SUPERCORP: Mi Crush...¿Imposible?

Capitulo3

Debio imaginar que algo pasaria; Kara y ella se contaban todo desde niñas. Y es que, diablos, hasta habia sabido antes que Eliza cuando la rubia tuvo su primera menstruacion.

Y Kara tenia muy buena memoria. Era una de sus mayores cualidades; junto a su habilidad de divagar sin parar y su estomago sin fondo.

Solo basto que le contara una vez en un bar; honestamente algo bebida, que le gustaba joven Arias.

Que cada vez que la veia por las mañanas ( porque a diferencia de Lena, Samantha llegaba en su horario, no una hora antes) sentia que habia mariposas bailando la polka en su estomago.
Que decirle simplemente "Buenos Dias" y "Buenas Noches" era suficiente para tenerla suspirando como boba.

*Se acabo Alexandra. No volveras a beber vino blanco nunca mas, te afloja la lengua y eso nunca es bueno*.

"No Kara. Escoge a cualquier otra chica pero no a la señorita Arias"; "y por que no? Sigo las reglas que tu misma pusiste; no entiendo por que te niegas".
Maldita sea su testarudez; claramente buscaba una excusa para no ir a hablar con Lena Luthor, ya fuera por miedo o inseguridad, y ¿que mejor que esto?
"Si tienes miedo o quieres negarte..." comento cruzandose de brazos con una sonrisa ( seguramente ya sintiendose victoriosa) y continuo " podemos hacer de cuenta que nada paso y ya".

"De ninguna manera hermanita. Teniamos un acuerdo y pienso cumplirlo. No le tengo miedo a nada y tu lo sabes".

Se levanto y comenzo a acomodarse un poco la ropa; simplemente para calmar un poco sus manos algo temblorosas.
En este caso no solo se enfrentaba al rechazo; sino tambien a que la despidieran y no podia perder su empleo, aun no habia terminado de pagar su nueva moto.
"Mas te vale empezar a practicar tu discurso conquistador para Luthor", "soy una cientifica Alex. Necesito pruebas. Hasta que no te vea consiguiendo ese numero, no pienso moverme de aqui"

No deberia ser tan dificil; ya habia tenido oportunidad de hablar con ella, y sabia que la mujer era muy simpatica y educada; aunque no era lo mismo dar los buenos dias que realmente involucrarse en una conversacion.

Mientras caminaba, se concentraba en mostrar seguridad, antes muerta que admitirle a Kara lo nerviosa que estaba.

Finalmente llego a estar unos pasos de la señorita Arias.
La mujer tenia el ceño fruncido mientras enviaba mensajes de texto y ni siquiera habia notado su presencia.

Sus ojos recorren sus torneadas piernas, su redondeado trasero y sus suaves curvas envueltas es ese vestido floreado. Sexy y profesional a la vez.

Se quedo alli unos segundos; perdida en su belleza. Siempre se habia preguntado como es que habia elegido ser empresaria cuando podia retorcer de envidia a cualquier super modelo.

Se imagino a esos hombres en las Juntas diciendo si a cualquier cosa que ella propusiera solo mostrandole esa arrebatadora sonrisa... misma que le esta mostrando ahora porque... ¡oh no! Se habia quedado tildada mirandola y la descubrio.
*¡Que verguenza Alexandra! Pareces un adolescente.... es su culpa por ser tan linda, con esos ojitos, su cuerpo, su sonrisa, sus blancos dientes... yo solo soy humana... ay no, te sigue mirando, ¡hablale por Dios!*

" Señorita Danvers; ¿como esta?, ¿hay algo en que pueda ayudarla?"
"Eh...yo... me gustaria pedirle un favor, sino es mucha molestia" ; podia notar el sonrojo devorando sus mejillas, y agradecio mentalmente que Kara no pudiera verla o se burlaria de ella hasta su lecho de muerte...

"Claro, si puedo hacer algo por usted cuente conmigo. ¿ Tiene algo que ver con la empresa?, ¿preferiria hablar en otra parte?, si gusta podemos ir a mi oficina".

Era tentador, al menos ahi si la rechazaba no tendria publico; pero la idea es que la rubia la viera, sino no le creeria.
Aunque...Kara no podia oir que hablaban desde donde estaba.
Una sonrisa divertida se formo en su rostro; y aunque no entendia muy bien que pasaba, Samantha sonrio con ella. No sabia que tenia esta muy, que siempre la hacia sonreir.