Octavo Imagina: Harry Potter (1/4)

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Nota: Vamos a quitarle mucha felicidad a la pobre de Luna en este imagina, así que personas que sientan un gran cariño hacia Luna Lovegood (yo), por favor no lean el capítulo. O háganse los valientes y lean, como quieran. Ahora sí, ¡a leer! 

Harry y tú comenzaron a salir en su sexto año en Hogwarts. Los años pasados estaba muy ocupado salvando al mundo y babeando por Cho como para darse cuenta de tu existencia. Hasta tu cuarto año de escuela, jamás habías visto a Harry como algo más que un amigo. Es decir, hablaban mucho y reían mucho, pero jamás habían tenido un "momento". Pero durante el Torneo de los Tres Magos (bueno, en este caso cuatro), te diste cuenta de lo valiente, amable y... atractivo que era Harry para ti. Aunque rápidamente te diste cuenta también de que no eras la única loca por sus huesos, así que decidiste guardártelo para ti en lo más fondo de tu corazón. 

El único que sabía tu secreto era tu fénix, Velkan. En primer año, lo habías contrabandeado al colegio, pero lo descubrieron la segunda semana de escuela. Dumbledore decidió que podías quedártelo, con la condición de que todos los sábados fueras con Hagrid y trataras de entrenarlo. resultó que Velkan era un fénix muy educado. Se dejaba acariciar por extraños si tú los dejabas, te cuidaba mucho (a veces demasiado) y hacía su mayor esfuerzo por quedarse en su jaula mientras no estabas en los dormitorios de Gryffindor. Comías y cenabas en tu cuarto para que Velkan pudiera salir y pasearse por los dormitorios, a veces quemando uno que otro dorsel.  En las noches, le permitías tres horas de paseos nocturnos por los jardines de Hogwarts, y él siempre regresaba justo a tiempo. 

Era el primer lunes de diciembre de su sexto año en Hogwarts, y habías logrado llamar la atención de Slughorn. Eras la única alumnas de probablemente todo el mundo que había logrado domesticar un ave fénix sin ser una experta en ellos. Lamentaste rápidamente haberle hablado acerca de Velkan, porque después de abrir la boca, no te dejó en paz ni por un segundo. 

-¡Seguro serás la mejor magizóologa de todo el mundo mágico! -te decía él todos los días

Y tú siempre le respondías lo mismo: 

-No quiero ser magizóologa, señor, quiero ser profesora aquí en Hogwarts. 

-Oh, no, no, no -replicaba Slughorn frunciendo el entrecejo-. No quieres arruinar tu oportunidad. Puedes ganar muchísimo dinero siendo magizóologa.  ¡Podrías domesticar un obscurus si así lo quisieras!   

Te diste por vencida y te marchaste a desayunar. Si no te apresurabas, te perderías tu desayuno. Entraste a la sala y viste algo muy extraño, pero que ya se estaba volviendo algo común: El trío de oro dispersado por  toda la mesa de Gryffindor. Ron y Hermione se veían muy enfadados, pero Harry se notaba triste. Decidiste ir a sentarte junto a él para ver si podías animarlo un poco. 

-Hola, Harry -lo saludaste, sentándote a su lado. Él dio un brinco y casi tira su jugo de calabaza-. ¿Qué pasa? 

-Nada, nada -contestó él-. Lo de siempre, Ron y Hermione peleándose. 

-Ya se les pasará... -aseguraste, sonriéndole dulcemente

Harry te devolvió la sonrisa y sentiste una corriente eléctrica por todo tu cuerpo. Entonces viste que el profesor Slughorn entraba al Gran Salón, y entonces los veía a ustedes dos, sonriendo de una manera perturbadora. 

-Oh, no -dijiste tú, y Harry te miró, curioso-, es Slughorn. Mejor me voy. ¡Adiós, Harry! 

-A-Adiós... -susurró Harry, pero tú ya te estabas mezclando con un grupo de Hufflepuffs saliendo del Gran Comedor. 

Harry's POV: 

Slughorn se acercó a Harry y le dio unas pequeñas palmaditas en la espalda. 

-¡Ah, Harry! -suspiró él- Escogiste una muy difícil, muy difícil... 

-¿A qué se refiere? -preguntó Harry, entendiendo perfectamente

-_____, ella es muy complicada -contestó el hombre-.   Sabes, varios alumnos me han dicho que no fácil de seducir... 

-¿Qué? -Harry dio un saltito de la banca y miró a Slughorn- Yo no quiero nada romántico con ella, sólo somos amigos.

-Bueno, como tú digas, Harry. En fin, vengo a invitarte a mi fiesta de Navidad. Lo he arreglado todo para que tú puedas venir, ¡así que no tienes escapatoria! -se puso a reír un poco- Ah, puedes llevar un invitado. Podrás invitar a ____, para dar el primer paso.  

-¿No tendrá ella su propia invitación? -preguntó Harry, tratando de cambiar de tema

-No -afirmó Slughorn-, la verdad es que no es tan brillante. Sólo logró domesitcar un fénix, es todo. Además, es demasiado modesta como para presumirlo o buscar más fama siendo magizóologa. Me temo que no logrará llegar a la repisa, Harry... 

-Yo pienso que ____ es muy brillante -afirmó Harry-. Sabe, sólo magos muy poderosos pueden domesticar a un ave fénix y lograr que ellos les tengan tanto cariño como Velkan hacia ____. Como Dumbledore, ¿no? 

-Conque se llama Velkan, ¿eh? Me pregunto si responderá a ese nombre...

Y, con estas palabras, el profesor Slughorn se volteó y caminó a la mesa de los profesores. 

Después de que Hermione invitara a McLaggen a la Fiesta de Navidad, Harry comenzó a quedarse sin opciones. Ginny iría con Dean y tú... Se ponía demasiado nervioso como para invitarte. Tal vez debería ir solo. 

-¡Invita a ____ de una vez! -le "regañaba" Hermione en la biblioteca- ¿No te das cuenta de que hacen una hermosa pareja? 

-¡Es que no lo somos! -replicó Harry, perdiendo la paciencia de repetir eso todo el tiempo

-Pues invítala como amigos, y ya. 

-Eso no sería una mala idea...

_____'s POV: 

Estabas descansando en la Sala Común de Gryffindor mirando al fuego mientras que Velkan tenía su paseo nocturno de tres horas. Escuchaste el retrato de la Señora Gorda abrirse, pero no volteaste a ver quién era. Pero sí te interesaste al escuchar las voces de Harry y Hermione: 

-¡Vas a ir ahora y vas a hacerlo! 

-¡No puedo, Hermione, simplemente no puedo! 

-Entonces irás solo a la Fiesta. 

-Bien. 

-¡NO, ve de una vez, cobarde! 

Te tragaste tus risas y moviste un poco los palos de la fogata ardiente. Hermione empujó a Harry, y éste le hizo una señal para que se fuera.  La chica subió a su dormitorio y cerró la puerta si hacer ruido. 

-Hola, ____. -dijo Harry, sentándose a tu lado

-Hola, Harry -contestaste-. ¿De qué fiesta hablaban? No me digas que es otra de Slughorn. 

Harry se puso algo nervioso. 

-Sí, de Navidad. 

-Me alegro que no me hayan invitado -dijiste y Harry abrió los ojos y comenzó a sudar de las manos-. Es decir, si fuera con alguien divertido, sería genial, pero yo sola, ¡Uf! 

Harry soltó una risa nerviosa, y tú también te pusiste nerviosa. 

-¿Qué pasa, Harry? -preguntaste, mirándolo

Y murmuró algo que parecían las palabras "conmigo", "fiesta" y "Navidad".   

-No... No te escucho Harry. -le susurraste, y viste cómo se ponía algo rojo

Harry aclaró su voz y comenzó a jugar con sus manos tiernamente. Esto hizo que sonrieras incoscientemente. 

-¿Te gustaría ir a la fiesta de Slughorn conmigo? Ya sabes, como amigos... 

Abriste bien los ojos y sonreíste de oreja a oreja. 

-¡Sí, claro! -respondiste- ¡Me encantaría! Gracias por invitarme, Harry, de verdad. 

Te alegraste mucho de que Harry te hubiera invitado a una fiesta para ir con él, pero sus últimas palabras te dolieron en todo tu cuerpo y mente: "Ya sabes, como amigos..." 

Imaginas: Universo de J.K. ROWLINGWhere stories live. Discover now