Psycho - DaeJae

Capítulo #6

《PRIMER》

Pov YoungJae:

Tenía que darle las gracias, pues debido a su imprudencia una empresa se había interesado en mí, me hablaron y en la entrevista sin decir un -Nosotros te hablamos- me dijeron: -Empiezas mañana mismo-.

Obviamente gran parte de la aceptación era debido a mi talento pero igual le iba a dar las gracias.

Esperé a que dieran las 6 de la tarde para ir a la estación. Lo vi salir:

—Oficial de cuarta.

Se detuvo ante mi llamado y me miró:

—¿Qué quieres?

Caminé hasta quedar a un paso de él.

—Ya tengo empleo, empiezo mañana mismo —lo dije sin escucharme emocionado porque no quería compartir mi felicidad con él.

—Hoy estoy muy preguntón.

Puse los ojos en blanco.
—Solo quiero darte las gracias. De no ser por tu atrevimiento hubiese tardado más en conseguirlo. Te debo una y como no quiero estar en deuda contigo, puedo hacer algo que me pidas.

—Me parece bien —tardó varios segundos en hablar—. ¿Tienes en dónde anotar?

Saqué un papel y un bolígrafo.
Anotó algo y me lo entregó. Miré el papel, era una dirección.

—Ve a mi casa a las 7, te espero en una hora para que me pagues lo que hice por ti.

¿Ir a su casa? ¡Qué atrevido!
¿Quería que de esa forma le pagara el favor?

Bueno, siendo honesto y dejando de lado su asquerosa personalidad, él no estaba tan mal físicamente. Además yo estaba de buenas.

Al regresar fui directo a mi habitación para arreglarme.

Por fortuna mis primos ya se habían largado y por ahora no sabrían sobre mi empleo porque de lo contrario me echarían malas vibras.

Me di un baño, me hice un enema casero y preparé mi cuerpo con afeitado y cremas.
Llevé condones y poco lubricante porque de seguro aquella bestia no tenía nada de eso.

Salí sin avisarle a mis padres porque estaban ocupados o descansando en su habitación.

Llegué al lugar.

Volví a corroborar la dirección que estaba anotada en el papel por si me había equivocado ya que creía que tenía una casa grande, pero no, sí estaba en el lugar correcto. Eran departamentos sencillos por fuera.

Toqué la puerta del primer departamento que quedaba expuesto a la calle.

Abrió. De inmediato vi su buen arreglo como si fuese a salir. Al menos no había sido el único preparado.

—Pasa.

Entré, cerrando lentamente la puerta.
Era un departamento muy reducido y vacío, había un desorden por todos lados, no era como creí que vivía un oficial.