𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 2∙

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Observó en silencio detrás de algunos arbustos a un pequeño riachuelo frente suyo, el cual tenía como acompañante un cervatillo que mascaba pasto de forma distraída, sin tener en cuenta que un cazador lo estaba vigilando.

Su caballo estaba a varios pasos de distancia para evitar que su presa se asustara con su presencia, mientras él había caminado los metros restantes con mucho cuidado evitando hacer ruido con sus pasos.

Habían decidido separarse para evitar perder sus cacerías, ya que los tres hacían mucho ruido y eran muy visibles, por lo que prefirieron por optar por viejas costumbres, apostando en el proceso quien lograría la presa más grande para la cena, el que consiguiera la más pequeña o de menos cantidad, sería el que limpiara la biblioteca a fondo junto a los almacenes, cómo castigo.

No tenía ni idea a dónde habían ido sus hermanos, lo cierto es que cuando se separaron Taehyung había tomado el camino de la derecha, desapareciendo a paso calmado entre los árboles y plantas, observando todo con precaución en busca de un buen animal.

Hasta que se había encontrado al cervatillo en aquel riachuelo, varios kilómetros después.

Sin apartar la vista del animal, tomó una de las flechas de su carcaj, direccionándola de forma correcta en su arco, apuntando hacía el pecho de la criatura con la intención de que su flecha atinara al corazón o algún musculo importante que le impidiera su rápida huida.

Años de entrenamiento, haciendo lo mismo cada día para su supervivencia y la de sus hermanos le habían otorgado una puntería casi acertada, pocas veces fallaba, y debía admitir que cuando dejaba de practicar por un tiempo esta habilidad le empezaba a fallar, por algo Yoongi siempre los mantenía a los tres en constante entrenamiento.

Yoongi se había vuelto un experto a la hora de usar el arco, practicaba todo el tiempo, a cualquier hora y casi todos los días, porque más allá del hecho de que aquello los había salvado de morir de hambre a él realmente le gustaba usar el arco, en distintas actividades, lo adoraba tanto cómo su música que también practicaba día y noche.

Esperó paciente a que el cervatillo se moviera un poco más cerca de él, dándole la espalda ligeramente, y aunque sus orejas se movían de forma constante para medirse con su entorno, Taehyung sabía que le sería imposible escuchar su respiración, había aprendido aquello también, a estudiar su presa a través de los años.

Cuando el animal estuvo en la posición exacta a la que él quería, no dudó en tensar hasta su máxima capacidad la cuerda de su arco, apuntando a través de un espacio entre las hojas con su flecha el punto indicado para conseguir su cometido, soltando la misma en cuestión de segundos.

Pudo ver cómo la flecha impactaba con el lugar que había previsto, sin embargo, no pudo ver cuando el cuerpo del animal cayó al piso porque en el mismo segundo que la flecha colisionó con el cuerpo, él estaba viendo otro bosque, lleno de pinos y robles de hojas verdes y cubiertos desde la copa hasta el suelo de nieve.

Por un momento se extrañó ya que el cambio brusco de imagen lo confundió, hasta que entendió que estaba en otra de sus alucinaciones, en el medio de aquel bosque que reconoció como los que formaban parte de su colección personal, de esas montañas llenas de nieve de noche, aunque en esta ocasión era de día.

Él estaba al descubierto, y parecía un loco por la forma de estar agachado frente a un árbol aun con la posición que había tomado para lanzar la flecha, la cual cambió una vez descubrió el cambio de escenario.

Una Corte de Sombras y Luz [KookV/ACOTAR ADAP] ©Where stories live. Discover now