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-Es decir, el presente simple se usa para rutinas. Y el continuo para cosas que están sucediendo ese mismo momento.

Asentí, dejando la hoja donde había escrito todas esas cosas en la mesa.

-¡Vale! ¡Pues listo!-Exclamó Reaper, tras acabar de escribir en su libreta-¡Muchas gracias Error y perdona las molestias!

-Estás perdonado. Goodbye.

-¡Ah, sí! ¡Una cosa más!-me interrumpió Reaper de colgar-Mi madre dice si te gustaría pasarte algún día por nuestra casa. Te hecha bastante de menos.

No me extraña, recuerdo que su madre me adoraba de pequeño. ¿Pero quién no me adoraba en ese entonces?

-Eh...vale. Por mi parte no hay problema. Le pido permiso a mi madre y te aviso. ¿Vale?

-¡Ok!-Colgué y me fui a buscar a mi madre, la encontré en la cocina doblando sábanas.

Le ofrecí mi ayuda y tras algunos minutos silenciosos hablé.

-¿Ir a la casa de Reaper?-repitió-¿Pero es que ya habéis retomado contacto?

-Mamá...te lo dije hace tiempo.

-¿Ah sí?-suspiré, qué le iba a hacer.

-Y...¿qué?

-Por mí no hay problema-aseguró, dándome un montón de ropa para guardar-Oye, avisa a tus hermanos. Tenéis que ir a quitar la ropa de la terraza.

-Ajá.

. . .

-¡Error!-Renrick, la madre de Reaper, me abrazó con fuerza cuando entré a la casa-¡Deja que te vea la cara!-exclamó, separándose inmediatamente-¡Ay Dios mío, has crecido mucho! ¡Ahora estás hecho un caballero!

-Pues yo la veo igual de bonita que siempre-sonreí un poco incómodo.

Para mi suerte había aparecido Reaper, que me separó de su madre y arrastró al interior de la casa dándome un tour a la velocidad de la luz.

-¡Yesteesmicuarto!-Tras abrir la puerta me empujó adentro y la cerró-¿Qué te parece? Perdona lo de mi madre, ya te dije que te echaba de menos.

-...Okay.

Mientras Reaper buscaba algo en su escritorio, aproveché para escanear su habitación. Habían pósteres en todas las paredes (bandas, películas, series...), maquetas de edificios y puentes, un montón de libros y papeles por el suelo.

-Tu cuarto está hecho una mierda.

-Pues no has visto nada: este es mi cuarto cuando soy ordenado-No sabía si asquearme o asustarme.

-...Joder-Reaper se empezó a reír mientras se sentaba en su cama con dos mandos de la play en las manos.

-¿Te apuntas a jugar?-sin esperar a mi respuesta encendió la televisión mientras me sentaba a su lado.

-...Un momento. ¿Eso es un juego de Barbie?-pregunté sin evitar soltar una risita. Reaper me pegó un codazo y me mandó a la mierda-¡Venga ya! ¿Vamos a ponernos vestidos con purpurina?

-Te voy a golpear con mi nave de Lego-amenazó, señalando la maqueta encima de una estantería.

Al final me callé, no porque me sintiera amenazado. Sino porque Reaper se había levantado para buscar aperitivos y bebidas, dejándome solo en el cuarto.

"Qué aburrido"-suspiré apoyándome en la pared mientras bostezaba-"Ya ha pasado tiempo, ¿dónde está?"

Estiré los brazos, decidiendo que por qué no. Me tumbo en la cama por completo. Después de quitarme los zapatos y dejarlos en un rincón, me acomodé mejor, disfrutando la sorprendente suavidad que tenía la cama.

Sin embargo, noté algo extraño en la almohada. Así que volví a levantarme y metí la mano, dentro resulta que había una camiseta (que reconocí como la que usó Reaper en nuestra quedada) y estaba manchada. No sabía exactamente qué era aquello, pero olía fatal.

-Menudo cochino.

-¡Hey, siento haber tardado!-Me sobresalté, pero eso no impidió que guardara a la velocidad de la luz la camiseta.

No jugamos a las Barbies. Pero lo importante es que la pasamos muy bien. Después de un rato nos fuimos a su jardín y empezamos a hablar mientras jugábamos a encestar una pelota de baloncesto.

-Sigo enfadado por ese maldito zombie-Reaper gruñó, haciendo una entrada a canasta. La pelota se metió en el aro y me la pasó.

-No es culpa suya que tú seas un manco.

-¡No fui yo! ¡Mi personaje es idiota!-se defendió, robándome la pelota cuando me disponía a lanzar-¿Quién demonios se enfrenta a zombies con una maldita palanca?

Esta vez yo le robé la pelota y lancé. Tiro fallido.

-Pues parecías muy contento cuando descubriste que tu personaje era inmortal.

-¡Porque al menos tenía algo útil! Me pude liar a golpes sin problemas.

Me reí, observándole volver a encestar otro lanzamiento.

-¿Y esa violencia tan repentina?

-Te sorprendería la rabia oculta que llevo en mi interior, cariño.

Logré hacerme con el balón.

-¿Puedo saber la razón?

-...Ahora no se me ocurre ninguna-esquivó el balonazo que traté de darle en el culo. Me sacó la lengua-. Pero tener tengo.

-¿Y ocultar camisas manchadas es parte de esa "rabia oculta"?-También esquivé el balonazo que quería darme como venganza.

-¿Qué?

-No te hagas el tonto, he visto la camisa que guardas en tu almohada. La que tiene una mancha. ¡Y encima es la de la quedada que tuvimos! Me supuse que eras cochino, pero no a ese extremo.

-¿...Qué quedada?-Arqueo una ceja.

-¿Ahora tienes Alzheimer? Venga ya, la partida de baloncesto, el castillo en la playa...

-¡...Ahhhhh! Sí, sí. Perdón. Estaba atontado.

-Si es que eres tonto.

Esta vez no pude esquivar el balonazo.

. . .

-¡Error!-alcé la vista del avión de papel que hacía con Reaper-¡Tu madre ya está aquí!

-¡Voy!-me disponía a levantarme cuando Reaper me agarró la mano.

-¿Abrazo?-preguntó, cuando le dije con la mirada de forma muy clara "¿Por qué me agarras la mano?". Me encogí de hombros y le abracé, notando que me apretaba bastante.

...Era extraño. Reaper no solía apretarme cuando me daba abrazos, la única excepción sería nuestro reencuentro.

-¿Oye, estás bien? Te noto muy raro. Más de lo normal.

-No jodas Error, solo quería expresar mi cariño. No homo -se apresuró a añadir eso último.

-...Ajá. Bueno. ¡Adiós!-ahora sí me marché adonde estaba el coche de mi madre aparcado, tras despedirme de la madre de Reaper.

Hablando de él, lo vi mirar fijamente su collar del reloj de arena antes de meterme dentro del coche.

Brother. Reaper y Error.Where stories live. Discover now