Plan De Conquista

5: "Nuevo plan."

Draco llevaba tres días sin dormir.

Recordaba una y otra vez el encuentro que tuvo con Harry. Se sentía confundido y algo paranoico, ¿Acaso el niño que vivió se burló de él?

Aunque sus amigos lo notaban extraño y se preocuparan por Draco, no quiso dar una explicación mas allá que un "sueño tonto" que no le dejaba dormir bien

Tamborileó sus dedos contra la madera mientras que su mano izquierda fue a parar a su mejilla, apoyando la cabeza. Estaba perdiendo la paciencia, y aburriéndose de la fachada de serenidad que tenia que usar estos últimos días para evitar miradas curiosas puestas sobre él.

Pansy notaba la actitud malhumorada de Draco. La castaña se fijó en su nariz arrugada cuando algo le molestaba, pero se negaba a tratar de hablar con él sobre aquello.

Ella sabía muy bien que le tenía que dar su espacio y esperar pacientemente a que Draco estuviera listo para hablar con Pansy. La chica sabía que Draco confiaba en ella, tanto como ella confía en él.

Después de todo, así funcionaba su relación. Una lealtad y confianza que solo un Slytherin comprendería.

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Mientras tanto, en la otra mesa un chico de anteojos redondos no estaba mucho mejor que el rubio.

Su pié se movía ansioso y no podía disfrutar de la comida delante de él como debería. El ruido de su mesa lo estresaba y no podía escuchar sus pensamientos.

Era inevitable pensar que obviamente el castaño la había cagado la otra noche.

— Harry, compañero — Harry miró molesto a Ron, pero se tranquilizó al pensar que no debería desquitarse con el. — ¿Quieres un chocoshock?, veo que te hace falta un poco de dulce. —

Harry tomó el chocolate entre sus manos y leyó las letras de la cajita.

"agrega algo de SHOCK a tu choc-o-late"

— Gracias, Ron... — Ron le sonrió al ver que Harry ya no parecía tan enfadado — Lo siento, últimamente estoy dándole vueltas a algo y me tiene estresado.

— Me lo imaginé, me preocupé al ver que en mi grupo de amigos tenía a mas gruñones de lo normal. — Ron se metió un ratón de helado a la boca, escuchó los dientes del pelirojo rechinar y castañear, haciendo que Harry suelte una risa. — Ya sabes, Hermione anda más insoportable que nunca. —

Harry frunció el ceño, mirando a su amiga. Parecía estar perdida en sus pensamientos.

— ¿En serio?, ¿Y por qué? —

Ron se encogió de hombros, girándose a mirarla descaradamente. Habló un poco mas fuerte intentando llamar la atención de la chica.

— Bah, que se yo. Debe ser cosas de chicas, supongo. — Hermione los miró mal. Se paró de la mesa y simplemente se fue.

Harry suspiró con la actitud de su amigo, se guardó el chocolate que aún tenia en la mano.

Sin poder evitarlo, su mirada se encontró nuevamente puesta en la mesa de las serpientes, encontrándose con la sorpresa de que cierto rubio ya le estaba mirando desde antes.

Mantuvieron la mirada un rato, retandose en silencio a un duelo de miradas.

Draco desvió la mirada primero, parandose de la mesa y dirigiéndose a la puerta. Harry notó que el rubio no había tocado su plato.

Quiso seguirlo, pero no pudo.

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Escucho a Ron acomodándose en la cama

— Entonces...¿No me dirás que te pasa últimamente? —

— Lo siento, Ron. —

Ron negó, restándole importancia

— No te preocupes, sabes que soy tu amigo, no te obligaré a decirme nada. Pero si hay algo en lo que puedo ayudar... —

Harry se lo pensó mejor

— Bueno, si hay algo. — El castaño se sentó en su cama, mirando pensativo el suelo. — Necesito un consejo.

Ron le miró unos segundos, algo asombrado. Después se carcajeó y Harry le miró mal.

— Lo siento, lo siento... Solo que debes estar bien desesperado para pedirme consejos a mí. Aunque no me hago responsable si me pides un consejo de amor y terminas incendiando la escuela. —

Harry lo ignoró

— Bueno... ¿Como puedo hacer para luchar con mi impulsividad?, digo, para escuchar mas a mi cabeza. Digo, usar la cabeza... —

— Mmh, fácil: No la uses. — Harry frunció el ceño, Ron soltó una risa. — Harry, no eres realmente tú si no escuchas a tu corazón. Sacate toda esa basura de escuchar mas a tu mente, por que a ti no te viene. Hace lo que sientas, al fin y al cabo, ¿Que es lo peor que podría pasar? — Ron bostezó — Bueno, buenas noches, compañero. —

Ron era pésimo dando consejos, pero esa noche Harry sacó algo valioso en la charla que le dió. Se planteó un poco si era prudente ser impulsivo, ser él mismo con alguien tan difícil como Draco.

No lo pensó bastante realmente hasta que tomo una decisión. Esa noche, Harry idearía otro plan.

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Hoy me di cuenta de las vistas y el apoyo que tiene este libro. No pensé llegar a tanta gente disfrutando de lo que escribo.
¡Agra y desco!