Cada inicio

Es divertida la forma en la que el destino o la vida actúan, si alguien me hubiera dicho lo que estaría haciendo a mis 25 años probablemente lo habría golpeado o me hubiera reído en su cara. Pero en este momento el simple hecho de mirar atrás y ver todo lo que pasamos para estar aquí, pero lo más gracioso es como comenzó. Aunque en la vida hay muchos comienzos.

El comienzo de nuestra vida juntos podría ser cuando nuestras madres entraron a la misma iglesia un domingo, aunque jamás se vieron.

El comienzo de nuestros juegos fue cuando mi padre me llevaba a jugar al parque y todos los niños competíamos, aun no sabíamos nuestros nombres.

Sin duda nuestra amistad empezó en la primaria, con seis años entrar a un salón lleno de niños y niñas desconocidos me aterro, los únicos que conocía estaban en el salón de alado, pero al caminar con la cabeza baja vi unos tenis conocidos, tenían a spiderman y me gustaron y mi sorpresa fue ver al niño del parque que me había aventado al pasto jugando. Le sonreí y me senté junto a él.

-Hola soy Daniel ¿quieres ser mi amigo?-

-Yo soy Sebastián, y si ya somos amigos- me sonrió y pude jurar que nunca había visto sonrisa más bonita.

Pero el comienzo de nuestra unión fue mucho tiempo después, al cumplir los 16 años, y fue de la forma más rara, bochornosa, incomoda, divertida y excitante, lo admito.

Y sin duda es el comienzo que más amo, porque eme trajo a este momento, a estar parado frente a un espejo abotonando la camisa blanca a juego con unos pantalones igualmente blancos. Por la venta observo el sol y si pongo mucha atención, ignorando el ruido en el piso de abajo puedo escuchar las olas golpeando las rocas de la playa.

Tocan la puerta y solo escucho

-Ya es hora-

Hoy es un nuevo inicio