ENREDAOS ▪︎KNJ▪︎

Once

Los rayos de sol se mezclaban entre las ramas, dejando caer algunas hojas viejas. El otoño se hace presente, demostrando sus colores puros en cada rincón de la ciudad.

JoJo desde su balcón, con la voz de Sam Smith saliendo de los auriculares. La vista posada en el cielo mientras se balanceaba en su hamaca en forma de cama, veía el cielo irse hacia donde estaba el sol.

"-¿Pero cómo, JoJo?

La chica se ríe mientras se cruza de brazos.

-¿Quieres que lo haga todo yo?-sonrie.

-Solo te pido que me ayudes-suspira mientra se tira los pelos para atrás.

-Claro-se pone a pensar y lo mira seria-No recuerdo que necesitaste de mi ayuda cuando estabas en la cama de DanBi.

-¿Qué? Pero...-JoJo lo interrumpe con la mano.

-Tranquilo, estoy segura que DanBi te ayudo a bajarte el cierre del pantalón-sonrie y le cierra la puerta en la cara."

Su madre aparece frente a ella, se saca los auriculares para escucharla.

-Alguien vino por ti-la chica rueda los ojos.

-Si es Yoongi, dile que no estoy-iba colocarse de nuevo los auriculares cuando la madre la detiene.

-No es él-la sonrisa de su madre hizo que frunciera el ceño.

-¿Entonces?

La madre se encogió del hombro y se fue. La chica suspira resignada, deja su celular en la cama y se encamina hacia la escalera.

-¡Nai Nai!-baja con rapidez los últimos escalones para abrazar a su abuela.

Hacia tiempo que no la veía, ya que se había ido a recorrer por el mundo los últimos años.

-¡Mi niña! Ya toda una mujercita-se separan para ir a la sala de estar-Dime, ¿cómo vas con tu noviecito? Lo vi y es súper guapo-le codea con diversión.

-Nai Nai-la mujer la interrumpe pero no llegó a callarla antes de que JoJo  escuchara.

-He vuelto a estar soltera, Nai Nai-dice sonriendo-¿Cómo te ha ido en tus vacaciones?-cambia de tema.

Aún no se sentía lista para contarlo, se sentía agobiada con solo escuchar su nombre.

Entendía que tenía que superarlo pero fueron dos malditos años que le era imposible superarlo de un día para otro.

Nai Nai le empieza a contar todo sobre sus viajes. Incluso le había traído regalos.

Un rato más tarde, fueron interrumpidas por el timbre. JoJo se levanta a atender, ya que su madre estaba ocupada en la cocina y su padre estaba en el trabajo.

Al abrir, frunce el ceño mirándolo.

-Hola-sonrie.

Nunca lo había visto sonreír de esa forma, aunque era una sonrisa tímida.

-Yoongi-lo mira de abajo para arriba.

-Solo vine a darte esto-le entrega un ramo de flores, JoJo empieza a estornudar-¿Qué, estás bien?

Con la palma de su mano cubría su boca para estornudar hacia abajo.

-Yoongi, soy alérgica a las rosas-dice entre estornudos.

Yoongi realmente arrepentido, tira lejos el regalo y le da un pañuelo descartable que saca de su bolsillo.

-En verdad lo siento, no... no sabia de eso-se rasca la nuca con mucho nervios.

-Esta bien, debo tomar mi remedio para no empeorar la alergia-dice eso con incomodidad y le cierra la puerta.

-No eres alergia a las rosa-se sobresalta al ver a Nai Nai detrás suyo.

-¡NaiNai!-dice calmando su corazón-No me asustes de esa forma-camina a la cocina.

-Pero niña, ¿por qué eres dura con él?-pregunta con curiosidad mientras la mujer que preparaba la cena miraba sin entender la situación.

-¿Quién era cariño?-le pregunta a su hija que iba por un vaso de agua.

-Yoongi-ve que su madre detuvo lo que estaba cortando para mirarla.

-¿A qué vino?-la chica sonríe con diversión.

-Le trajo unos ramos hermosas de rosas y la niña fingió ser alérgica-Salta NaiNai con indignación-Tenias que verle el rostro del pobre muchacho, cariño.

Las dos mujeres se sorprenden al escuchar semejante risa que JoJo soltó sin querer. Haber escuchado eso, fue una reacción automática.

-NaiNai-ambas miran a la menor que no borraba aquella sonrisa intimidante-Yoongi se acostó durante estos años que estuvimos con la persona que más adorabas-mira a su abuela.

-¿Quién?-dice NaiNai confundida.

-DanBi-sonrie, deja el vaso en la barra y se va a su cuarto.

Con un nudo en la garganta se mete a la ducha, con ropa y toda la poca dignidad que le quedaba. Concentrándose en las gotas del agua, olvidándose del nudo y el dolor que sentía.