

-Hola, Ashton – Le dije seriamente –

-Hola, Leah – Me respondió, trato de sonreír pero al ver mi expresión su sonrisa pronto desapareció-

-¿Qué necesitas de mí? – Puse mis dos manos sobre la mesa y entrelacé mis dedos – No tengo mucho tiempo, Sean me esta esperando en mi departamento –

-Seré preciso – Acercó lentamente los documentos que necesitaban mi firma – La casa de Australia estaba a nombre de los dos, sin tu firma no puedo venderla –

-Lo sé – Tomé el bolígrafo que estaba a un lado de los papeles. Busqué el lugar para firmar y lo hice sin demora – Aquí esta – Le volví a acercar los papeles –

Su mano tocó por accidente la mía al recuperar los papeles y pude sentir como fuegos artificiales explotaban en mi estómago. Habían pasado dos meses desde que le había pedido que dejara mi departamento después de la muerte de Matthew debido a que había descubierto que me había sido infiel con otra mujer. Los días posteriores a esa discusión fueron una gran nebulosa en mi cabeza. Sola, sin mi hijo y sin la persona que más amaba en el mundo había sido un gran reto. Al parecer Ashton sintió lo mismo ya que nos quedamos mirando por unos minutos en silencio, sus ojos brillaban pero aun así podía ver la tristeza que provocaba todo este proceso que todavía ambos estábamos viviendo. El momento se vio interrumpido con la mesera, que venía a pedirnos nuestra orden.

-No queremos nada – Dijimos los dos al unísono –

-Si – Me levanté de la silla y tomé mi abrigo – Solo venía a firmarte eso – Me puse mi prenda de ropa y salí rápidamente del local –

-¡Leah! – Gritaron a mi espalda –

Apresuré el paso y salí del lugar rápidamente. Si seguía ante la presencia de Ashton iba a romper a llorar, me costaba mucho todavía asumir que no estaba en mi vida y que tampoco había un pretexto para que estuviera.

-¡Leah! – Volvió a insistir –

Me detuve y me giré hacia él. Quedo a una distancia mínima de mí, podía sentir su aroma en mi nariz. Un nudo se formó en mi garganta.

-¿Qué quieres? – Le pregunté derrotada –

-Quiero decirte que Bryana, no estaba embarazada – En su tono de voz podía notar que me lo decía con la esperanza que lo perdonara –

Ladee un poco mi cabeza tratando de entender por qué me estaba contando aquello. Solté una risa con incredulidad. Había empezado a nevar sutilmente.

-¿Pretendes que te perdone? Me alegro que no hayas dejado embarazada a otra chica - Le respondí irónicamente –

-No pero...- Empezó a excusarse –

-Ashton – Lo interrumpí – Que no hayas embarazado a esa chica no borra el hecho de que me quebraste el corazón al engañarme – Finalmente mi rabia había despertado – Me quebraste el maldito corazón – Mi voz se quebró y no me importó estar en medio de la vereda – Quería estar contigo y si me hubieras propuesto matrimonio incluso después de la muerte de Matthew, hubiera aceptado –Deje caer mis brazos a mis costados – Eras todo lo que tenía y lo jodiste – Me sequé con violencia las lágrimas – No quiero volver verte nunca más, me haces daño – Me giré y emprendí camino hacia donde había estacionado mi auto, inhalé el aire helado y luego lo solté. –

City Of Angels || ASHTON IRWIN - 5SOSWhere stories live. Discover now