La Estrella Más Brillante © [Pausada]

Capítulo 2: Deneb

Capítulo 2: "Un nuevo comienzo".

Dos años después...

Cuándo escucho la puerta cerrarse, suelto mi aliento contenido. Mi corazón va a mil por hora y cierro los ojos controlando mi mareo. Veo mi celular y me mantengo sentada esperando a Alessandra.

Mi pierna se mueve de arriba hacia abajo mientras muerdo la uña de mi dedo meñique. Me detengo al recordar que Enzo odia que lo haga. Trago saliva, y niego con la cabeza sintiendo las lágrimas en mis ojos.

¿Qué pasaría si esto no llega a funcionar? Lo hemos estado planeando desde que regresé del hospital. Meses sintiéndome impotente y siendo humillada. Sintiendo el terror en mi pecho sin poder hacer absolutamente nada. Sintiendo el odio, el desprecio y mi corazón muriendo lentamente.

Cuando escucho la puerta abrirse, me sobresalto y me levanto de un salto tomando los platos en la mesa. Corro hacia la cocina y simulo estar lavando los platos. Mis hombros se tensan al escuchar pasos entrando a la cocina y muerdo el interior de mi mejilla izquierda esperando un comentario despreciable.

-¿Qué mierda haces?-mis hombros se relajan casi al instante y suelto un suspiro cerrando los ojos. Al darme la vuelta, Alessa me observa extrañada y con un poco de tristeza-Es hora de irnos, es el momento perfecto.

-Alessa...-susurro sintiendo el miedo invadir mi cuerpo. Ella se acerca a mi tomando mis hombros.

-No. Puedes. Arrepentirte-me dice entre dientes-Esta es tú única oportunidad Dene, y el tiempo vuela. Es ahora, o nunca. Y sabes que ese nunca, se puede hacer realidad pronto-suelto un sollozo y la abrazo. Asiento, tomando todo el valor que me queda y corro hacia la habitación para recoger la mochila que preparé días atrás.

Me arrodillo revisando el contenido de ésta. La ropa necesaria, mi pasaporte, el boleto de avión (sin un vuelo de regreso) y la dirección de la casa. Me pongo la mochila y me dirijo fuera de la habitación, pero antes de salir. Observo la fotografía de nuestra boda, en dónde en ese entonces no sabía en lo que me metía. Tomo la retratera y la estrello con fuerza en el suelo. Jodete, Enzo Rossie.

Cuando bajo las escaleras, Alessa ya me está esperando en la entrada con la puerta abierta. Ambas nos observamos y la abrazo antes de salir, por que sé que ambas somos tan tercas y no nos vamos a permitir llorar una vez que salgamos de esta casa.

-¿Estarás bien?-pregunto en un susurro y ella asiente lentamente.

-Ya sabes como soy-ella se encoge de hombros-Yo no tengo que preguntarte, se que estarás bien, a excepción por el hecho de que me extrañarás un pijo-ambas reímos y me encojo de hombros.

-Extrañaré tu boca sucia-digo sonriendo.

-Relajate, bien puedo seguir enviandote notas de voz insultandote-suelto otra risa pero Alessa me toma del brazo guiandome hacia su auto.

***

Con mis maletas en mano y el terror invadiendo mi pecho, bajo las escaleras esperando a que la prima de Alessa me venga a recoger. Fue tonto de mi parte no pedirle a Alessa el número de su prima ¿Por qué creí que con su fotografía sería suficiente?

Sonrío nerviosa cuando salgo con todos los demás pasajeros, ellos están siendo bienvenidos por sus familiares, lo cuál me hace recordar que los míos ni siquiera me consideran su familia desde que me fui. Muerdo mi labio inferior, alzandome con las puntas de mis pies para observar alrededor.

-¡Deneb!-volteo hacia donde llaman mi nombre y sonrío aliviada de encontrarme con ella saludandome con la mano, no sabría que hubiera hecho si ella no estuviera aquí. Lo diré, Nueva York me aterra y nunca hubiera sido capaz de venirme sola de no haber sido por Alessa y su prima.