Capítulo 9. Primeras impresiones

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Ya están aquí ¿¡Listos para avivar la llama de su juventud!?

Ambos se giraron hacia ellos. Lee cargaba en sus brazos a Metal, y Gai simplemente reposaba sus brazos en su silla

Ok. A ver. ¿Un hombre en silla de ruedas y otro cuyo aspecto era incluso infantil, con peinado ridículo y trajes raros eran los especialistas en taijutsu que les iban a enseñar?

-Oh, hola. Me parece que no nos han presentado. Yo soy Gai el poderoso, y éstos son mi fiel pupilo, Lee y su hijo Metal.

-Mucho gusto, yo soy Ryu Kirimasu, soy su fan

-Eh... Takihura Tatsumi...un gusto

-¡Oye! ¡Tu eres la que estaba el otro día con mi sobrino!- exclamó Lee- me alegra saber que ya tiene más amigos

-...

-Como ya sabrán, estamos enterados de la situación de ayer.- habló Gai- Una pelea honorable debe ser siempre justa, ustedes no lo hicieron así, eran tres contra uno y además lo inmovilizaron, no podía defenderse. Eso es lo que estuvo mal si lo ven desde mi perpectiva, el punto de vista de la batalla.

-Pero si lo ven desde el punto de vista de Iruka-sensei, o de sus padres es otra razón, nosotros no podemos decirles cuál es.- ésta vez fue Lee quien habló- Sin embargo les pondremos un entrenamiento castigo que les servirá un poco para entender por qué estuvo mal según su punto de vista.

-Así es. Veremos trabajo en equipo ¡Ahora, muevan sus traseros, dejen que su llama de la juventud arda y pónganse a calentar! Lee les dirá qué hacer- indicó Gai con su sonrisa radiante y el pulgar arriba

Al principio eran estiramientos fáciles, como la vez anterior

-¡Ahora quiero 40 sentadillas!

-¿Qué? ¿Está loco?

-Ryu-kun, si no te esfuerzas no podrás lograrlo ¡Deja que arda la pasión de la juventud! Además son pocas, yo hacía de a 100

-Pero tu ya eras un genin, tío

-Por eso solo les pongo 40 ¡Ahora que arda esa juventud!

Los tres niños no tuvieron otra opción más que obedecer al cejón

-trinta...y ocho.... Ngh...treinta y...nueve...¡cuarenta!

-¡Muy bien! ¡Ahora 30 lagartijas!

-Aarghh- se quejaron los tres

-¿Ni siquiera un pequeño descanso?- preguntó el pelinaranja

-Recuerden que ésto es un "castigo"- recordó Gai- así que a darle

-Nngghh

Cierto tiempo después ya todos habían acabado, así que era el momento de empezar

-¡Muy bien! ¡Lo han hecho bien! ¡Ahora quiero 160 vueltas a todo el patio, antes del almuerzo!

-Eso si lo pueden hacer. Yo casi llego a las 200 antes de entrar a la academia, tres años más pequeño que ustedes, así que ¡Exploten su llama de la juventud!

Tenji HyugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora