Capítulo 14

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Los policías habían estado yendo al departamento por más de una semana para hacer más preguntas igual de estúpidas e innecesarias acerca de la amenaza.

–Te juro que estoy harta de tenerlos todos los días en el departamento–era la quinta vez que le decía eso a Justin.

Una sonrisa apareció en su rostro.–Te creo, estoy en la misma situación.

Me tumbé en el sofá después de haber cerrado la puerta principal.

–Solo quiero que esto acabe–le miré angustiada.

–No ha pasado nada desde la semana pasada, no hemos ido a trabajar por ese asunto y creo que hasta él ya se olvidó de aquella amenaza–me miró inconforme.

¿Acaso era mi perspectiva o me estaba culpando de todo esto?

–No creo que estemos exagerando las cosas si es eso a lo que te refieres.

–¿Qué tal y sí? 

–Justin, lo conozco desde hace más de tres años, y cuando lo conocí no fue en su mejor apogeo, ¿entiendes?

–¿Y cómo lo conociste? –reconocí su voz recelosa.

–Lo conocí en una pelea, el quería conmigo y se enfrentó a un chico que también estaba detrás de mí, ¿tengo que decirte quien gano?

–Por favor, _________________ –se levantó del sofá en el que se encontraba–, no puedo creer que creas que me voy a tragar esa historia solo para dejar el tema tranquilo.

–Entonces cree lo que quieras, pero no voy a descansar hasta que lo encuentren, no quiero que te pase algo–le hablé con todo mi esfuerzo posible, pues mi garganta se empezó a hacer dura.

________________, necesito trabajar, he cancelado todas las sesiones fotográficas de esta semana, ¿qué le diré a la diseñadora?, ¿Qué les diré a los de Victoria's Secret?

–Solo dale estos días y ya, ¿sí? –le comenzaba a rogar.

–Bien–salió de la sala de estar y se metió a la habitación, bastante cabreado.

Yo me mantuve un gran rato en la sala, intentando calmarme, había sido una pelea bastante tensa.

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Cerca de una hora salió de la habitación con su maleta llena.

–¿A dónde vas? –me levanté alterada.

–Me he quedado sin ropa limpia así que iré a la lavandería y de paso iré al supermercado para cosas de esta semana–me habló con toda la indiferencia del mundo.

–¿A qué hora regresas? –le cuestioné casi en un susurro.

–No lo sé–respondió seco y salió del departamento.

Todo estaba hecho mierda, se había ido y estaba segura que no volvería, no por hoy, tal vez tampoco por los próximos tres días pero lo entendía, necesitaba un tiempo para procesar lo que estaba pasando con nuestra relación y con su carrera, tenía que recibir su paga y él no había trabajado.

Tenía que relajarme. Fui a mi armario y saque una pijama de tela polar color azul y ropa interior limpia, me metí al baño, esta vez tomaría un baño en la tina. Puse mi loción favorita, aquella que utilizaba después de un día ajetreado, puse a Sam Smith en el stereo y me metí en el agua tibia y con burbujas.

...

Justin

Había actuado de una manera un poco precipitada, ella tenía razón, ella lo conoce muchísimo más que yo, así que tal vez tenga razón, si no, es que la tiene.

Me encontraba en la lavandería, esperando mi ropa limpia y seca, después iría al supermercado para comprar crema para afeitar, unas nuevas navajas y un gran bote de helado como disculpa para _______________, estaba seguro que volvería con ella, para arreglar la pelea de hoy y mantenerla tranquila acerca de todo el tema en el que estábamos metidos.

Salí de la lavandería y me metí a mi auto, puse el radio, me acompañaba una buena canción de Nirvana y comencé a cantar, tratando de relajarme.

Llegue al supermercado, me metí en la sección que necesitaba, busque todo lo más rápido posible para por fin irme a casa con mi chica

Cuando salí del mercado sentí que era mi fin.

...

_______________ Lee

Mi teléfono comenzó a vibrar, lo tome y vi la hora, había pasado una hora en la bañera dormida, atendí rápido.

–Diga.

Hola lindura –su voz me paralizó.

–¿Qué quieres, Ian?

Relájate, o él morirá, ¿es eso lo que quieres? 

–¿De quién hablas? –le pregunté aun sabiendo de quien se trataba.

¿Qué ya no es tu novio este imbécil que está aquí conmigo? –me preguntó retador.

–¿De quién mierdas hablas, Ian?

De Justin, maldita sea, de Justin.

–Suéltalo o haré que te pudras en la cárcel.

Troy, ¿serias tan amable de darle un pequeño puñetazo en el rostro? –después de esas palabras oí gemir de dolor a Justin.

–Basta Ian, ¿qué quieres? –me salí de la bañera y puse en altavoz la llamada mientras me ponía ropa limpia.

Digamos que solo lo quiero joder –otro golpe se escuchó del otro lado de la línea.

–Escúchame Ian, déjalo, hare lo que me pidas, pero por favor déjalo.

Dinero, _________________, dame dinero.

Tomé el teléfono de nuevo en mi oído y lo puse en voz baja de nuevo.

–¿De cuánto hablamos? –le cuestioné con mi respiración agitada.

Un millón –hizo una pausa–, de dólares.

–¿¡Qué!? No tengo esa cantidad ahora mismo.

Troy –canturreó aquel nombre, y nuevamente escuche los quejidos de Justin.

–Bien, te los depositare esta misma noche a tu cuenta de mierda, pero esta misma noche quiero a Justin conmigo.

No preciosa, en efectivo o no hay trato.

–¿Dónde?

En el callejón que está a un lado del supermercado Chopper.

–Si no estás ahí, te juro que yo misma volare tu cabeza.

Una última voz sínica se escuchó del otro lado de la línea acompañada de un quejido por parte de Justin.

Salí de mi departamento y utilice el auto que jamás usaba, ni siquiera sabía el nombre de este pero era deportivo así que se ajustaba a la ocasión.

Fui al banco y saqué todo el dinero posible, y como era insuficiente tuve que hablar con las chicas y al tratarse de Justin todas por suerte me apoyaron haciendo que juntara sin mucho problema el dinero.

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nuevo capppp, se acerca el final, espero que les guste este capitulo, se que es tarde pero quería cumplir mi promesa ahora que ya no tengo compromisos 

si te ha gustado házmelo saber con un voto y/o un comentario que son mi motivación para seguir

-xo

Mi fotógrafo|Justin Bieber & tú|TERMINADAWhere stories live. Discover now